La
crítica de un maestro al nuevo proyecto de la ministra Parody
Por:
Carlos Rivas* | marzo 24, 2015
La
Ministra de Educación, Gina Parody, mediante una resolución intimidatoria nos
convoca a los maestros y a las maestras de los colegios públicos a participar
en un Día E, que significa Día de la Excelencia Educativa, el cual se realizará
el próximo miércoles en todos los colegios públicos del país.
Según
el Decreto “Durante el “Día E” los directivos docentes, docentes y personal
administrativo revisarán los resultados institucionales del establecimiento
educativo y definirán el plan de acción correspondiente para alcanzar las
mejoras proyectadas por parte del Ministerio de Educación Nacional para el
correspondiente año escolar”. http://goo.gl/IAOLiy
Bienvenido
la participación y el dialogo, pero no
de arriba hacia abajo ni con amenazas e imposiciones. El dialogo para que sea
fructífero debe ser entre dos y en igualdad de condiciones, tan educador es el
Ministerio como los 320.000 educadores que diariamente, en medio de múltiples
dificultades y carencias, formamos a 8 millones de niños y jóvenes.
De
tiempo atrás, casi que desde siempre, los educadores y la Federación Colombiana
de Educadores (FECODE) hemos propuesto a
todos los gobiernos de turno un gran acuerdo por la mejora sustancial de
la calidad de la educación. Cuando concertamos con el gobierno del presidente
Gaviria la Ley General de Educación, en 1994, dejamos plasmados en la nueva Ley
nuestros aportes a la reforma de la educación y de la enseñanza que nos
habíamos propuesto desde el Movimiento Pedagógico. No es verdad que solo nos
preocupen los salarios y las prestaciones.
Uno de
los pilares de Ley General de Educación es la autonomía de los colegios para
formular su propio Proyecto Educativo Institucional (PEI), el cual recoge el
ideario educativo y pedagógico de cada colegio o institución educativa, las
áreas principales de enseñanza, la participación de padres de familia y estudiantes
en el gobierno escolar.
La
autonomía de las Instituciones Educativas para establecer sus metas educativas
no puede ser arrasada y desconocida por un plan de mejoramiento como el que
propone el Ministerio de Educación. La ministra Gina pretende que los colegios
públicos, los rectores y los maestros asumamos como propios unas metas que el
Ministerio de Educación tiene ya diseñadas y establecidas de antemano, que firmemos
unos planes y formatos de mejoramiento sin consideración de las condiciones
reales de los colegios, la mayoría con grandes carencias en materia de recursos
educativos, condicione locativas mínimas, sobrecupo de alumnos, jornada escolar
de solo 5 horas hora diarias, y por supuesto,
las condiciones de pobreza de los estudiantes.
Los
maestros no nos oponemos a la mejora de la educación, reclamamos una educación
con dignidad, una educación que contribuya al bienestar de los estudiantes y
sus familias, una educación que atienda a las necesidades de una sociedad
democrática, una educación para la paz y el postconflicto. La educación pública
es nuestra preocupación diaria y de siempre. La razón de ser de nuestra
profesión es ofrecer una educación de calidad. Pero las decisiones y políticas
sobre la educación no están en nuestras
manos. Desde hace muchos años están en
manos de la tecnocracia educativa del MEN que siguen las recomendaciones
del Banco Mundial, el Fondo Monetario y la ODCE.
Vivimos
sometidos a la última moda o al milagro educativo que quiera importar cada
ministro o ministra de Educación. Ayer el modelo era el norteamericano, ahora
nos proponen, o imponen, el modelo de Minas Gerais de Brasil o el modelo de
Singapur. http://goo.gl/xri6iG
Es un
desacierto pretender que una campaña publicitaria, un acto administrativo y un
día de la excelencia educativa, sea el camino adecuado para construir un gran
acuerdo sobre el futuro de la educación entre el gobierno, los educadores y la
sociedad.
Los
maestros compartimos el mejoramiento de la calidad educativa, la formación de
mejores ciudadanos, la participación en la reconstrucción constante del tejido
social, pero no basta con la voluntad o con la copia de una idea sustraída de
otras realidades. Para lograrlo se requiere
un incremento en el PIB del 7.5%, más formación para los educadores y
mejores recursos didácticos, alimentación adecuada y balanceada para los
estudiantes, quid escolares, servicio médico permanente, nombramiento de
120.000 docentes para la jornada completa y para que refuercen aprendizajes en
las diversas áreas, enseñen música, artes, ciencias, tecnología de punta,
deportes, orientación escolar una pedagogía critica para que los estudiantes
tengan un pensamiento democrático y reflexivo.
El día E lo vamos a aprovechar para explicar la
real situación de atraso y carencias de que vive educación pública e insistir
en nuestras elementales demandas
Reiteramos que el afán y preocupación
por la calidad educativa es la práctica constante de los docentes en su
quehacer pedagógico, la esencia de su labor profesional.
La
Ministra de Educación asume la experiencia educativa de Minas Gerais, en
Brasil, la aplica mecánicamente (Día E) sin reconocer las realidades
específicas, como si fuera poco le adicionan cuatro criterios a las pruebas
saber: progreso, desempeño, eficiencia y ambiente escolar y nuevamente
desconoce a los actores fundamentales de la vida escolar, convirtiendo el día E
en una imposición.
Ningún
plan de mejoramiento que acordemos los colegios y los maestros será realizable
si el gobierno no modifica la inversión actual en educación, si no se mejoran
las condiciones de enseñanza, se invierte en
la planta física de los colegios que en su inmensa mayoría están en
ruina. Si no se atiende el clamor de un salario profesional para los educadores
que nos permita entregarnos de tiempo completo a nuestra labor con educativa y
pedagógica con dignidad y profesionalismo.
Vemos
en el día E, una forma de imponer un nuevo modelo de evaluación velada, que
será requisito para ascensos y reubicación salarial, prometiendo aumentos
salariales sujetos a los resultados, “incentivos” que no son factor salarial,
pero si motivo y causal para sancionar docentes e instituciones educativas, si
no alcanzan las metas acordadas en los
planes de mejoramiento. A los maestros se nos pide esfuerzo, sacrificio,
dedicación, mientras el gobierno solo vigila, evalúa, castiga e impone
políticas contrarias al interés del país y de la educación.
Por las
anteriores razones hemos convocado al magisterio colombiano a la desobediencia
civil el DIA E, así como a los programas
unilaterales y exigir políticas públicas de Estado en materia educativa, exigir
el dialogo y la concertación entre iguales, respuesta a las necesidades expresadas en las peticiones
de Fecode y desde luego defender la educación pública y una educación digna
para todos los niños, niñas y jóvenes de nuestro país.
*Carlos
Enrique Rivas Segura
Miembro
del Comité Ejecutivo de Fecode y Secretario de Asuntos Pedagógicos
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