El
pasado 9 de junio en Valledupar, hacinados en la biblioteca de la sede Sabanas
de la Universidad Popular del Cesar -UPC-, con una vigilancia y control
cuestionables en medio de las cuales el voto en definitiva no era secreto, se
realizó la votación estamentaria para la elección del rector. De igual forma
ocurrió en Aguachica donde una multitud de personas generó una situación de
seguridad compleja para los votantes, incluso hubo intervención de la Fuerza
Pública. Condiciones similares hubo en el municipio de Codazzi.
Los 13
candidatos, quienes según representantes de la comunidad universitaria se
dedicaron días antes de la consulta a realizar “poca política y mucha
politiquería" en las 3 sedes de la UPC, ubicadas en Valledupar, Codazzi y
Aguachica. A esta situación se suman las alianzas entre algunos ex-candidatos a
la representación estudiantil ante el Consejo Superior Universitario y
aspirantes a rectores, lo que en la versión de algunos estudiantes de la UPC
resulta sospechoso y malintencionado.
Un
testimonio entregado por un estudiante, afirma que el grado de competencia por
la rectoría de la UPC llegó incluso a las manifestaciones violentas: “Desde el
fin de semana anterior a las elecciones, los principales candidatos (Oñate,
Meza, Melquiades, Torres, Botero) instalaron carpas a las afueras de la
Universidad y llegaron a enfrentarse por estar a la primera vista de los
transeúntes”.
Las votaciones
El día
de la votación según los estudiantes, nada era calma. Contrario a las
declaraciones de Baldomero Rosado Quintero, presidente del Tribunal de
Garantías Electorales de la UPC, afuera de la entrada principal de la sede
Sabanas (Valledupar) todo parecía “una plaza de mercado”.
Un
estudiante que por motivos de seguridad pidió reserva con su nombre, afirmó que
“se presentó compra y venta de votos. No les importó el artículo 390 sobre
‘corrupción de sufragante’ del Código Penal, llegaron a ofrecer, a pagar y a
recibir, 15 mil, 20 mil y hasta 50 mil por cada sufragio”. Ese día, se presentaron dos capturas en la
sede Sabanas de Valledupar por la corrupción desmedida. No obstante, Rosado
Quintero explicó al respecto que hay “un caso de un estudiante que se presume
estaba vendiendo votos, pero el acervo probatorio fue muy pobre y debió dejarse
en libertad”.
Según
RCN la Radio, existen 4 pruebas de vídeos, audios y correos electrónicos donde
se evidencia el tráfico de votos y por ello se encuentran 7 docentes indagados
en la Oficina de Control Interno de la UPC, 3 de Aguachica y el resto de
Valledupar.
Ante el
espectáculo de las elecciones, ¿dónde estaban los entes de control y vigilancia
encargados de garantizar transparencia y certeza a estas elecciones? Los mismos
estudiantes manifiestan que la UPC es un "fortín político... una mafia
bárbara de familias".
Algo de historia
Este no
es un caso nuevo en la Popular, pues en el periodo anterior, con la elección de
Jesualdo Hernandez hubo un ambiente electoral muy pesado e inclusive demandas
de algunos consejeros del CSU por inconformidad con el proceso, y al respecto
el mismo Hernández declaró que en la elecciones anteriores (Representante
estudiantil), también se presentaron estos sucesos de constreñimiento contra
los estudiantes en razón de votos.
El
cargo de rector de la UPC ha sido apetecido por caciques políticos del norte
del país desde hace décadas. No en vano se conoció en declaraciones entregadas
por varios paramilitares del Frente Mártires del Valle de Upar, entre ellos
Adolfo Enrique Guevara, más conocido con el alias de 101, los paras incidieron
en la elección del rector del claustro en 2004, cuando resultó elegido José
Guillermo Botero. Esto claro, luego de que los jefes paramilitares se reunieran
con varios aspirantes al cargo.
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