El día
de ayer se encontraron en la ciudad de Bogotá profesores venidos de varios
departamentos del país, para participar en la denominada Toma de Bogotá.
A ellos
se unieron estudiantes de las universidades públicas del país y trabajadores
sindicalizados en la Central Unitaria de Trabajadores -CUT- y en la Central de
Trabajadores de Colombia -CTC-, quienes entraron a Paro Nacional desde el
pasado 22 de abril.
Los
profesores exigen el reajuste de sus salarios y la mejora de condiciones
laborales y de asistencia médica. Y es que actualmente un profesor oficial con
título de maestría puede estar ganando tan sólo 1'400.000 pesos al mes, lo que
no devuelve la inversión en costos de estudios cuando una maestría no baja de
3'500.000 pesos mensuales.
A esto
se suma el exceso de responsabilidades que son cargadas a los maestros, la
falta de celeridad en atención a la salud mental y física y el exceso de tiempo
impuesto para ascender en el escalafón, entre otras situaciones más particulares
de algunas zonas del país.
Los
estudiantes de secundaria apoyan a sus docentes, pues saben que sus malas
condiciones laborales afectan también la calidad de educación que reciben.
Por su
parte, los empleados estatales también se encuentran en crisis laboral, lo que
los ha llevado a un paro indefinido que, entre otras, exige instalar una mesa
de acuerdos con el Gobierno. La movilidad en Bogotá capital estuvo detenida por
varias horas, pues se presentaron bloqueos en las vías principales.
Frente
a las exigencias de un sector históricamente poco recompensado en Colombia como
es el magisterial, aún se espera un pronunciamiento de fondo por parte de la
ministra Gina Parody, quien hace pocos días dijo que no negociaría con docentes
en paro y que tampoco les pagaría los días que no trabajaran, expresión que
molestó aún más al sector. Lo anterior se ha calificado por parte de algunos
medios de comunicación como incapacidad de la ministra para dialogar y manejar
un Paro de esta magnitud.
0 comentarios:
Publicar un comentario