A un
mes del inicio de las movilizaciones estudiantiles en la Universidad de
Cartagena, continúan las asambleas permanentes para la construcción del Pliego
General de Exigencias, consolidado de las peticiones a la administración de
Edgar Parra Chacón quien hasta el momento no soluciona las demandas sobre mejor
infraestructura y docentes con condiciones dignas de contratación.
El inicio
Fueron
los estudiantes de Ciencias Exactas y naturales quienes iniciaron las
manifestaciones, motivados principalmente por la falta de docentes y pésima
infraestructura. Los primeros días del pasado mes de septiembre, decidieron
emprender vías de derecho con el objetivo de exigir condiciones mínimas para el
desarrollo de su formación. Al no obtener respuesta alguna se declararon en
paro. Sin embargo, la situación solo se hizo visible a partir de la toma del
Claustro de San Agustín, protesta a la que se sumaron otros programas de la U
de C a partir de asambleas por facultad, de las cuales emergieron las
peticiones que más tarde conformaron el Pliego General de Exigencias que hoy
agitan.
En el
transcurso del proceso se realizaron múltiples manifestaciones, articulación
entre organizaciones, socializaciones de la problemática, entre otras acciones.
El cese de actividades recibió un importante respaldo de estudiantes, egresados
y ciudadanos.
Acuerdos incumplidos
El
sábado 19 de septiembre, representantes estudiantiles y la administración de la
universidad firmaron un acta de compromiso en la que quedaba como constancia el
inicio las mesas de negociación entre ambas partes con la voluntad de los
estudiantes de levantar los bloqueos en todos los estamentos del Claustro,
tomado dos semanas atrás. El 22 del mismo mes se instalaron las mesas de
negociación en la biblioteca del Claustro en presencia de representantes
estudiantiles, administrativos y docentes.
Para
garantizar la transparencia del encuentro, la asamblea sesionó en pleno y de
forma pública, respaldada por una transmisión en vivo a través de la página de
la U de C.
No
obstante, los intentos de la administración por dilatar todo el proceso fue
evidente. Los estudiantes coinciden en que, mediante distracciones y
provocaciones, intentaron fragmentar al movimiento estudiantil, desviando así
objetivo principal: el cumplimiento de los acuerdos y compromisos.
Hasta
la fecha la administración de la U de C, según los estudiantes, no muestra una
voluntad negociadora. Argumentan falta de presupuesto y de “estudios
especializados”, aun cuando se trata de requerimientos mínimos: “A través de
comunicados, señalaron al Comité de Permanencia, conformado por los estudiantes
que a modo de protesta acampan en la universidad desde el inicio de la toma”.
Suplantando a los estudiantes
La
respuesta de la administración de Parra Chacón frente al éxito de las acciones
fue convocar una movilización de todos los estamentos de la U de C el pasado 21
de septiembre, en un claro ejercicio de sustitución de las formas históricas de
organización estudiantil. La “protesta” de Parra Chacón pretendía dividir a los
estudiantes, trabajadores y maestros a partir de la apertura del Claustro, aun
cuando desde el 19 de septiembre se
encontraba abierto.
El 25
de septiembre, viernes, la Plataforma Estudiantil exigió el estado financiero y
la ejecución presupuestal de la Universidad. Ante esta petición, aparentemente
simple, los funcionarios de Parra cuestionaron las “capacidades de comprensión
de los estudiantes, constatadas por un promedio académico deficiente”. Lo
curioso es que estos documentos son públicos y de libre acceso para la
ciudadanía.
Presiones y resistencia
La
confrontación al respecto del presupuesto motivó a la administración a impedir
el acceso al Claustro de San Agustín desde la noche del 26 de septiembre. El
domingo siguiente, en un lapso de tiempo, no se permitió la entrada ni salida
de los estudiantes que ya se encontraban adentro desde el día anterior. Más
tarde solo se permitiría la salida.
Por
este hecho, 15 estudiantes estuvieron más de doce horas sin alimentación. Lo
mismo ocurrió en la sede Piedra de Bolívar.
De esta
manera, insisten los estudiantes, se incumplieron los acuerdos consolidados en
el acta de compromiso entre directivos y estudiantes, firmada el mismo 19 de
septiembre. Allí el gobierno de Parra Chacón se comprometía a “respetar la
protesta pacífica”, que por supuesto implica tomas y bloqueos.
¿Y ahora qué?
La
Plataforma Estudiantil Amplia 'S.O.S Universidad de Cartagena', conformada por
el conjunto de los estudiantes movilizados en el ejercicio del derecho de la
protesta, continúa su camino para exigir condiciones mínimas que debe ofrecerles
la institución.
Hoy, a
pesar de los obstáculos mencionados y de las presiones del Consejo Superior de
la U de C que amenaza con la cancelación del semestre, se mantienen las
jornadas de protesta: “Lo único que resta es la unión y la movilización”,
aseguró la Plataforma.
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