Por: Miguel Angel Romero
“Hay una política educativa sin democracia ni
financiación”
La
actualidad y el futuro al que se enfrenta la Universidad de Antioquia luego de
la designación de Mauricio Alviar como rector es crítica y nos pone en un
estado de alerta, pues desde su campaña electoral ha hecho un despliegue
mediático manifestando diferentes cambios y reformas en el alma mater. Entre
dichas reformas, la más mencionada hasta hoy ha sido el cambio del examen de
admisión. Sus propuestas y políticas nos han motivado a sumar esfuerzos sobre
una base de unidad, teniendo como objetivo común la defensa de la educación
pública y una Universidad de Antioquia con calidad al servicio de la sociedad.
Es
necesario esclarecer a la comunidad universitaria y a la sociedad que los
cambios anunciados y propuestos por el nuevo Rector están sustentados en una
falsa argumentación, que él mismo ha denominado herramientas para mejorar la
calidad, la cobertura y disminuir la deserción. La verdad es otra: sus reformas
están direccionadas por el Gobierno Nacional bajo los lineamientos de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico –OCDE–, los cuales
están plasmados en el Plan Nacional de Desarrollo y el Acuerdo por lo Superior
2034, en especial el capítulo 5, referido a la educación terciaria, la
reorientación y la articulación de las mallas curriculares de la educación
media, técnica, tecnológica y profesional con la formación para el empleo.
Estas
políticas gubernamentales apuntan a un mayor detrimento de la educación
pública, el colapso presupuestal de las universidades y la sustitución por un
modelo educativo impuesto desde los Tratados de Libre Comercio, por exigencias
del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, orientado al objetivo de
universidades con ánimo de lucro, que convierta el derecho a la educación en un
negocio para el capital financiero. No en vano los votos que impusieron al
nuevo rector fueron los aportados por el presidente Juan Manuel Santos, su
Ministra de Educación Gina Parody, el gobernador Sergio Fajardo, el exrector
Jaime Restrepo Cuartas -exprecandidato a la Gobernación por Centro
Democrático-, y un representante de los egresados, votos que reflejan los
intereses de las maquinarias políticas y del establecimiento neoliberal que ha
gobernado el país.
Este
panorama nos ubica en una discusión y construcción que lastimosamente no fueron
tenidas en cuenta en el pasado conversatorio del rector con los estudiantes. Se
presenta una política educativa que no considera ni la democracia ni la
financiación estatal plena como condiciones necesarias para la autonomía universitaria
y para la calidad de la educación pública. No hay duda que a los estudiantes se
les ha negado la participación democrática y no se han incluido los diferentes
estamentos en las decisiones y discusiones en las que se encuentra inmersa la
Universidad de Antioquia.
Los
argumentos planteados para generar el cambio de examen de admisión carecen de
sustento y muestran una serie de mentiras que intentan eludir el verdadero
problema. La calidad, la deserción y la cobertura son problemas ligados a la
financiación de la educación pública, no puede pretenderse que con un cambio en
el examen se suplan las profundas falencias que ha dejado la crisis financiera
del Sistema Universitario Estatal. Por otro lado, asignar la responsabilidad de
calidad en los pregrados a los aspirantes es desconocer el estado de
desfinanciación y baja calidad a la que también ha sido sometida la educación
media en el país.
Sin
democracia y participación es imposible plantear reformas y cambios en pro de
la calidad y la equidad social, un cambio del examen de admisión actual, tal
como se ha anunciado por los medios de comunicación, solo generará lo que desde
diferentes espacios se ha denunciado: ampliar la brecha de desigualdad y
reducir las oportunidades de acceder a la educación superior universitaria de
los jóvenes en la región. Además, en un acto irresponsable se oculta dicha
propuesta y se anuncia el cambio para el segundo semestre del 2015, tal es el
nivel de improvisación e imposición en la actual administración, que en su afán
por cumplir compromisos con el Gobierno Nacional pretende construir un nuevo
examen de admisión en tan solo cinco meses.
Nuestra
posición es clara e inamovible: la desfinanciación impuesta a la universidad ha
profundizado la antidemocracia universitaria. Solo será posible plantear
reformas que pugnen por el avance de la universidad si se hacen con verdadera
participación democrática. Por tal motivo, invitamos a todos los estamentos a
apropiarnos de nuestra alma mater, a desarrollar con responsabilidad y academia
nuestro papel de universitarios, de manera que seamos nosotros con la
movilización democrática y la construcción conjunta quienes generemos los
espacios de diálogo y debate que permitan el avance y crecimiento de la
Universidad en materia de calidad, investigación, docencia, extensión,
inclusión y responsabilidad social, sin cesar en la exigencia por una
financiación plena del sistema universitario estatal.
Firman:
OFAEIN
(oficina de estudiantes de ingeniería)
Organización
Colombiana de Estudiantes (OCE)
OFAE
(oficina de estudiantes de derecho)
Proceso
Nacional Identidad Estudiantil
Federación
Universitaria Nacional (FUN) Comisiones
Colectivo
de Educación Popular Paulo Freire
Articulación
de Preuniversitarios Populares (POEEMA)
Colegiatura
Consejo Estudiantil de Salud Pública
Estudiantes
Independientes
Red
estudiantil de ingeniería
Sindicato
estudiantil (SIES)
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