viernes, 15 de enero de 2016

Creciendo en la lucha

Iniciaba el año 2015 y recibíamos la triste noticia del asesinato de nuestro compañero Carlos Alberto Pedraza, una voz más silenciada de los pueblos, una llama más apagada tan importante para el movimiento popular en Colombia. Enfrentar dificultades y prepararnos para los tiempos difíciles fue nuestro deber como jóvenes, como estudiantes que desde las diferentes universidades de Cali nos tocó enfrentarnos a la ley 1740 de inspección y vigilancia, teniendo como principal objetivo a la Fundación Universitaria San Martín, luego del escandaloso caso de corrupción de Mariano Alvear (Ya fallecido) que el Ministerio de Educación Nacional utilizó como pretexto para inmiscuirse con toda la fuerza en todas las universidades públicas y privadas del país, atentando una vez más contra la autonomía y la democracia universitaria. Estudiantes se movilizaron, reclamaron para poder culminar sus estudios, para que su universidad que han pagado con tanto esfuerzo se reabriera y continuara funcionando.
Desde la Universidad del Valle denunciábamos fuertemente durante el primer semestre toda la directriz del Acuerdo por lo superior 2034  que está perjudicando y agudizando la crisis estructural de la educación superior, y manifestándose en nuestro campus con hechos concretos como la subcontratación docente, el hacinamiento del restaurante universitario, el incremento de las matrículas, las sedes regionales en función de las empresas privadas y la administración central universitaria construyendo un plan estratégico de desarrollo 2015-2025 siguiendo lineamientos de la OCDE, el PND y el 2034 al pie de la letra y negando la participación amplia y democrática de la comunidad univalluna. Infortunadamente, pese a este panorama difícil para la educación superior, no logramos movilizarnos de manera contundente como estudiantes, solo los trabajadores del Sindicato de Trabajadores Universitarios de Colombia (Sintrauniol-Cali) nos demostraron una movilización contundente al interior de Univalle en la negociación de los puntos de su convención colectiva, a pesar de los diferentes ataques de sectores de la universidad que promovían un pensamiento derechizado y constantes ataques a las acciones movilizadoras.
A mitad de año también recibíamos la dura y sorpresiva noticia desde Bogotá de la captura de compañeros y compañeras de Identidad Estudiantil y el Congreso de los Pueblos, estuvieron en la cárcel por más de dos meses acusados de realizar “acciones terroristas” pero luego fueron liberados por la falta de pruebas de la policía nacional y por no habérseles irrespetado el debido proceso. Fueron días de angustia e incertidumbre, también de movilización, de plantones en la fiscalía, en el INPEC, en la gobernación del Valle, como en muchas otras ciudades se realizó, reclamando la libertad de nuestros compas y exigiendo el cese de la persecución al movimiento popular. La liberación de nuestros compañeros y compañeras fue una pequeña victoria en medio de tanta injusticia, pero no nos olvidamos de los demás presos políticos que hay a lo largo y ancho del país, ni tampoco de los asesinatos a líderes campesinos, indígenas, afros, sindicalistas que siguen habiendo mientras transcurre un proceso de acuerdos de paz.
Para el segundo semestre empezamos a vislumbrar lo que sería la salida de Iván Enrique Ramos Calderón (Antiguo rector de Univalle) quien estuvo por más de 12 años como rector, dejando muy mal parada a la universidad y utilizando las más variadas y diversas prácticas burocráticas a costa del detrimento de nuestra Univalle. También empezamos a padecer lo que ha sido la peor crisis de la historia del Hospital Universitario del Valle (HUV), los médicos internos, los estudiantes y trabajadores del hospital empezaron a fortalecer la movilización, y fue así como el 17 de Septiembre la Universidad del Valle decretó Paro Indefinido exigiendo la elección directa del Rector y en defensa de nuestro HUV.
Semanas de asambleas generales, por programas, por facultades y departamentos, la conformación de comités de trabajo por la diversidad de estudiantes mostraban una recomposición del movimiento estudiantil univalluno, el renacer de una generación que convocó multitudinarias marchas, acciones en defensa del HUV, despertando el espíritu crítico y transformador del estudiante que durante varios años después del 2011 estuvo más bien pasivo, fue el despertar con un mensaje de esperanza: Mientras Univalle viva el HUV no muere. Fueron las semanas de las brigadas en los barrios, de los plantones, de las exigencias a las EPS y la conformación de diferentes espacios por el salvamento del HUV, comprometiendo a políticos, funcionarios, directivos de toda índole con las propuestas generadas desde los estudiantes. También fue decirle al pueblo caleño que en Univalle estudiamos y luchamos, que no solo somos simples revoltosos como lo ven y escuchan en muchos medios de comunicación, y que hoy es más urgente entender que necesitamos luchar como pueblo caleño porque nuestros problemas aún no han terminado y que los estudiantes no estamos al margen de las luchas de la ciudad y las luchas populares.
Lamentablemente nuestra bandera por la elección directa de rector solo quedó en la exigencia democrática de los estudiantes en la consulta del 28 de Septiembre, donde alrededor del 77% (3702 votos del total de 4802) de los votos fueron anulados con un plegable que decía “Elección directa de rector y mesa multiestamentaria ya!” Un día simbólico e histórico para nuestra universidad. Lamentable porque de nuevo se viola la democracia y el nuevo rector fue designado después de la postergación, el 20 de noviembre y sin previo aviso del ajuste de las fechas. Pero el debate está abierto y depende de nosotros los estudiantes que se promueva, en todas las esferas de la universidad porque el debate político aún no termina. En consecuencia, el nuevo rector es Edgar Varela Barrios, la peor opción para el bienestar común de la universidad y quien pretende seguir con las políticas de Iván Ramos y las directrices copiadas del gobierno nacional. Sin embargo, continuamos defendiendo al HUV, alrededor de 800 estudiantes viajamos a Bogotá, allí comprometimos al ministro de salud Alejandro Gaviria, logramos recursos para el HUV, logramos impedir su liquidación, impedir la ley de quiebras (ley 550), frenar la intervención y poner en evidencia nacional la crisis estructural del sistema de salud colombiano que se replicaba en otros hospitales universitarios del país. Estudiantes de las demás universidades de Cali mostraban su apoyo y se movilizaban, y dentro de esa crisis, también enviaban un mensaje de lucha desde la Universidad Libre por el cierre de la Clínica Universitaria Rafael Uribe Uribe (CURUU) que por esa presión y movilización social, logró reabrirse aunque no en las condiciones más óptimas.
Se termina el año 2015, pero no la continuidad de las luchas. Millones de calendarios irán a la basura y millones serán impresos anunciando el “nuevo” inicio de un 2016 con expectativas y proyectos, que seguramente influirán a muchos a olvidar el 2015; pero lo cierto es que en el 2016 nos esperan más retos al movimiento estudiantil caleño y colombiano, nuestra mayor victoria de mediano plazo será no dejar que en el 2015 quede una lucha y movilización tan bonita y tan importante que iniciamos desde nuestra histórica Univalle, nuestro mayor impulso será no olvidar los logros conseguidos y los errores cometidos en el 2015, siempre estamos dispuestos a avanzar y no debemos perder esa perspectiva de la unidad que nos hace más fuertes, debemos volver a pensar los nuevos pasos, más precisos y más inteligentes, ser optimistas y no triunfalistas, pero nunca pesimistas ni sentirnos derrotados, pues la lucha es difícil y en ella es que crecemos para construir ese otro mundo posible.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More

 
Powered by Blogger