lunes, 17 de febrero de 2014

Comunicado por parte de los Egresados de Ciencia Política, ante el plagio en la FCHE Unalmed


Comunicado a la Comunidad Académica de la Universidad NacionadColombia, SedMedellín
Grupo “Egresados UNal-Med Indignados”
Asunto: Comunicado 2014-01 del grupo de estudiantes Egresados UNal- Med Indignados” frente a los sucesos que actualmente afectan a la comunidad académica de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas (FCHE), Universidad Nacional de Colombia sede Medellín.
 Atento saludo:
A raíz del presunto plagio cometido por William Ortiz Jiménez, profesor titular adscrito al Departamento de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas, admitido públicamente por el docente el 20 de septiembre de 2013 mediante una retractación difundida en la revista Analecta Política 4: 5 (2013), y frente al cual se pronunció el Consejo de Facultad sólo hasta el 30 de enero del presente mediante el comunicado 005- 2014, un grupo de estudiantes y egresados de la FCHE quienes hemos tenido una participación activa, directa y consciente en diferentes ámbitos y procesos de la vida universitaria, inicialmente nos congregamos a través de las redes sociales para expresar nuestro profundo desconcierto y preocupación ante una serie de prácticas que se han venido presentando en la Facultad. Como refleja el caso del profesor Ortiz, este tipo de prácticas son reproducidas no sólo por estudiantes, sino también por algunos docentes y cuerpos administrativos que conforman la comunidad universitaria. Este no es un hecho aislado, es síntoma de una crisis en la ética profesional y en el quehacer de  las humanidades en este entorno académico y social; lamentablemente es un suceso articulado a otras problemáticas que actualmente afectan a la Facultad, y en términos generales se puede asociar a las lógicas económicas que permean nuestras universidades, todo ello en detrimento de un proyecto académico comprometido más allá de los estímulos salariales  que  representan,  por  ejemplo,  las  publicaciones  y  los  respectivos  puntos  que  generan  en  el escalafón docente.
De manera que actitudes como el  plagio, el fraude y, en general, los quiebres en la ética profesional, no sólo van en detrimento de la relación constructiva que debe imperar entre estudiantes y docentes, sino también en la interacción entre la comunidad académica y la sociedad a la cual pertenece. En diferentes niveles de formación se ha insistido en nuestra obligación como cientistas sociales de comprender las problemáticas partiendo de contextos y procesos más amplios, de modo que la realidad pueda ser explicada desde diversas perspectivas. En consecuencia con este principio y en medio de las actuales coyunturas que enfrentan a la sociedad colombiana, como la profunda crisis en sus instituciones públicas, los graves apremios en los que se encuentran las universidades públicas para cumplir con sus fines misionales (académicos, investigativos y de extensión), los discursos estatales que insisten en la obsolescencia de lo público, las prácticas políticas corruptas que han deslegitimado tanto al Estado como a sus instituciones, y las contradicciones del proceso de paz en un escenario fracturado por la corrupción, las mentiras y la incapacidad de un proyecto donde “podamos vivir juntos” –como diría Alan Touraine–; los estudiantes y egresados de la Facultad nos preguntamos ¿cuál es el tipo de proyecto educativo en que está comprometida la FCHE?, ¿cuál es la posición frente a la ética profesional que la Facultad (incluyendo estudiantes, egresados y docentes), como parte de una institución pública de educación, se plantea, exige y defiende?, ¿cuál es el mensaje que transmitimos y recibe la sociedad cuando este tipo de problemas se producen y reproducen dentro de las universidades del país y en Facultades de Humanidades, que por demás deben caracterizarse como escenarios críticos y autocríticos de la sociedad?, ¿qué tipo de conocimiento se imparte en una Facultad cuando no se puede confiar en la ética profesional y en la legitimidad de algunos de sus docentes?, ¿cuáles son las estrategias de monitoreo y prevención que existen para evitar que estos hechos ocurran en la institución y en la Facultad?, ¿será que a pesar de ser un estamento institucional, el cuerpo docente y administrativo ha optado por el “sálvese quien pueda”, aceptando con ello una lógica “individualista” en la cual sólo importa el “yo y mis circunstancias”, renunciando así a la -quizás romántica- idea de transformación social y construcción de una comunidad académica responsable y crítica?, ó ¿se están desconfigurando acaso los “ideales” sobre los cuales se fundaron en los años setenta y ochenta varias escuelas de Ciencias Sociales y Humanas, entre ellas la FCHE de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín?.
La actual coyuntura es entonces el momento propicio para que como miembros de una comunidad académica y  de  una  sociedad  civil  manifestemos  nuestras  reflexiones  y  propuestas  alternas  al  actual  “proyecto académico de la Facultad”, que últimamente se ha fundamentado en prácticas como la producción por la producción, la proyección de los posgrados en detrimento del pregrado, el debilitamiento de los espacios de debate  constructivo  y  el  distanciamiento  paulatino  entre  la  Universidad,  la  Facultad  y  la  comunidad académica externa al campus, a la ciudad y al país. En este sentido, decidimos conjuntamente trascender el espacio inicial de disertación (las redes sociales) y pronunciarnos oficialmente por tres razones fundamentales:
1. Manifestar abiertamente nuestra profunda preocupación e indignación frente al suceso del profesor de Ciencia Política William Ortiz Jiménez, suceso que leemos como el reflejo de una falta de profesionalismo y una fractura ética en la Facultad, pero al tiempo como el síntoma de problemáticas más amplias que han puesto en la cuerda floja la calidad académica y profesional de toda la FCHE. La manifestación de dicha preocupación no reside en la lógica de “crimen y castigo”, sino en la necesidad de un seguimiento público, efectivo y transparente de este caso por parte de estudiantes, egresados y docentes de la Universidad.
2. Construir una propuesta conjunta entre estudiantes, profesores y egresados en pro de la generación de verdaderos espacios para la discusión y reflexión. Hacemos hincapié en la urgencia de un ambiente de disertación pública y transparente en torno a las diversas problemáticas que afectan actualmente a la FCHE, ya que es bien sabido, sobre todo en nuestra Facultad, la existencia de fuertes estructuras jerárquicas que han conducido el diálogo a discusiones efímeras sin mayores efectos en las decisiones y orientaciones de las dinámicas  administrativas  y  académicas.  Como  estudiantes  y  egresados  reiteramos  que  el  debate  y  la reflexión son mecanismos indispensables para la creación de una cultura académica que se proponga una agencia directa sobre los actores y espacios que la configuran, y donde no se admita la perpetuación y omisión de problemas como la carencia de ética dentro y fuera de la Universidad.
3. Asumir una posición política responsable, permanente en el tiempo y sobre todo conjunta, con el propósito de evitar anonimatos que en el lugar de propiciar el diálogo lo han dificultado mediante el despliegue de instrumentos de coacción y vigilancia. Estos instrumentos se basan fundamentalmente en el ejercicio del poder sustentados por las jerarquías académicas y son fiel muestra de la relación conflictiva que como sociedad tenemos con el disenso y la oposición, situación de la cual la FCHE no se escapa. Nuestra posición política implica romper los simples formalismos participativos y asumir compromisos sin temor a las implicaciones políticas de la denuncia en aras de la transformación; sin embargo también reclamamos las garantías académicas, sociales y políticas para quienes hoy consideramos la disertación abierta y constructiva como uno de los mecanismos más efectivos para la dilucidación de un Proyecto Académico consecuente con las condiciones reales de la vida por fuera del campus; definitivamente la desidia y el silencio no son nuestra opción, ni mucho menos nuestra apuesta con el conocimiento.

Grupo “Egresados UNal-Med Indignados”
https://www.facebook.com/groups/egresados.unalmed.indignados/
7 de febrero de 2014

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

"Retractaciones" de plagio en revistas de la Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín. Colombia
http://www.plagiosos.org/index.php?action=view&id=170&module=newsmodule&src=%40random4be38dd88d683

Anónimo dijo...

"Retractaciones" de plagio en revistas de la Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín. Colombia
http://www.plagiosos.org/index.php?action=view&id=170&module=newsmodule&src=%40random4be38dd88d683

Plagiosos dijo...

Estudio de caso N° 5: William Ortiz Jiménez, docente y directivo de la Universidad Nacional de Colombia: ¿plagio docente sistemático? Primera entrega. Este Estudio de caso presenta las pruebas de posible plagio múltiple en publicaciones que figuran bajo el nombre del investigador, docente y directivo universitario William Ortiz Jiménez. En siguientes actualizaciones del portal se presentan pruebas de otros posibles plagios de William Ortiz Jiménez.
http://plagiosos.org/index.php?section=16

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