Llamado a la unidad
efectiva y real.
En el
marco de la crisis general de la universidad colombiana y de los conflictos
particulares que ésto acarrea, el ejercicio crítico permanente es
imprescindible para el buen desarrollo de los procesos. Como producto de un
espacio autocrítico desarrollado al final de la semana pasada sobre la
situación que atraviesa la sede Bogotá de la Universidad Nacional de Colombia,
nosotros y nosotras, quienes le damos vida al proyecto de Rebeldía, planteamos
hacer un llamado a una unidad efectiva y real desarrollado en los siguientes
puntos:
1. De la división de los y las que luchan solo
se benefician nuestros contendores y reconocemos que éstos no están al interior
de la comunidad universitaria. Por tanto, el conjunto de los estamentos
universitarios debemos esforzarnos para aportar de manera sincera a una unidad
real más allá de lo enunciativo.
2. Aunque haya dirigentes que sinceramente
practican el trabajo de base, los primeros responsables de la falta de salidas
para el problema de la división de los y las trabajadoras han sido ellos
mismos, pues reconocemos que por parte de las bases se practican de la forma
más sincera los principios de solidaridad y fraternidad de clase.
3. Teniendo en cuenta que todas las
organizaciones estudiantiles planteamos distintos llamados a la unidad en la
asamblea estudiantil de sede y triestamentaria, creemos que ninguna hemos
aportado realmente para que esta unidad sea efectiva y fortalezca los procesos
de lucha y movilización que se desarrollan en la universidad. La actitud de la
mayoría de nosotros y nosotras ha sido escoger una de las dos propuestas para
capotear sus falencias y esperar que mágicamente por proclamación se desarrolle
la unidad, o en otros casos caer en un aislamiento igual de contraproducente.
Creemos que esta actitud grupista y sectaria mostrada por todos y todas
nosotras lo único que ha hecho es hacer mella en las divisiones entre las
propuestas de los y las trabajadoras.
4. Como nos lo enseñó Camilo Torres, caído por
estas fechas hace 47 años, la unidad se construye en la lucha y por la base.
Creemos que hay que ejercer solidaridad efectiva con los y las trabajadoras que
luchan (entendiendo que no sólo son las y los del Comité). Reconociendo que
aunque existen diferencias, vemos que el objetivo de ambas propuestas es
aportar al mejoramiento de las condiciones de vida para la clase trabajadora en
la UN, de allí que sea imprescindible poner lo antes posible estas propuestas
en un diálogo respetuoso y fraterno para, en el mejor de los casos, llegar a
una propuesta única.
5. Aunque los trabajadores y las trabajadoras
sean hoy los y las que principalmente se encuentran a la cabeza de las luchas
universitarias, los problemas que aquejan a la universidad exigen el
reconocimiento mutuo de los actores de la comunidad universitaria para buscar
salidas colectivas a la crisis en la que hoy se encuentra la universidad y la
educación en general. De allí que preocupe la quietud de los estamentos
estudiantil y profesoral, situación claramente relacionada con lo arriba
mencionado. Por tal situación creemos que hay que retomar dinamismo y
movilización frente al conjunto de problemas por los que atraviesa la
universidad y la educación, y que ésto para el caso concreto de la lucha de los
trabajadores y las trabajadoras va mucho más allá de cobijarse bajo una u otra
propuesta.
LUCHA Y SOLIDARIDAD
SON CAMINOS DE UNIDAD, Y LOS CAMINOS DE UNIDAD SON CAMINOS DE VICTORIA
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