Lo que
empezó como un plantón convocado por las directivas de la universidad para
rechazar la violación de una alumna en el campus de la institución se convirtió
en una controversia con grupos estudiantiles.
Alumnos
de la Distrital denuncian otros siete casos de violación El plantón se llevó a
cabo en la sede La Macarena, en horas de la mañana. / Luis Ángel-El Espectador
La
violación de una estudiante en la Universidad Distrital sede La Macarena, que
ocurrió en la noche del 19 de septiembre, ha generado entre los alumnos más
preocupaciones de las esperadas por las directivas de la institución. En la
mañana de ayer, el rector pidió a sus alumnos que lo acompañaran en un plantón
para sentar una voz de protesta por lo que le sucedió a la estudiante de
pedagogía infantil, a quien hallaron la noche del crimen, inconsciente y
desnuda, tirada en un baño del segundo piso de las sede universitaria.
Pero la
manifestación no terminó como esperaban las directivas. El movimiento
estudiantil decidió hacer un plantón paralelo, que dejó al descubierto no sólo
una división en la universidad, sino también el inconformismo de los
estudiantes frente al manejo que el rector les ha dado a otros posibles casos
de abuso sexual dentro de la institución y al problema del microtráfico. En
medio de la protesta, las directivas se retiraron, pues, según ellas, los
estudiantes tuvieron actitudes violentas que impedían el diálogo.
Todo
empezó el 8 de octubre, cuando Roberto Vergara, rector de la Universidad
Distrital, denunció ante los medios la violación de la estudiante en las
instalaciones de la institución. Vergara le aseguró a este diario que detrás
del este caso estaba una red de microtráfico de estupefacientes, que azota la
sede de La Macarena, y que a pesar de haber hecho la denuncia, las autoridades
no habían hecho nada. “El 4 de octubre se realizó una inspección donde se
encontró marihuana, cocaína, jeringas, guantes y cucharas. Estamos seguros de
que hay dispendio y, por supuesto, consumo de drogas”, añadió Vergara.
A pesar
de que los estudiantes están de acuerdo frente a la existencia de este
problema, también afirman que la verdad se ha contado a medias. Lina Mora,
líder estudiantil, afirmó que fueron múltiples las súplicas que los alumnos le
hicieron a Vergara para que hablara ante la opinión pública de la violación de
la estudiante de pedagogía infantil y de otros seis casos que, según ella, han
ocurrido en la institución y que hoy conoce el departamento de bienestar
universitario.
“No
entendemos por qué el rector salió a los medios después de 20 días de lo
ocurrido. ¿Por qué no antes? Este no ha sido el único caso. En dos años, ya se
ha alertado de siete violaciones y todas tienen relación con el microtráfico”, manifestó
la líder estudiantil.
Según
Mora, los universitarios han solicitado asambleas a las directivas para
discutir el problema, pero la comunicación ha sido muy difícil. “Por eso
salimos hoy con cartelera en mano para decirle que queremos hablar. No es un
tema nuevo. Esto tiene más de diez años. Somos nosotros, los mismos
estudiantes, quienes nos hemos visto amenazados. Algunos alumnos han tenido que
dejar de venir a clases por sus denuncias. Sabemos que su olla está en el
bosque de la universidad, incluso tenemos identificados a los jíbaros”, indicó
Mora.
Añadió
que la información que dio el rector es falsa, pues la violación no ocurrió el
3 de octubre, como él dijo, sino el 19 de septiembre. También aseveró que los
allanamientos, en los que se encontraron las drogas y las jeringas, hacen parte
de una estigmatización al movimiento estudiantil, en medio del proceso de
reforma por el que atraviesa la Universidad Distrital. “Él necesita dar
resultados, pero estos no se pueden inventar. Nos preocupa que se hagan estos
allanamientos sin la Policía ni la Fiscalía, quienes son las autoridades encargadas”,
manifestó la líder.
A
partir del inconformismo de los estudiantes, las directivas se vieron obligadas
a realizar una reunión con los grupos que los representan para concertar las
medidas que se van a tomar para atacar el microtráfico en la universidad. El
Espectador intentó hablar con el rector para conocer su versión, pero al cierre
de esta edición no había sido posible.
Por
ahora, las autoridades aseguran que siguen con la investigación y que esperan
dar los primeros resultados a finales de este mes, a partir de unos cotejos y
unas entrevistas que adelanta la Sijín de la Policía. El coronel Óscar Pinzón,
comandante operativo de la Policía Metropolitana de Bogotá, dijo que hasta
ahora se están realizando las denuncias formales y están a la espera de una
reunión con el rector para empezar a implementar las medidas necesarias.
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