Hoy la
Universidad Nacional de Colombia, una de las mejores universidades del
país, está pasando por una de sus crisis
más agudas en la historia, no solo en términos financieros sino de bienestar y
de democracia; una muestra de esto es el saldo de 7.200 millones de pesos
déficit que tiene en este momento la Facultad de Ciencias Humanas (FCH) y un
saldo de 700 millones de pesos que tiene la Facultad de odontología. Es
desalentador el panorama que se ve por la gran crisis que está pasando la
Universidad en estos momentos, resultado de una década llena de privatización y
falta de garantías para la educación digna por parte de las administraciones y
el gobierno nacional.
Dentro
de las mayores exigencias que tiene la Facultad de Ciencias Humanas, está:
- Eximir del pago de las transferencias de la FCH al nivel central. Pedir la exención de transferencias adeudadas, que ascienden a más de 4450 millones. En este momento la Facultad no cuenta con los recursos suficientes para cubrir con sus gastos de funcionamiento – esta sólo dispone de $631.641.857 – y se calcula un monto de $2.706.889.368 para los requerimientos financieros.
- Una rendición de cuentas clara por quienes han ejercido como Decanos desde 2009, Fabián Sanabria y Sergio Bolaños, para que esclarezcan en qué se invirtieron los recursos que debían ser destinados para las transferencias al nivel central y que hoy son la causa de la gran crisis que está pasando la Facultad.
- El reconocimiento de la constitución de un órgano adjunto al Consejo de Facultad que, en debido ejercicio del Co-gobierno y la Democracia Universitaria real, cumpla funciones de acompañamiento, seguimiento y dirección de la Facultad para superar la crisis que actualmente Éste deberá contar, en un primer momento, con la participación protagónica de los Representantes Estudiantiles, Representantes Profesorales y Trabajadores de cada unidad académica, los cuales, a su vez, deberán velar por su ampliación hacia la participación mayoritaria, democrática y decisoria de toda la comunidad académica de la Facultad.
Este
semestre se abre un nuevo panorama que pone en alerta y movilización constante,
no solo a la Facultad de Ciencias Humanas, sino a toda la universidad en su
mayoría. Es muy importante tener en cuenta esto ya que no sólo desde el estamento
estudiantil estamos siendo afectados y afectadas, sino que nuevamente la
administración de la universidad le incumple a los trabajadores quienes, en
respuesta a esto, han definido como hora cero para su movilización el día 13 de
abril de 2015; es momento de unificar
esfuerzos por la defensa de la Universidad Pública, Estatal y Gratuita.
Por
otro lado, en momentos electorales salen las peores actitudes de la
competitividad, en lo que respecta a dicho escenario. Una muestra de esto es
como Mantilla sale a relucir su “buena” administración llena de una
burocratización e imposición desde los intereses del Gobierno Nacional. Tras la
crisis por la que atraviesa la Universidad el famoso Rector se lava las manos
asegurando que el tema no es de su competencia, sino que es problema de las
facultades. Esto puede ser una aseveración muy peligrosa, para su candidatura,
puesto que siendo su deber, como representante legal de la Universidad, velar
por el buen funcionamiento de la misma en todos sus aspectos (bienestar,
financiación, infraestructura, etc) encontramos como resultado de su gestión:
una Universidad con el 60% de los edificios en malas condiciones
infraestructurales, competencia entre
Facultades por quién produce más dineros para su mantenimiento, una baja
inversión en las funciones misionales de la Universidad y el Bienestar
Institucional, pero mientras tanto se jacta en su sillón de plumas diciendo que
todo está bien.
Es
momento de elevar los niveles de conciencia, de acción y de participación de
todo el sector estudiantil por la defensa de, esta, nuestra Alma Mater. No
dejemos que otros decidan por nosotros y nosotras en este momento. Debemos
empoderarnos del rumbo de nuestra Universidad desde el debate y la construcción
académica, hasta la movilización en la calle con el resto de la sociedad. El
problema de la educación nos compete a todos y todas y, si estamos luchando por
una Educación para la Paz, esta debe pasar por ser gratuita, digna y de
calidad.
Exijamos
las garantías para el buen desarrollo de las potencialidades que tiene cada uno
desde su área de conocimiento. Salgamos a las calles para que la gente se dé
cuenta que no solo es problema para nosotros quienes estudiamos, sino de los
que vienen atrás y los que aún no pueden acceder a este privilegio.
Por
último, hacernos la invitación a la construcción desde la base, desde nuestros
Departamentos, Facultades, Semilleros, Grupos de Estudio. Es fundamental que
más personas se enteren de esta situación y juntos retomemos las victorias
históricas del 2011 y las que se avecinan si nos ponemos en la voluntad y
disposición de demostrar que, con el apoyo incondicional del movimiento
estudiantil en este momento tan trascendental de la historia colombiana,
transformar nuestra Universidad Nacional y nuestro país SI ES POSIBLE.
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