Por:
Lisbeth Fog / Steven Navarrete
¿Cómo
medimos el desarrollo científico de la nación?
Doce
grupos de investigación, de diversas universidades, se abstienen de participar
en la medición que busca actualizar la producción científica y tecnológica del
país. Gobierno afirma que la iniciativa asegura la transparencia de los
resultados.
En las
redes sociales han circulado diversos comentarios que muestran el descontento
de algunos científicos con la convocatoria 693-2014 de Colciencias, una
iniciativa que se convirtió en motivo de disputa entre los grupos de
investigación en humanidades de las más importantes universidades colombianas y
la institución que maneja los recursos de ciencia y tecnología. A través de
cartas públicas, líderes de estos grupos anunciaron que no participarán en la
convocatoria.
El
primero de los grupos en hacer público su malestar y en romper “relaciones
diplomáticas” con Colciencias fue el Departamento de Literatura de la
Universidad Nacional. En una carta fechada el 5 de diciembre, los docentes del
Departamento le informan al rector de la universidad, Ignacio Mantilla, y a la
directora de Colciencias, Yaneth Giha Tovar, que luego de una reunión tomaron
la decisión de “no someter sus grupos de investigación al actual modelo de
medición elaborado por Colciencias para 2014”.
¿Las
razones? Dicen que “desconocen totalmente la naturaleza de las humanidades y
está exclusivamente pensada en función del campo de las ciencias duras y
aplicadas (…). Además, consideran que los trámites requeridos son tan
“burocráticos, estériles y engorrosos”, que emplearían en ellos tiempo que
sería más provechoso en investigación.
Tan
sólo 12 días después de esa primera carta, líderes de cinco grupos de
investigación del Departamento de Humanidades y Literatura de la Universidad de
los Andes se sumaron al movimiento de disidentes. En una nota que enviaron a
las autoridades académicas se quejaron de la forma en que Colciencias realiza
las mediciones para las humanidades y los estudios literarios: “Coincidimos en
que los criterios actuales desconocen la naturaleza de la investigación en
humanidades, empleando modelos tomados de las ciencias exactas que no son
relevantes para las disciplinas humanísticas y, como consecuencia, imponen
parámetros de evaluación que resultan sesgados”.
Gabriela
Delgado, directora de Fomento a la Investigación de Colciencias, las respondió
argumentando que desde el año 2013 “Colciencias clasifica y reconoce
diferencialmente y por áreas del conocimiento tanto grupos como investigadores,
respectivamente”.
Sin
embargo, los académicos se quejan de que Colciencias no tiene en cuenta sus
propuestas, argumentos y consejos, y simplemente cumple con convocarlos. Los
grupos de investigación en humanidades representan el 35% de éstos en el país.
Más inconformes
La
cadena de cartas no paró ahí. Este año surgieron dos nuevas remitidas a la
directora de Colciencias, una firmada por el grupo Interdisciplinario de
Estudios de Género de la U. Nacional (15 de enero). La otra por el grupo de
investigación Prácticas culturales, imaginarios y representaciones, clasificado
como A1 por Colciencias y conformado por investigadores de la U. Nacional, la
Pontificia Universidad Javeriana y la Universidad de los Andes. En la misiva
afirman que la medición “parte de la desconfianza frente a los investigadores y
los trata como culpables hasta que demuestren lo contrario”.
Y más
adelante señala: “La nueva convocatoria pareciera desalentar la existencia de
grupos interdisciplinarios e interinstitucionales”, por la cantidad de avales
que deben presentar por parte de cada universidad. La carta concluye con la
solicitud de la suspensión de la convocatoria.
Las
cartas comparten argumentos similares, entre ellos el señalamiento de excesivos
trámites para recopilar pruebas de su producción científica en años anteriores,
“que parte del principio de mala fe con los investigadores, porque si alguien
les ha hecho trampa no quiere decir que los demás investigadores la estamos
haciendo”, anota la directora del Departamento de Literatura de la U. Nacional,
Alejandra Jaramillo Morales.
“Estas
herramientas para clasificar los grupos establecen una serie de parámetros que
aseguran la calidad, transparencia y confiabilidad de los resultados, lo que
nos permitirá fomentar la investigación en las áreas prioritarias para elevar
el nivel de conocimiento del país. Este modelo se construyó de la mano de
expertos y se realizaron cerca de 60 foros a nivel nacional para evaluar las
modificaciones”, respondieron a las críticas los voceros de Colciencias.
Un problema de tiempo atrás
La
medición de grupos de investigación debe, al menos en teoría, reflejar su
trayectoria y madurez a partir de los productos reportados a una base de datos
de Colciencias. Esos productos pueden ser artículos científicos, libros,
capítulos de libro, patentes, ponencias en congresos, etc.
Lo que
siempre se ha criticado de esa plataforma es que no es ágil. Moisés Wasserman,
exrector de la Universidad Nacional, escribió en el libro de los 40 años de
Colciencias: “La medición por parte de un índice único para todas las
disciplinas (...) desconoce las dinámicas particulares de producción de
conocimiento en cada campo de la ciencia”.
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