Por:
Juan Camilo Alcalde Gallego
La
institución dejará de percibir 243 mil millones de pesos.
El
déficit presupuestal de 7.200 millones de pesos que tiene para este año la
Facultad de Ciencias Humanas de la UN (que desde ya se expresa en el
congelamiento de varias de sus actividades como la contratación docente), NO es
una situación espontánea, es el resultado de una política de autofinanciación y
privatización promovida y profundizada por Juan Manuel Santos y su Min
Educación, Gina Parody, cuyo faro son las exigencias de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE, que se expresan en el “Acuerdo por
lo Superior 2034” y el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018, que insisten en
continuar la política de exigirle a las instituciones ampliación en la
cobertura pero sin aumentar el presupuesto para cubrir los costos que ese
aumento de cobertura genera.
Tal
política de autofinanciamiento se había dado hasta hace poco en dos formas:
primero, por medio de alianzas con el sector privado para proyectos de asesoría
(extensión); segundo, en el aumento en el costo de matrículas, respaldadas en
muchos casos por créditos con el ICETEX, lo que en términos económicos se
conoce como financiación a la demanda. Pero tal modelo es tan insostenible que
el déficit de todas las universidades públicas ha ido creciendo hasta el punto
de rondar hoy los 13 billones. En lugar del financiamiento público directo, el
gobierno Santos sigue promoviendo las mismas políticas que causan del problema,
impulsando una tercera forma de autofinanciación que pretende endeudar ya no
solo a quienes demandan educación sino también a quienes la ofertan, por
ejemplo, el cupo de endeudamiento que la UN aprobó con el FINDETER (propuesta
contenida el APS 2034) por 200.000 millones, cifra cercana al presupuesto que
será destinado para el programa ser pilo paga (que es también, endeudamiento a
la demanda, pues no son más que créditos condonables). Lo anterior evidencia un
direccionamiento de recursos privados a las universidades públicas y de
recursos públicos a las universidades privadas: ninguna revolución educativa,
pura demagogia.
Se dijo
que el respaldo para pagar el crédito que podría adquirir la UN sería el dinero
entrante por la ley de la Estampilla, pero si en las condiciones económicas en
las que estaba el país cuando se firmó dicha ley no era posible recaudar todo
el dinero esperado, ahora, con la caída en los precios del petróleo es imposible,
se proyecta un hueco en el presupuesto general de la nación de más de 30
billones y se estima que el sector de la construcción estatal puede disminuir
su actividad en un 75%, lo que implica que el sector del cual saldrían los
dineros de la estampilla caerá y la Universidad no tendrá con qué pagar sus
deudas ¿o será que lo hará con la venta de los terrenos que el proyecto de la
reforma del CAN pretende expropiarnos? Para rematar, la presidencia de la
República ordenó a las instituciones públicas reducir su presupuesto en un 10%,
para la UN eso representa 139.000 millones, más el déficit en funcionamiento de
93.000 millones con los que inició 2015, son en total 243.000 millones de los
cuales la Universidad tendrá que prescindir. Es por lo anterior que la situación
de C. Humanas no es un problema sólo de esa facultad sino que se presenta
también en Odontología y puede estallar fácilmente en muchas otras facultades
que ya tienen un déficit proyectado, como en Ciencias Económicas. ¿Qué cosas
peores estarían ocurriendo si en 2011 el movimiento estudiantil hubiera dejado
que los recursos para la educación estuvieran al vaivén del crecimiento
económico?
En
víspera de designación de rector, se hace un llamado a la comunidad académica a
participar en la consulta que se llevará a cabo el día 18 de marzo, a apoyar el
programa del profesor Mario Hernández (#4), que fue construido
democráticamente, se opone a las políticas de privatización impulsadas por el
gobierno Santos y propende por un adecuado financiamiento para garantizar el
carácter Público, Nacional y Estatal de la Universidad Nacional. Debemos hacer
respetar el resultado de la consulta y defender el carácter público de la
Universidad y de la educación.
Juan
Camilo Alcalde Gallego
@AlcaldeCamilo
Estudiante
de Ciencia Política de la Universidad Nacional de Colombia
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