Mauricio
Alviar Ramírez, Rector de la Universidad explica los pormenores de esta
trascendental decisión.
¿A qué obedece el cambio en la política de
admisión?
Los
estudios que hemos desarrollado hace unos ocho o diez años nos dicen que el
primer determinante de la deserción en la Universidad es la calidad desde la
condición de los aspirantes. Si la Universidad logra, como pretendemos con este
acuerdo académico, elevar el nivel de los jóvenes que se presentan a la
Universidad desde los grados 10 y 11, vamos a tener mejores resultados en la
permanencia, vamos a ayudarles a perfilar mejor su vocación y vamos a lograr
mejores tasas de graduación. Lo que hemos hecho ahora para la admisión de noviembre
es apenas el comienzo de todo un cambio en las políticas para pasar de un
examen de admisión a un proceso de selección.
La
reforma ataca la deserción en general. Lo que pasa es que nosotros hemos visto,
según las estadísticas recientes de la Vicerrectoría de Docencia, que la
denominada deserción temprana, aquella que ocurre entre el primero y segundo
semestre, ha venido creciendo. A finales de la década del 90 estaba en promedio
en un 12%. Hoy la tenemos en 24%. O sea, en los dos primeros semestres se nos
está yendo la quinta parte de los estudiantes. Eso es gravísimo. Y a lo largo
de una cohorte, llega al 48%, en promedio. Eso es importante aclararlo, porque
hay programas como los del área de la salud, en los cuales la deserción no
llega siquiera al 10%. Y es natural que así sea: un joven que pasa a Medicina
difícilmente va a desertar, aunque hay casos, por supuesto; el promedio de
deserción en las áreas de la salud es mucho más bajo que el de la Universidad.
¿Cómo opera la figura de la doble opción?
Hasta
ahora los estudiantes que no logran cupo en la primera opción van a la segunda
opción, pero por residuo. Con esa manera, muchos jóvenes con buenos puntajes se
quedan por fuera de la Universidad. ¿Cómo lo vamos a hacer ahora? Los jóvenes
que no logren cupo en el programa seleccionado como la primera opción van a ir
a la segunda opción a competir con los de la primera opción. Es decir, los que
tienen mejores puntajes acá van a ir de primeros en la segunda opción (que para
otros será la primera). Eso nos garantiza mejores resultados y mejores
puntajes, y mejora en la selección de nuestros estudiantes.
¿En qué consiste la ponderación de las
pruebas?
Las
pruebas de razonamiento lógico y de comprensión lectora van a tener una
ponderación del 30% cada una, y la prueba específica, que nos habla de la vocación
del aspirante, del 40%.
¿Qué va a pasar en esta admisión particular
con las regiones?
Para
las regiones operarán los mismos cambios.
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