Noviembre 13 de 2013
A la opinión pública
Las ventas informales
en la U de A: Algunos argumentos
Ante la actual coyuntura que vive la Universidad de
Antioquia, en donde el estudiantado ha tomado la decisión de entrar en paro,
queremos sobresaltar una de las razones que ha impulsado esta decisión, y es el
acuerdo superior 206 de 2001, por el cual se constituye en falta disciplinaria
grave la venta informal y cualquier forma de auxilio a las ventas informales
dentro de las instalaciones de la Universidad y el Acuerdo Superior 404 de
2013, por el cual se crea la Unidad de Asuntos Disciplinarios Estudiantiles.
Después de conocer la situación de algunos venteros, y posteriormente
escuchar y leer la postura institucional frente a esta problemática, partiendo
además de nuestra vivencia en la Universidad, queremos compartir algunos
argumentos e inquietudes frente a este detonante del paro en la Universidad de
Antioquia:
- Nos dicen que dentro de la Universidad no puede haber
estudiantes vendiendo porque esa no es la misión de ésta, en palabras del
vicerrector general, John Jairo Arboleda Céspedes, “el proyecto de un
estudiante al entrar a la Universidad de Antioquia no es convertirse en un
excelente vendedor informal sino en un profesional íntegro (…)”. Entonces si no
quieren que los estudiantes vendan dentro de la Universidad ¿Por qué existe el
programa de las Burbujas? ¡Allí los estudiantes están vendiendo! Si bien este
programa, ayuda a la permanencia de varios estudiantes (tienen hasta
prestaciones sociales), desde Bienestar se está dando un doble discurso. No
decimos que se acabe con el programa de las Burbujas, simplemente queremos
develar esa doble moral.
- Si el deseo de la administración de la Universidad es que
los estudiantes en “situación de ventas” retomen plenamente su proyecto
académico, pues estos estudiantes dedican gran tiempo de estudio a vender, tal
cual lo afirma el sociólogo David Ramírez “la venta informal les resta a los
estudiantes tiempo de estudio, tal vez les desvía su proyecto profesional (…)”
y agregado a ello, se demostró, con el estudio de IMARK, que el 49% cuenta con
un promedio regular entre 3.0 y 3.5. Entonces ¿Por qué no ayudan a los
estudiantes que trabajan por fuera de la Universidad? Ellos también destinan
tiempo de estudio a trabajar y por esa razón su promedio tampoco será el mejor[1],
además también deben tener sus dificultades económicas.
- ¿Por qué en el estudio que realizó el Grupo de
Investigaciones en Marketing IMARK, de la Facultad de Ciencias Económicas, no
aparecen contemplados los productos de Avon y Amway (Solo se contemplan como
ventas informales los minutos a celular y recargas, la confitería, y la
piratería)? Los que venden estos productos también son venteros informales o
como dice Daryeny, directora de Bienestar Universitario, venteros ilegales.
- “En la Universidad hay ventas informales, pero sobre todo
compradores informales” (publicidad de la campaña de Bienestar) Consideramos
que, siguiendo la lógica de que hay venta porque hay quien compre, los
estudiantes que se acojan al plan serán reemplazados por otros.
- Este acuerdo superior data del 2001 ¿Por qué después de
12 años se decide tomar acciones que buscan cumplir con este acuerdo? O mejor
dicho ¿Por qué durante esos 12 años no se emprendieron campañas, de la envergadura[2] de
la actual, para hacer cumplir este Acuerdo Superior?
- Con la campaña emprendida por Bienestar Universitario de
dar becas de manutención a estudiantes en “situación de ventas” se está dando
el mensaje al estudiantado de que es mejor infringir la norma para que me
ayuden. Esto debido a que los subsidios que se han otorgado a este grupo de
estudiantes generan incentivos para que más personas se conviertan en
vendedores informales, siendo contraproducentes con los objetivos
institucionales de Bienestar Universitario. Consideramos que se debe apoyar por
la condición de estudiante, no por la de ventero.
- La campaña de Bienestar ha girado en torno de los
venteros que tienen puesto fijo (estacionarios), se contabilizaron 115 puestos,
pero no está teniendo en cuenta a los venteros móviles (no estacionarios), según
Fred Danilo Palacios, asistente de la directora de Bienestar Universitario,
porque no “sabemos dónde están”. Auguramos el fracaso[3] de
esta campaña, por el simple hecho de que no se está abordando a todos sus
actores.
- Ante el planteamiento de eliminar el Acuerdo Superior
206, la institucionalidad nos dice “imagínense sin prohibición como se multiplicaría
las ventas”. Partiendo de nuestra experiencia, consideramos que el estudiante
no tiene en cuenta ese Acuerdo a la hora de tomar la decisión de si vender o no,
por diferentes razones: no la considera justa ni legítima, la necesidad es
apremiante, entre otras. Además habría que hacer un estudio de caracterización
de la población para ver si con esa prohibición, a partir del 2001, las ventas
informales disminuyeron.
- ¿Será que todos los que venden son estudiantes? El Acuerdo
206 regula solo a los estudiantes, pero se debe tener en cuenta que también hay
personas externas a la universidad que venden dentro de ella de manera informal
y a las que esta norma no los cobija. Una disminución del número de venteros
informales que son estudiantes implica una reducción en la oferta de bienes de
consumo dentro de la universidad, pero al haber una demanda constante se
generan nuevas oportunidades de mercado para los agentes externos a la
universidad, al ver reducida su competencia, por lo que el mercado informal
continuaría, esta vez en manos de individuos externos a la universidad. No
tenemos problema con que externos o estudiantes vendan en la Universidad, las
ventas de confitería no generan delincuencia.
- También se arguye que los venteros ocupan mesas de
estudio perjudicando a otros estudiantes, pero los que no ocupan mesas y exponen
sus productos sobre cajas, tablas y
ladrillos o simplemente en coquitas e incluso bolsas, no están incomodando o
perturbando el estudio de los demás estudiantes. Esta miopía en la
caracterización de los venteros es un gran problema del Acuerdo Superior, ya
que no diferencia los tipos de venta y tipo de vendedores, mete en la misma
bolsa, por así decirlo, a vendedores de confitería, móviles y fijos, piratería,
minutos a celular e incluso de droga (ilícitos). Consideramos necesario una diferenciación.
No es justo que a una estudiante la clasifiquen de ilegal por el hecho
de vender barquillos, por ejemplo, equiparándola con un estudiante que vende
Heroína.
- “¿Por qué si tienen la necesidad lo primero que hacen es
vender, es decir infringir la norma?” (Fred Danilo Palacios) Creemos que por
comodidad, trabajar dentro de la Universidad permite muchas facilidades
(transporte y tiempo) además no se puede desconocer la situación de alto
desempleo que vive el país (la informalidad es del 48%). Unos dirán “que
estudiantes tan cómodos” “siempre lo más fácil”. Simplemente consideramos que
es un trabajo igual a otro.
- ¿Por qué el Consejo Superior Universitario reitera en la
prohibición de las ventas informales? Como no sabemos la respuesta vamos a
lanzar unas hipótesis, esta prohibición obedece a razones de estética, a la
presión de los venteros formales y a un proyecto de Universidad que el
administrativo (CSU) tiene para la U de A (lo equiparamos con la SIU[4]).
No desconocemos que existen venteros que acaparan gran
parte del mercado, incluso con estudiantes subordinados, y ante esta situación manifestamos nuestro rechazo y deseo de trabajar
para organizar esa “conchudez”, pero dejamos claro que defendemos la lucha de
los venteros que realmente tienen la necesidad de hacerlo para su
auto-sostenimiento.
Se puede hacer un paralelo entre la situación que
acontece en el centro de Medellín y la U de
A, pues la problemática de las ventas informales es similar y las
administraciones correspondientes han tratado últimamente de solucionar dicha
problemática. Podemos visualizar que la carnetización no funcionó en el centro
de Medellín, la diferencia que tiene la administración de la U de A frente a la
Municipal es que ésta puede abrir procesos disciplinarios y expulsar al
estudiante vendedor de la Universidad. Lo comparamos porque no queremos ver
personal de espacio público llevándose los puestos de ventas informales,
tememos que haya una reacción similar a la que aconteció en el centro de Medellín
(enfrentamientos entre el ESMAD y venteros informales).
PROPUESTAS
- Se debe derogar el Acuerdo Superior 206 de 2001 al
igual que el Acuerdo Superior 404 de 2013.
- Para cualquier Acuerdo Superior futuro, exhortamos al
CSU a no equiparar las ventas informales de productos lícitos con ilícitos y
tener en cuenta la participación de los diferentes estamentos de la Universidad
en la elaboración del mismo.
- Entendemos que la Universidad debe controlar las ventas
pero ante la precaria situación económica de muchos estudiantes, ese problema
se le sale de las manos. Por ello, es necesario que los venteros se organicen,
las Facultades pueden ayudar en este proceso. y garantizar que solo venda quien
realmente lo necesite hacer.
- Que Bienestar demuestre financieramente que está en
capacidad de ayudar a todos los estudiantes que necesiten ayudas de la
Universidad (Previa caracterización a los venteros no estacionarios). Para
nadie es un secreto que el presupuesto de esta dependencia es muy bajo debido a
la ley 30 de 1992.
- La solución de esta problemática va en dirección a
Bienestar, si hubiera un buen Bienestar la gente no vendería o al menos no
tanta gente. (Estamos hablando de Bienestar en el ámbito de permanencia
estudiantil)
G.E.T.A.
Grupo de Estudio y
Trabajo Asamblea Facultad de Ciencias Económicas
[1]
En este argumento estamos considerando que vender informalmente dentro de la
Universidad también es un trabajo. Es preciso aclarar de que no se debe
generalizar, hay estudiantes que trabajan y tienen un excelente promedio.
[2]
Nos referimos al dinero y tiempo destinados a esta campaña (la cantidad de publicidad
física fue abundante)
[3]No
podemos llamar fracaso que Bienestar ayude con subsidios a algunos estudiantes
(van más de 60 estudiantes beneficiados con las becas, según Fred Palacios),
nos referimos al fracaso del proyecto de la administración de erradicar por completo
las ventas informales de la Universidad de Antioquia.
[4]
En la cual hay gran participación del sector privado



0 comentarios:
Publicar un comentario