|Por:
Carlos Gamboa Bobadilla*|
“Más educación, menos indiferencia”, así dice
un cartel hecho a mano alzada y pegado con cinta en la parte frontal de un
ataúd, ubicado por miembros de la comunidad en plena entrada de una facultad de
la Universidad del Tolima. Este ritual universitario que hace uso simbólico de
las máscaras, matachines e iconos institucionales para expresar la muerte lenta
y dolorosa de la educación y la salud, debería alertarnos no sólo por la
pesadez simbólica del hecho artístico, sino además, porque en realidad, las
directivas universitarias están enterrando al pensamiento crítico
contemporáneo. (N del E)
1.
Un
grandioso regalo enviaron a la Asociación Sindical de Profesores
Universitarios, ASPU Tolima, en sus cuarenta años, el Rector de la Universidad
del Tolima, Herman Muñoz, a quien parece habérsele olvidado lo que significa
ser profesor universitario, y el escudero de sus dos manos derechas, David
Benítez. Dos procesos nuevos contra miembros de la Junta Directiva, procesos
parapetados en las leguleyadas propias del vicio politiquero regional.
Convencidos de que la solución es judicializar el pensamiento argumentado y
atizados por la tribu reducidora de cabezas críticas, la dirección de la
Universidad una vez más demuestra que es peor un gobernante que renunció a las
ideas de izquierda, que un derechoso convencido.
Ambientes
de persecución de este talante solo tienen parangón con los emprendidos en los
años setentas, cuando cerraron la Facultad de bellas artes y despidieron al
profesorado; lo diferente es que el rector de ese entonces no se hacía llamar
demócrata, ni predicaba la excelencia académica y mucho menos estaba rodeado de
vergonzantes soldados del poder, que vociferan la universidad como territorio
de paz, cuando persiguen, estigmatizan y están dispuestos a deshacerse por
cualquier medio de todo aquel que huela a diferente, que no se arrodille a
mendigar sus sobras de pasajero poder.
2.
Con
estos procesos, emprendidos contra los Profesores Jorge Gantiva, y Alexander
Rivillas, ya casi toda la Junta Directiva está intentando ser “disciplinada”,
junto a muchos otros miembros del sindicato. Mientras tanto los corruptos, los
que han depredado la universidad con contratos amañados, los que vegetan a la
sombra del poder, siguen campantes. Debe ser que el proyecto de Universidad que
tienen en sus mentes es que el ethos y el campus se parezcan al Congreso
colombiano, en donde reina la impunidad, la mezquindad y el despilfarro,
mientras la mayoría observa el deterioro del bien público.
¿Al
final quién pierde con estos actos de soberbia y persecución? La comunidad y el
erario público. Es necesario recordar que hace algunos años la emprendieron
contra el Director del Centro Cultural, y mediante artilugios lo despidieron.
Luego él demandó, como es de esperarse en estos casos de persecución, la
Universidad perdió el litigio. ¿Quiénes pagaron el alto costo de la demanda?
¿Los culpables? No. usted, yo, los estudiantes con sus matrículas. Los
perseguidores ya no estaban en el poder, se habían ido enriquecidos con el bien
público. Ese es el juego. Por eso la mayoría no debería permanecer impávida ante
estas arbitrarias decisiones.
3.
Para
completar el cuadro dantesco que pincelan los Directivos de la Universidad del
Tolima, 135 mal llamados “catedráticos”, fueron despedidos hasta nueva orden,
esto debido a que los estudiantes de Medicina y Enfermería se encuentran
defendiendo el Derecho a la Salud Pública y por lo tanto se declararon en
Asamblea Permanente. Los profesores a quienes les cancelaron el contrato,
violando sus derechos laborales, deberán recuperar las clases cuando los
estudiantes retornen a normalidad académica. Mientras tanto su navidad será
negra, como lo fue para muchos en el 2011 cuando igual acción fue aplicada para
cerca de 800 catedráticos. ¿Ese era el nuevo proyecto de “Universidad
eminentemente académica” que nos prometió esta administración en época de
campaña? Menos mal pertenezco a esa gran mayoría que no le creyó. ¿Qué dicen
hoy sus votantes? ¿Qué dice el Consejo Superior que lo designó con la promesa
de sacar de la crisis el Alma Mater?
Además,
los restantes mala llamados “catedráticos” debemos laborar una semana más, pues
alargaron el calendario académico, pero obvio no nos pagaran esa otra semana de
trabajo.
4.
Estos
últimos hechos demuestran que la administración de la Universidad se burló del
pliego de peticiones firmado con ASPU. Han incumplido ya tres demandas: no han
respetado la comisión de reclamos laborales, siguen maltratando los docentes
mal llamados catedráticos y no respeta el ejercicio sindical. ¿Ignora la
administración la gravedad que estos hechos representan frente al Ministerio
del Trabajo y el Ministerio de Educación? Pues parece ser que prima más el odio
visceral por la diferencia, por el pensamiento crítico, que la viabilidad de la
universidad pública.
5.
Podemos
hacer un pequeño balance de la “grandiosas” obras por las cuales esta
administración será recordada en su primer año de gobierno. 1. Acabaron con la
Revista El Salmón, una de las publicaciones críticas universitarias más
antiguas de Colombia. 2. Abrieron, según informes de profesores, cerca de diez
nuevos procesos disciplinarios contra expresiones críticas. Ni una contra los
corruptos. 3. Despidieron 135 docentes de Medicina y Enfermería. 4.
Garabatearon un Plan de Desarrollo y un PEI a espaldas de la comunidad universitaria,
documentos en los cuales la universidad que describen parece de otro planeta.
5. Abrieron un concurso docente para 110 plazas y apenas cerca del 40% se
llenaron, eso sí, los costos por pago de jurados, desplazamientos y demás si
fue del 110%. Estos cinco puntos son muestra suficiente para entender que nos
esperan los dos años entrantes ¿Y así quieren reelegirse?
6.
A pesar
del clima adverso, quien camina construyendo futuro debe continuar por su
sendero. Por eso la Asociación Sindical de Profesores Universitarios de la
Universidad del Tolima, continúa en su evento de celebración de sus 40 años de
lucha por la reivindicación de la universidad pública y la dignidad docente. En
ese marco se celebrará la conferencia a dos voces titulada: Capitalismo, despojo,
universidad: las tareas del pensamiento crítico; la cual será impartida por los
profesores Miguel Ángel Beltrán y Renán Vega Cantor, dos profesores e
intelectuales que conocen el exilio y la persecución por pensar críticamente.
Al caer la noche disfrutaremos de un concierto dirigido por el maestro
Zambrano, otro de nuestros ilustres afiliados. Estos eventos se llevarán a cabo
a partir de las tres de la tarde en el Auditorio del Bloque 33, de la tan maltratada
Universidad del Tolima.
(*) El
autor del texto es Catedrático Universidad del Tolima y Vice-presidente ASPU
Tolima
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