Momentos
de incertidumbre y alarma se viven en la Universidad Industrial de Santander
-UIS-, el claustro universitario público más grande del nororiente colombiano.
La última sesión del Consejo Superior fue una mesa de acusaciones hacia el
rector, comentarios subidos de tono y fuertes denuncias.
¿Qué pasa con la dirección de la UIS?
Félix
Jaimes Lasprilla representante de sector productivo ante el Consejo Superior
acusó al rector Álvaro Ramírez de haber modificado los pliegos de la licitación
del edificio de gestión empresarial del Parque Tecnológico Guatiguará –PTG-
para favorecer a cierta constructora oferente. Jaimes Lasprilla manifestó
además tener pruebas técnicas de ello, se trata de una acusación que al mismo
tiempo hizo la Sociedad Santandereana de Ingenieros con una carta dirigida al
Consejo Superior. Manifestándole al rector que no era “digno” de continuar en
el cargo y que lamentaba el desengaño que estaba viviendo producto de sus
actuaciones.
Se
trata de un elemento nuevo en una secuencia de hechos turbios al interior de la
UIS. La acusación gira entorno a que el rector favorece a un poderoso consorcio
constructor propiedad de la familia Valderrama -Valco Constructores Ltda y
Constructora Valderrama Ltda- para el contrato del edificio del PTG, un
contrato de alrededor de 9 mil millones de pesos. Esta hipótesis es motivada
además por la cercana relación que tiene el rector con el gobernador del
departamento Richard Aguilar, quien ha sido acusado en los medios regionales de
concentrar la contratación de su despacho con Valco, poniéndose como ejemplos
el tercer carril de la autopista, el intercambiador de Neomundo, el estadio
Barrancabermeja y vía San Gil-Charalá-Límites.
El
rector de la universidad ha pujado por la compra de un terreno en el municipio
de Chía para construir una sede de la UIS en el centro del país. Ante ello el
representante estudiantil ante el Consejo Superior, Carlos Monroy, declaró que
el apoderado y representante legal del lote en Chía ha sido también
representante legal de Valco en otros negocios, sin que esto sugiera por si
solo que el lote en Chía sea propiedad de Valco.
Otras
sombras que rondan al rector Ramírez tienen que ver con la adquisición de un
apartamento de Valco en el mes de febrero. Al respecto el rector expresó a
través de un video publicado por medios institucionales, que lo adquirió
gracias a un préstamo. Sin embargo, el propio rector confirmó que había
sostenido en meses pasados una reunión con Mario Valderrama, dueño de Valco
ltda.
Al interior de la universidad
El
semestre académico de pregrado en la UIS
terminará en septiembre, luego de modificarse el calendario al final de las
siete semanas de asamblea permanente que profesores, estudiantes y trabajadores
sostuvieron entre marzo, abril y mayo como consecuencia de una serie de
irregularidades y grandes proyectos institucionales sin previa discusión ni
socialización dentro de la comunidad universitaria como la negociación del lote
en Chía, la creación de una nueva vicerrectoría, la figura de fundación para
administrar el PTG, entre otros; todos proyectos que fueron derogados debido a
la presión de la asamblea triestamentaria.
La
imagen del rector como líder académico que administra las líneas gruesas de la
UIS está bastante golpeada, muy pocas
personas aún creen en él luego de que ocultara información y mintiera sobre
varias conjeturas.
La reacción de la comunidad universitaria
El
rector está condicionado por la comunidad universitaria quien le dio una
oportunidad para reconstruir la confianza a través de unas mesas de
concertación que se instalaron como condición para levantar la asamblea. Este
nuevo episodio ha rebosado la copa en importantes grupos de opinión de la UIS.
Los estudiantes ya citaron asamblea para el jueves 20 de agosto y los
profesores hicieron lo propio solicitando formalmente la renuncia del rector
por medio de un comunicado al Consejo Superior firmado el 13 de agosto.
Los
colectivos estudiantiles y estudiantes en general tienen un interesante debate
al respecto pues no ha pasado desapercibida la contundente actitud crítica de
Jaimes Lasprilla. Algunos leen su actuar como parte de un objetivo de algún
sector del ´liberalismo´ que quiere en la rectoría alguien más cercano a sus
colores. Valoran que hay una pugna con el sector del gobernador Aguilar.
Jesús
Maldonado, miembro del proceso nacional Identidad Estudiantil y estudiante de
Diseño Industrial, corrobora que la realidad administrativa de la UIS no se
explica sin poner en el mapa a las maquinarias políticas de la región quienes
no subestiman el musculo económico del claustro universitario, además agrega
que: “Aunque la salida o permanencia del rector beneficia a algún grupo
político externo a la UIS, el estudiantado debe tener la madurez para tomar una
posición y ser muy claros en que no estamos haciéndole el favor a nadie al
solicitar o no la renuncia del rector, sino que se trata de un momento que
sentará un precedente, y que en últimas nos interesa es el fortalecimiento del
movimiento educativo, de lo público y de la UIS como patrimonio de todos”. La
complejidad de la situación no es menor, el ambiente esta enrarecido por la
cercanía de las elecciones territoriales de octubre y las elecciones a rectoría
a comienzos del otro año.
Todos
coinciden en rechazar rotundamente una eventual intervención del Ministerio de
Educación aprovechando la inestabilidad del alma mater y amparados en la nueva
Ley de Inspección y Vigilancia vista por amplios sectores como una bofetada a
la autonomía universitaria que por otro lado es defendida por la comunidad
quien amparada en ella viene fortaleciendo una corriente de opinión favorable a
la reforma democrática de los Estatutos que actualmente permiten la
antidemocracia.
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