La
Universidad Popular del Cesar atraviesa uno de sus mejores y, paradójicamente
quizá, peores momentos.
Por un
lado, representando a los buenos momentos del presente contencioso y la lucha
popular; la fuerza del cambio estudiantil avanza un poco en dosis mínimas,
luchando contra la hegemonía egoísta y burguesa que cada día pretende
instalarse más y de lleno en nuestra frágil alma máter. Luchando quizá
solamente acompañados de unos pocos que cada día son más, trabajando a través
de la autogestión dolorosa que exige el sistema para al menos poder tratar de
reivindicar los espacios y los derechos que históricamente nos han sido negados
y que de manera colateral generan más conflicto y desigualdad. Mientras hoy se
habla hipócritamente de posconflicto, hay conflictos de antaño que siguen
vigentes y férreos; que siguen estimulando el desangramiento lento y progresivo
de la moral y la dignidad física de la lucha popular.
En
pequeñas inyecciones culturales se ha venido administrando el tratamiento para
la enfermedad que padece la universidad. Inyecciones, que pretendemos sean
continuas y más agresivas. Se han ido creando pequeñas escuelas de pensamiento
variado y crítico, desde anarquismo hasta feminismo; formas de ir empezando a
formar y a forjar a los nuevos integrantes de los procesos de cambios dentro
del claustro y sociedad. De manera paralela y decidida se han empezado las
“Noches de Cuentería y Poesía”, un espacio —casi desconocido por la mayoría de
los estudiantes por la falta de apoyo de nuestra universidad— dedicado al esparcimiento literario y
académico desde otras perspectivas y escenarios. Ha sido notable el cambio y
seguirá siendo notable en la medida que sigamos trabajando para lograrlo de
forma real y concreta, sin vacilaciones de ninguna índole.
Por
otro lado, representando a los intereses arribistas y politiqueros y los malos
momentos, un grupo de pseudopolíticos amangualados con los cafres de la
política local, trata de llegar al Consejo Superior Universitario en calidad de
representante estudiantil, solamente con la intención de elegir a un rector que
seguirá representando los intereses mezquinos y egocéntricos de la burguesía
criolla que tiene como intención seguir hiriendo de muerte la educación pública
como derecho fundamental.
La
hegemonía tartufa avanza enjaquimada y dándole riendas sueltas a la desigualdad
y a la falta de conciencia social; generando caos y naturalmente lo que el
sistema requiere como alimento para seguir moviendo su aparato de la muerte:
guerra.
Buenos
aires soplan por la universidad: aires de cambio, de reivindicación, de lucha.
Debemos, como universidad pública luchar por nuestros derechos y exigir de la
misma manera que se respete la dignidad del pueblo.
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1 comentarios:
Autor: Andres Cuadro, estudiante de derecho de la Universidad Popular del Cesar. http://ledementia.blogspot.com/2015/04/los-oximoros-de-la-universidad-popular.html
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