Durante
varias horas de la mañana de este viernes 2 de octubre, dos celadores del
cuerpo de vigilancia privada de la UIS decidieron encadenarse de forma
simbólica a la portería principal de la Institución. La medida la tomaron luego
de conocer el despido de sus actividades laborales, según ellos, sin razón
alguna por parte de las directivas a cargo de la vigilancia de la Universidad.
Uno de ellos adelanta estudios de Tecnología en Gestión Judicial y
Criminalística en la UIS.
Se
trata de Fabio Garcés Aranda y Xiomara Ribero, quienes fueron notificados de su
despido “sin descargos” como lo denuncian ante la comunidad universitaria.
Además, esta acción dio paso a una serie de denuncias de irregularidades que se
han venido presentando contra ellos. Estas van desde el proceso de contratación
hasta la dignidad laboral y van dirigidas principalmente contra Iván Rojas
Camargo, quien se ha desempeñado como jefe de la División de Planta Física y
quien tiene a cargo la dirección de la vigilancia del campus.
Desde
que asumió la jefatura de esta División, Iván Rojas se ha caracterizado por una
persecución constante. A las ya existentes denuncias por parte de estudiantes,
docentes y trabajadores, se suma esta última denuncia de persecución y
atropellos emitida por miembros de su mismo personal de trabajo.
En
medio de la protesta, los celadores confirmaron los planes de persecución a
estudiantes existentes dentro del campus dirigido directamente por Iván Rojas,
quien constantemente exige informes sobre estudiantes y comunidad académica en
general que tienen participación activa en la Universidad. Entre ellos, se
destacan la individualización a estudiantes que participen en acciones
sociales, impedimento de ingreso al Campus Universitario y aceptaron, además,
ser responsables de hechos como el reciente daño a la corteza de varios
árboles.
Varios
de los celadores que prestan servicio en la Universidad están sometidos a
horarios entre 14 y 15 horas diarias, con un sueldo máximo de 1.050.000 pesos
mensuales. Por último, los celadores afirman que varios de sus compañeros
apoyan su protesta y quisieran también estar ahí denunciando muchas de las
irregularidades que pasan en la UIS, pero no lo hacen por temor a represalias.
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