Esta es
la propuesta de 2 estudiantes de la U. Nacional
Por:
Diego Cortés Valencia | marzo 01, 2015
El Plan
Nacional de Desarrollo, PND, 2014-2018 del Gobierno Santos, que fue presentado
al Congreso de la República hace dos semanas [1] señala a la educación como eje
central de la política del cuatrienio. Pero lo consignado en el documento
corrobora lo que múltiples sectores han denunciado desde su llegada a la
presidencia: Juan Manuel Santos profundizará la privatización en la educación
pública, violentará la autonomía universitaria, impondrá un modelo flexible
(más barato) en contravía de la calidad y se desprenderá aún más de la
responsabilidad que tiene el Estado de financiar adecuadamente la educación
superior pública.
De 825
páginas que componen las Bases del PND, en menos de 7 páginas se menciona la
propuesta del Gobierno sobre educación superior, amoldada a las disposiciones
que fueron planteadas en el Acuerdo por lo Superior 2034 y en las Evaluaciones
de políticas nacionales de Educación de la Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económicos, OCDE. Bajo el discurso de Colombia “el país más
educado de América Latina en 2025”, el Gobierno señala como factor principal la
necesidad de “expandir aún más las coberturas en todo el sistema” (p. 73),
insistiendo en la política de exigirle más a las instituciones, pero sin un suficiente
aumento de presupuesto.
La
propuesta de “Financiación para el acceso a la educación superior” se
descompone en dos direcciones:
1)
“Financiación de la demanda”, donde “el acceso con calidad a la educación
superior se promoverá a partir de una oferta considerable de créditos
condonables, tanto para programas técnicos y tecnológicos, como para programas
universitarios” (p. 310), que es la vana propuesta anunciada por Gina Parody de
10.000 “becas” que resultaron ser 10.000 nuevos créditos condonables con el
ICETEX, además de insuficientes al compararlos con los más de 688.000
estudiantes que se gradúan anualmente de educación media [2];
2)
“Financiación de la oferta de educación superior”, que no es la esperada
entrega de mayores recursos a las instituciones de educación públicas como lo
ha demandado la comunidad académica, sino ampliar las formas de endeudar a las
instituciones educativas para “realizar inversiones de infraestructura y en la
formación de docentes”, todo por intermediación de los bancos de segundo piso,
como la Financiera del Desarrollo Territorial (Findeter), el Fondo de
Desarrollo de la Educación Superior (Fodesep) y el ICETEX (p. 84). Es decir,
recursos privados y condicionados para la educación pública y recursos públicos
para la educación privada.
Para
complementar el modelo de insuficiencia presupuestal, Juan Manuel Santos
impulsa una propuesta que privilegia el “sistema de educación terciaria”,
flexibilizando a raja tabla los pensum de las distintas instituciones para
acelerar el tránsito entre educación media, educación para el trabajo, técnica,
tecnológica y universitaria, ignorando las notables diferencias y naturaleza de
cada una. El propósito de esta medida es abaratar el gasto en educación y
promover un modelo de baja calidad que permita un tránsito exprés entre la
educación mediocre y los trabajos con salarios de hambre.
Con el
fin de amoldar la educación a las exigencias del modelo al servicio del capital
extranjero que se ha impuesto en Colombia, el PND menciona la “implementación
del Sistema Nacional de Cualificaciones”, donde el Ministerio de Educación, en
conjunto con el Ministerio de Trabajo, pretende focalizar la oferta educativa
hacia las necesidades del mercado laboral, relegado a la educación para
sectores reprimarizados y de servicios en el país, sin apuntar a ofrecer la
educación que se necesita para desarrollar los sectores agrícolas e
industriales de Colombia.
Se
trata de una propuesta para un país sometido a intereses extranjeros donde el
desarrollo y el mejoramiento de las condiciones de vida no son la prioridad.
Que el PND plantee la importancia de la educación para adecuar “los
procedimientos e instrumentos (…) así como la transformación de la cultura y
visión de las instituciones, organizaciones y personas que lo conforman”, con
el fin de cumplir 230 instrumentos del “Memorando Inicial de la OCDE” son
muestra absoluta de esta política antinacional.
El PND
2014-2018 debe poner en alerta roja a la comunidad académica y los sectores
democráticos del país. En su segundo gobierno, Santos está por profundizar la
entrega de la educación superior a la lógica mercantil, dependiente del capital
financiero, de baja calidad y al servicio de las imposiciones internacionales.
El Gobierno Nacional reitera las reformas que trató de imponer en el año 2011,
y que afortunadamente fueron impedidas por la Mesa Amplia Nacional Estudiantil,
MANE. El 2015 es un año decisivo para el movimiento estudiantil, las cartas
están puestas: con un Gobierno desenmascarado y un estudiantado que además de
protesta tiene una propuesta que sí plantea las transformaciones necesarias
para que en Colombia exista educación pública, autónoma, de calidad y como
derecho fundamental.
*Diego
Cortés Valencia/ @DiegoCortesV
Jefree
Forero Martínez/ @JefreeForero
Representantes
Estudiantiles Facultad de Ciencias Económicas / @AvanzaUN
UNIVERSIDAD
NACIONAL DE COLOMBIA
NOTAS:
[1]
DNP. Bases del Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018.
https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Prensa/PND%202014-2018%20Bases%20Final.pdf
[2]
Arenas, Darío (@darioarenasv). La farsa de las 10.000 becas. http://www.lapatria.com/columnas/132266/la-farsa-de-las-10000-becas.
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