martes, 17 de marzo de 2015

‘La lucha es por los recursos públicos para la Nacional’

Foto: Mario Esteban Hernández, candidato
Por: Steven Navarrete Cardona
Mario Esteban Hernández, médico cirujano de profesión, habla de las propuestas con las que busca llegar a la rectoría de la Universidad Nacional.
Mario Esteban Hernández es médico de formación, se especializó en Bioética en Argentina, y realizó maestría y doctorado en historia en la Universidad Nacional. Ha asesorado diversas instituciones públicas y privadas en temas de planeación y organización en el ámbito de la salud. Tiene 35 años de experiencia laboral de los cuales 22 han sido dedicados al sector público.
En conversación con El Espectador expuso el programa con el que, el próximo 25 de marzo, aspira a ser elegido como nuevo rector de la Universidad Nacional para el período 2015-2018.
¿Por qué se lanzó como candidato a la rectoría de la Universidad Nacional?
Esta es una candidatura que quiere cambiar de rumbo, transformar lo que hemos venido haciendo durante los últimos 20 años. Busca básicamente superar esta tradición de estar buscando recursos para sobrevivir y recuperar nuestro carácter público nacional y estatal. Nosotros, una universidad que por ley tenemos un régimen especial, pertenecemos al Estado y debe ser éste el que financie nuestra misión, de manera que todo lo que hagamos para ofrecer servicios a la sociedad sea en función de nuestra misión y no para auto sostenernos. Por eso estamos ordenando las cosas de manera que podamos hacer un gran acuerdo interno como comunidad universitaria en las ocho sedes desde las regiones a nivel nacional para construir una visión de largo plazo y cambiar las reglas de juego.
Hablemos de sus propuestas en el tema de la infraestructura para el campus universitario…
La forma en que se han venido planteando una serie de proyectos de infraestructura termina en una congestión terrible. La actual administración decidió presentar supuestamente 36 prioridades en todos los campos de inversión que realmente parecen más una respuesta a demandas muy puntuales de las facultades pero no a una priorización. Lo que estamos diciendo es que tenemos que repensar eso y generar una nueva planeación que permita combinar el rescate, conservación, mejoramiento y protección del patrimonio. La Nacional alberga bienes de interés cultural de la nación, no sólo en Bogotá. Entonces una nueva visión implicaría recoger la división de conservación con una visión de crecimiento planeado que tenga esta perspectiva ambientalista. Los campus deben ser escenarios sustentables ambientalmente no tugurios que es la sensación que tenemos con este ejercicio no planeado que se viene desarrollando, entonces daríamos un viraje en ese sentido.
¿Cómo financiar entonces este viraje?
Quiero enfatizar en que no hay que resolver el problema de la infraestructura con recursos propios, sino con recursos de la nación. El tema de la ‘Estampilla Pro-Universidad Nacional’ puede servir pero es insuficiente.
Hablemos de la conservación del patrimonio ¿qué programa emprenderá en este ámbito?
Cuando uno tiene bienes de interés cultural en un campus tan complejo como el de Bogotá tiene que desarrollar un plan especial de manejo y protección (PEM) que lo que hace es dialogar con el contexto urbano en el que se encuentra. Desarrollar una serie de estrategias de articulación, demandar unos recursos de inversión como patrimonio y unos recursos de expansión bien ordenados que precisamente articulan el campus de una mejor manera a la ciudad. Además es un campus ampliado que no sólo se refiere a la ciudad universitaria sino que tenemos campus en el claustro San Agustín en el centro, la casa Gaitán y los predios del CAN que tienen la proyección con el hospital universitario, esto por ejemplo, en Bogotá, requiere un redimensionamiento de una forma distinta de relacionarse con la ciudad y con la nación.
¿Cómo planea buscar la financiación?
Hay una ruta que estamos proponiendo, donde el primer paso es discutir con el gobierno nacional el Plan Nacional de Desarrollo (PND) que está haciendo énfasis en crédito educativo y subsidio a la demanda. Necesitamos poner en el PND un compromiso con un incremento progresivo en este gobierno por lo menos de la inversión pública directa en la Universidad Nacional. Enseguida pasamos a la Ley especial de la U. Nacional, el régimen está dado por un decreto Ley del año 93 -el 1210-, entonces vamos a impulsar una ley que reubique esta universidad como estatal en el sistema de educación superior, liderando el Sistema de Universidades Estatales (SUE) y marque las metas en las que nos podemos comprometer como universidad pública. Tercero, la ‘Ley de Educación Superior’ que implica un reordenamiento de la inversión directa con los otros mecanismos de financiamiento y finalmente participar directamente en la discusión sobre reforma tributaria. Hay ideas muy interesantes que han salido de la comunidad universitaria y es el momento de planteárselas al gobierno nacional en este periodo de reformas.
¿Cómo ve el tema de la autonomía universitaria?
La autonomía no se puede ejercer si se tiene que sobrevivir con la venta de servicios, eso habitualmente lo somete a uno a quien le está comprando los servicios, eso no es ejercer autonomía. Necesitamos financiamiento para ejercer autonomía, pero la autonomía también implica la democratización de las decisiones de la universidad. Una nueva forma de gobierno universitario, desde el nivel de las unidades básicas hasta las facultades, sedes, y al nivel nacional, y ese último nivel implica transformar la composición del Consejo Superior Universitario. Creemos que se puede hacer discutiendo sobre la Ley de la U. Nacional del régimen especial y llevando las propuestas de cómo sería dicha composición. Esa es una aspiración de muchos años, de profesores, estudiantes, trabajadores, pensionados y egresados incluso la idea de tener representación en el Consejo Superior de la sociedad civil, eso se puede hacer perfectamente.
¿Pero a nivel internacional cómo se ha manejado ese tema?
Existen experiencias internacionales que muestran que dicho ejercicio no simplemente mejora la autonomía universitaria sino también la legitimidad de las decisiones y la transparencia en la administración. Tenemos la propuesta, el tema central es que hay que desarrollarla con todo el ímpetu desde rectoría.
Otro tema que es ineludible son los problemas de seguridad que se presentan en el campus Bogotá. ¿Qué haría usted en ese aspecto?
Ese tema siempre es muy escabroso, pero debemos partir de una política integral de bienestar universitario. Por qué pasa todo esto del comercio al interior del campus, que en muchos casos no controlan los estudiantes, porque es el ‘rebusque’ lo que conduce a eso de parte de los estudiantes que más necesitan y además porque no hay unas condiciones de alimentación suficientemente decentes para los estudiantes. No hay unas condiciones del campus, de residencias universitarias que acojan a todos los que las necesitan y del espacio público óptimas que podrían significar el fin de dichas condiciones, de un mercado, de una oferta y una demanda ilícita. Tiene que haber una política integral de bienestar para poder adentrarse al tema de seguridad y microtráfico, porque si no vamos a confundir a los estudiantes con microtráficantes y eso no puede ser.
La Universidad ha perdido una presencia de estudiantes universitarios de las regiones durante los últimos años. ¿Qué propuesta tiene para fortalecer la permanencia de dichos estudiantes?
Ese tema vale la pena estudiarlo con mucho cuidado. Las residencias universitarias, ‘10 de Mayo’ por ejemplo, no han servido realmente para generar este servicio de residencia estudiantil. Tenemos que hacer un mapa de ocupación de cuartos y cuarticos alrededor de la universidad, de cuánto cuesta ello y de cómo se puede desarrollar una propuesta muy específica de renovación de la zona donde está el edificio Camilo Torres, y el Uriel Gutiérrez. Es un tipo de proyecto que en la universidad se tiene que hacer con Planeación Nacional exigiendo la inversión directa porque no podemos hacerlo simplemente con la lógica con la compraventa del servicio de residencia sino con una inversión directa para superar ese problema y teniendo los datos muy precisos se puede hacer la negociación con el gobierno nacional para hacer la inversión.
¿Cuál es su propuesta para fortalecer la investigación, que es un tema crucial para la Universidad?
Ese es un gran tema de discusión. Tenemos que hacer dos grandes frentes de gestión, uno es sobre la forma en que estamos administrando los recursos para la investigación, y los procesos burocráticos que son terriblemente pesados. La administración ahí no está a favor del investigador, le pone una cantidad de obstáculos que se pueden superar con decisiones administrativas significativamente sensibles, decisiones adentro que señalan cómo ordenar y administrar mucho mejor los recursos de investigación disponibles, que son insuficientes.
¿Esto es dentro y fuera de la Universidad?
Nos tenemos que ir a discutir la política nacional de ciencia, tecnología e innovación. Colciencias está orientada excesivamente hacia este tema de innovación como articulación directa del sector productivo, y resulta que descuida todo lo que hacemos en ciencias sociales y humanidades en general, entonces hay que hacer una cuestión mucho más amplia y diversa de inversión directa en tecnología e innovación y no como se están dando las cosas.
¿Qué papel podría jugar la U. Nacional en esta iniciativa?
La Nacional puede liderar ese proyecto, esa propuesta de política pública de una manera muy clara. Tiene el mayor número de grupos de investigación en todas las disciplinas, entonces debe ocupar ese lugar de liderazgo. El asunto es que tenemos que tener la convicción de que somos la universidad de la nación colombiana, que somos universidad del Estado Social de Derecho no de un Estado bonapartista del siglo XIX. No se trata de estatizar y detener el crecimiento de la Universidad sino de cumplir la misión que tenemos como universidad estatal.
Durante las últimas décadas ha existido una mayor conciencia de las sedes de frontera, ¿qué haría su gestión para robustecerlas?
Hay un gran desequilibrio en el tratamiento de las sedes andinas y las sedes de frontera. Ellos mismos están pidiendo una mayor expansión y articulación de la región con el país, además con un proyecto estratégico. Piense usted en el papel de Leticia en la conservación de la Amazonia, tiene un lugar fundamental y llevamos 20 años con la sede Amazonia. Necesitamos una inversión fuerte en ese proyecto. La sede Tumaco y toda el área del pacifico, San Andrés y el Caribe, cada una de las sedes tiene un papel estratégico. De lo que se trata es entender, nosotros como universidad asumimos ese liderazgo regional, planteamos propuestas y le conseguimos recursos públicos.
Hablemos de un caso específico…
Un buen ejemplo es la facultad de Medicina y Veterinaria sede Arauca, con un proyecto de regalías para toda la cadena productiva en ganadería, en participación de comunidades y de pequeños campesinos, lo que muestra toda una lógica de cumplimiento de la función misional de responder a las necesidades de las regiones con una estrategia pública, no con un ánimo de lucro que opera en la lógica empresarial. Sí lo asumimos seriamente podemos canalizar muchos recursos públicos, incluso internacionales, precisamente para cumplir mejor nuestra misión. Es cuestión de innovar, de ser audaces en la forma en que hacemos presencia en las regiones.
Si usted llega a ser rector, ¿qué va hacer por la internacionalización de los estudiantes?
Tenemos que -con las facultades y con las unidades académicas- priorizar los pocos recursos que tenemos y darle un lugar clave a la movilidad. No basta con tener convenios, puedo tener convenios con 30 o 40 universidades del mundo pero si no tengo los recursos para enviar a las personas y que puedan regresar con todo lo que implica eso, no sirve de nada. Precisamente el hecho de que podamos canalizar recursos de investigación en un gran énfasis en la movilidad implica que es la única forma de internacionalizarnos. Sin recursos no podemos hacer eso. La lucha fundamental es por los recursos públicos para la U.Nacional . Se trata de reconocer que nuestra misión se debe realizar con recursos públicos por nuestro carácter y nuestra naturaleza institucional, porque hemos construido nación y porque vamos a cumplir 150 años como universidad pública. No hay que avergonzarnos sino al contrario propender a que se convierta en una bandera fundamental en la relación con el Estado, la sociedad y obviamente a nivel internacional.
¿Qué papel cree que jugaría la U. Nacional en el posconflicto?
La universidad ha generado unos espacios valiosos, sirve como garante y recoge propuestas, pero hay que ir más allá y puede hacerlo. La universidad, por un lado, es la expresión de cómo la academia contribuye a solucionar conflictos y en el post- acuerdo se puede participar en la construcción de una sociedad más igualitaria y equitativa desde las necesidades concretas de las regiones. En el nivel macro-nacional se puede participar en la política del Estado para la paz, que requiere reformas estructurales, avanzar seriamente en la garantía de todos los derechos sociales económicos, culturales y la democratización del país, en la superación de esa inequidad estructural profunda que es la que genera todos los conflictos. Tenemos muchas propuestas y es cuestión de asumirlas seriamente y participar como comunidad universitaria en todos estos debates porque hace parte de nuestra misión, ello es lo que precisamente lo que nos hace Universidad Nacional pública y estatal.
¿Qué propuesta elegiría de los demás contendores?
Hernán Cárdenas insiste mucho en hacer más gestión, es decir cómo canalizar las ideas y convertirlas en hechos. Yo creo que ese es un elemento muy importante, el problema es el sentido de esa cuestión, uno tiene técnicas para hacer eso, ¿pero esas técnicas de la administración en función de qué? Entonces lo más importante es discutir el sentido de nuestra misión, de nuestra acción colectiva y ordenar administrativamente en una perspectiva de gestión toda nuestra acción y toda nuestra institucionalidad alrededor de eso.
¿Por qué votar por usted?
Porque recojo la aspiración de sectores muy importantes de toda la comunidad universitaria, de recuperar nuestra naturaleza institucional y de demandar un nuevo trato del gobierno y el Estado. Eso no es tan claro en las otras propuestas, ha sido más bien una cosa accesoria, y creo que es un punto central. Y segundo por un esfuerzo de democratización de nuestra universidad, debe haber más democracia en la Universidad nacional y con ello me comprometo fuertemente.

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