CONFERENCIA:
Efectos
de los gases antidisturbios en la salud miércoles 4 de diciembre
Hora: 10 am
Lugar: Museo UdeA
La
Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia con el ánimo de
replicar la conferencia "Efectos de los gases antidisturbios en la
salud" del Dr. Carlos Federico Molina Castaño, médico toxicólogo y
especialista en salud ocupacional, que se realizó por iniciativa del comité de
emergencias de las facultades de Educación y Ciencias Sociales y Humanas, invita
a toda la comunidad universitaria para que asista a este evento, ya que es de
suma importancia tomar las medidas pertinentes en caso de una emergencia.
Link
recomendado: http://ayura.udea.edu.co/notieducacion/?q=node/85
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Para llorar
Por:
Daniel Coronell
Por
cada granada de humo blanco pagamos 43.880 pesos. Cada cartucho de gas nos vale
27.183 pesos.
Se ha
vuelto un lugar común decir que todos pierden con los paros. La frase es tan
repetida como falsa. Hay unos que ganan –y ganan mucho- cada vez que hay una
protesta. La industria de las llamadas “armas no letales” recibe multimillonarias
utilidades por cuenta de la represión de las manifestaciones en Colombia y en
el mundo. Los dueños de esa industria tienen a la vez intereses en negocios
como la venta de productos lácteos o la calificación de riesgos en países como
el nuestro.
El gas
lacrimógeno es uno de los mejores negocios de esta época. A pesar de que la
Organización de Naciones Unidas clasifica el gas lacrimógeno como un arma
química, los poderosos intereses detrás de esta industria han logrado que su
producto estrella se comercialice a nivel mundial como “arma no letal”.
La
mayor productora de gas lacrimógeno es una empresa llamada Combined Systems
Inc. La compañía funciona en Jamestown, un pacífico pueblito con menos de 700
habitantes en Pensilvania, Estados Unidos.
De
acuerdo con su página oficial su negocio es la “fabricación y suministro de
municiones tácticas y dispositivos de control de masas a las fuerzas armadas,
la policía, las autoridades carcelarias y las agencias de seguridad nacional en
el mundo entero” (Ver link)
La
compañía es una máquina de hacer dinero. Cuanto peor le vaya al mundo, mejor le
va a ellos. Un reciente estudio adelantado por la profesora Anna Feigenbaum de
la Universidad de Bornemouth en Gran Bretaña, prueba que durante los períodos
de crisis económica se disparan los gastos antimotines.
El
periodista Marcelo Justo hizo un completo reporte para BBC Mundo que muestra,
entre otras revelaciones, el ejemplo de España. Mientras el gobierno de Rajoy
recortó el presupuesto de 2013 en casi todas las áreas, empezando por salud y
educación, hubo un aumento de 17 veces (!) en el renglón de ‘antidisturbios’.
Los fondos pasaron de 173.000 euros a más de tres millones.
(Ver vínculo)
Colombia
es un gran comprador de Combined Systems. De acuerdo con una publicación de
Source Watch los principales clientes de la compañía fabricante de gas
lacrimógeno son en su orden: Estados Unidos, Israel, Egipto, Colombia y Yemen. (Ver vínculo)
En el
año 2007, se registraron 800 protestas en Colombia. El 26 de diciembre de ese
año -en medio de las celebraciones de navidad y año nuevo- el gobierno de
entonces firmó a través de la Policía Nacional un contrato con los
representantes locales de Combined Systems por US $2.262.936 (Ver
portada contrato)
El
objeto del contrato es la compra de granadas de gas, armas lanzagases y otras
municiones antimotines. Quien firmó el contrato como directora administrativa y
financiera de la Policía fue la entonces coronel Luz Marina Bustos Castañeda,
hoy subdirectora general de la institución. La coronel Bustos ahora es general
y con su firma ese contrato ha sido extendido y adicionado, hasta nuestros
días, en cantidades multimillonarias.
Una de
esas adiciones deja ver cuánto le cuesta cada disparo antimotines a los
contribuyentes colombianos. Por cada granada de humo blanco pagamos $43.880.
Cada cartucho de gas nos vale $27.183. (Ver
valor gas)
Otro
contrato, esta vez del Fondo Rotatorio de la Policía, indica que Colombia le
compró a Combined Systems fusiles lanzagases por $242.604.960. (Ver
fusiles lanzagases)
Los
principales accionistas de Combined Systems son Point Lookout Capital Partners
y The Carlyle Group. El grupo Carlyle es un conglomerado empresarial con
múltiples intereses que van desde la banca internacional hasta la tecnología
agropecuaria con Syangro Technologies, pasando por la producción de leche en la
India con Tirumala Milk. Carlyle es dueño también de la calificadora de riesgos
Duff and Phelps que evalúa la seguridad de las inversiones en países como
Colombia.
Nuestro
país es magnánimo con los conglomerados que explotan nuestros recursos y nos
venden lo que no necesitamos en desarrollo de las ‘bondades’ del TLC. Al mismo
tiempo es avaro con los campesinos que producen alimentos, severo con quienes
se atreven a protestar y generoso con los
vendedores de instrumentos para la represión.
Al
final ellos se quedan con la plata y nosotros con las lágrimas.
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