La
organización estudiantil vuelve con la convocatoria de una movilización de los
estudiantes para este jueves.
Luego
de casi tres años en los que permaneció alejada de los radares de la opinión
pública, La Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE) reaparece convocando este
jueves a una nueva movilización nacional en contra del Acuerdo por lo Superior
2034. Este documento, que fue entregado al presidente Santos en agosto pasado
por la entonces ministra de educación, María Fernanda Campo, contiene 136
lineamientos de política pública para transformar la educación superior en Colombia
en los próximos 20 años.
Amaury
Núñez, representante de la MANE, dice que este no es un verdadero acuerdo porque en su elaboración no
se incluyeron los aportes de las organizaciones estudiantiles y profesorales, a
pesar de que esa fue una de las exigencias que hizo la Mesa para levantar el paro
del 2011. A finales de ese año, el Gobierno tuvo que retirar del Congreso un
proyecto para reformar la Ley de Educación Superior debido a las
manifestaciones que paralizaron las actividades de las 32 universidades
públicas del país.
En ese
momento, la comunidad académica se opuso a que se permitieran las inversiones
privadas en las instituciones públicas, así como a la creación de universidades
con ánimo de lucro. También afirmaba que los recursos que estaban siendo
destinados para la financiación del sistema eran insuficientes y se quejaba de
que la propuesta no hablaba del déficit de cerca de 12 billones de pesos en el
presupuesto del sector.
“Las
condiciones que nos llevaron a protestar están latentes en la actualidad”,
afirma Núñez y recuerda que el Gobierno se comprometió a abrir los espacios de
discusión para construir una ley alternativa con las opiniones de todos los
interesados. Apenas iniciado el 2012, la ministra Campo dijo que el único lugar
autorizado para llevar a cabo ese proceso era el CESU, un órgano consultivo
presidido por el Ministerio de Educación en el que los estudiantes y los
profesores tienen una representación minoritaria.
La MANE
decidió apartarse por considerar que su participación no estaba asegurada y
desde entonces los canales de comunicación entre ambas partes están rotos. De
ahí en adelante cada una se dedicó a trabajar por su cuenta. El Gobierno
convocó el “Gran Diálogo Nacional” mientras la MANE realizó siete debates
públicos en varias ciudades del país. El resultado es que hay dos propuestas
que hablan del mismo propósito de la calidad pero optan por dos caminos
completamente distintos para alcanzarla.
La MANE
propone que el Estado debe garantizar el acceso universal a la educación
superior asumiendo la totalidad de los costos de funcionamiento de las
universidades públicas del país. El Gobierno, por su parte, está más inclinado
hacia el subsidio a la demanda a través del crédito educativo y del incremento
de la inversión privada en aspectos como la renovación de la infraestructura y
el financiamiento de las actividades de investigación.
Más
allá del debate de fondo sobre el modelo educativo del país, lo preocupante es
que los canales de interlocución están cerrados y los sectores que no han sido
escuchados van a volver a las calles para protestar. Si bien el texto del
Acuerdo por lo Superior 2034 afirma que es el producto del consenso entre todos
actores del sistema educativo, rectores que hacen parte del propio CESU, como
Ignacio Mantilla, de la Nacional, han expresado públicamente sus reparos a esta
política.
En un
artículo llamado “Lo que está en juego en la educación superior”, refiriéndose
a la participación privada en las universidades públicas, Mantilla escribe: “En
la política de Estado para la educación superior debe quedar clara la primacía
de lo público sobre lo privado, este es un acervo latinoamericano que es
necesario preservar y sobre el cual, justamente en estos últimos doce años, ha
habido vacilación de los gobiernos que han considerado el modelo chileno o el
brasileño como el ideal a emular”.
En ese
texto, Mantilla dice que todavía hay muchos puntos de la reforma que están
abiertos a la discusión. Pero la viceministra de educación superior, Natalia
Ariza, afirmó hace unos días durante una asamblea sobre el tema realizada en el
Senado que el Gobierno está incluyendo algunos de los puntos del Acuerdo en el
Plan Nacional de Desarrollo que se va a presentar ante el Congreso.
Parlamentarios
como Jorge Robledo, Víctor Correa, Senén Niño y Ángela Robledo ya han mostrado
su desacuerdo con este procedimiento. Este factor, sumado a la convocatoria que
está haciendo la MANE para el jueves, demuestra que el tema de la necesaria
reforma a la educación superior sigue siendo motivo de conflictos. Y lo más
grave es que parecen estar muy lejos de solucionarse.
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