"Las decisiones reglamentarias han sido modificadas
permanentemente a lo largo de los casi 20 años que tiene de expedida la Ley
30. Los cambios permanentes en aspectos
jurídicos tan importantes demuestran improvisación, poca claridad en la
política y generan incertidumbre y dudas que le causan poca credibilidad al
sistema. Quedan vacíos tras los cambios que se generan en la normatividad, toda
vez que aspectos vitales, inicialmente definidos por Decretos del orden
ejecutivo nacional, terminan siendo modificados con Resoluciones, lo que
evidencia inestabilidad jurídica en el sistema educativo colombiano".
Esta es una de las conclusiones del estudio - evaluación
sobre el sistema de calidad de la educación superior en Colombia, realizado por
Darío Antonio Mejía Pardo y Lina Clemencia Duque Sánchez.
El estudio, denominado Sistema de aseguramiento de la
calidad para la Educación Superior: una tarea pendiente, refiere a la necesidad
de revisar el rol de los protagonistas que actúan en el sistema de
aseguramiento de la calidad y la manera como estos interactúan entre sí, la
necesidad de fomentar más la acreditación de alta calidad, la posibilidad de
crear una Agencia de Promoción de la Educación Superior y de revisar el rol de
los pares, y es enfático en indicar que "se ha olvidado la reflexión sobre
la calidad y el sistema que lo debe orientar".
Las siguientes son
sus conclusiones y recomendaciones:
En general, las IES en Colombia, incluyendo a las
Universidades, son organizaciones que han desarrollado preferencialmente una
idea centrada en la profesionalización, pero en su gran mayoría, los procesos
investigativos y de proyección social, son aún incipientes y de poco impacto en
sus contextos; además las nuevas tecnologías de la Información y la
Comunicación (NTIC) todavía son precarias, con grandes limitaciones en las
inversiones para los desarrollos científicos que exige la nueva sociedad del
conocimiento. En este sentido compartimos las apreciaciones consignadas en el
Informe de Educación Superior Colombia (2012), publicado por la OCCE y el Banco
Mundial, sobre las restricciones que presenta el sistema universitario y las
IES, en los aspectos relativos a la actividad de investigación.
- Son significativos los logros del sistema de
aseguramiento de la calidad en estos 20 años de existencia, pero aún queda
mucho por hacer. Entre los más importantes logros se encuentran los siguientes:
se generó el fortalecimiento de la cultura de la autoevaluación y se propició
la implementación de procesos de planeación y de aseguramiento de la calidad en
la educación superior; se reporta avance en la actualización de los planes de
estudio, en la búsqueda de una mayor pertinencia a través de innovaciones
pedagógicas y metodológicas; mejoró la fundamentación epistemológica, se
introdujeron cambios curriculares y se flexibilizaron los planes de estudio; se
crearon planes y líneas de mejoramiento para optimizar la gestión académica; se
incentivó y estrecharon los vínculos con el entorno nacional e internacional;
se reporta igualmente que el nivel de los profesores mejoró así como su
participación en redes, y la conformación de grupos de investigación y sus
resultados; se aumentó el número de profesores de planta y su nivel de
formación, y mayores recursos de apoyo a la docencia como: planta física,
laboratorios, computadores, software especializado, bibliografía, y
publicaciones. Sin embargo, sobre el tema de la Acreditación se reseña por
todos los actores que el avance ha sido lento y de baja cobertura, contrario a
los avances en Registro Calificado, el cual se ha logrado en casi la totalidad
de los programas.
- Los temas relacionados con el Sistema de Calidad de la
Educación Superior, corresponden a uno de los aspectos de mayor importancia
para el futuro de las IES en Colombia, pero al mismo tiempo pertenecen a uno de
los tópicos menos explorados y estudiados en los últimos años; sin embargo este
período ha sido pródigo en discusiones en otras materias de educación superior
en diferentes foros y eventos académicos, con un gran flujo de documentos de
expertos, sobre propuestas de reformas de la Ley 30 de 1992, en materias como
por ejemplo la autonomía universitaria y de las demás IES, financiación estatal
y privada; IES privadas con ánimo de lucro; tipologías o ideas de las
organizaciones que componen el sistema de Educación Superior colombiana, entre
otras temáticas, pero se ha olvidado la reflexión sobre la calidad y el sistema
que lo debe orientar.
- Con la nueva reglamentación que sustituirá la ley 30 de
1992 se debe procurar aliviar las tensiones que se presentan en el sistema de
la educación superior colombiana, en lo relacionado con los alcances del
criterio de autonomía universitaria, el papel que le corresponde al Estado en
ejercicio de la suprema inspección y vigilancia, así como la definición e
integración de un nuevo sistema de aseguramiento de la calidad de la educación
superior ágil y eficaz, que concilie además los muchos y diversos intereses de
todos los actores del sistema, en especial las Universidades y las otras IES;
especial reconocimiento deben tener las Instituciones Técnicas Profesionales y
las Instituciones Tecnológicas, para la elaboración de los estudios y normas,
en el propósito de tener un sistema que corresponda a las nuevas realidades y
los verdaderos requerimientos del sistema.
- Igualmente la nueva reglamentación de la educación
superior debe definir qué organismos tiene carácter decisorio dentro del
sistema de calidad, qué entidades o dependencias tienen carácter de asesoría y
planificación y, finalmente, qué organismos o instituciones eventualmente
podrían crearse o reestructurarse, en el propósito de tener un sistema
integrado, eficiente, y autónomo.
- De otro lado, respecto a la calidad de la ES, las
decisiones reglamentarias han sido modificadas permanentemente a lo largo de
los casi 20 años que tiene de expedida la ley 30 de Educación Superior. Los
cambios más recientes han sido proferidas en el año 2012 al modificar y
reorganizar el funcionamiento de la CONACES. Estos cambios permanentes en
aspectos jurídicos tan importantes del sistema de aseguramiento de la calidad
demuestran improvisación, poca claridad en la política y lo que es más grave,
generan incertidumbre y dudas que le causan poca credibilidad al sistema.
Igualmente quedan vacíos como consecuencia de los cambios que se generan en la normatividad,
toda vez que aspectos vitales, que inicialmente habían sido definidos por
Decretos del orden ejecutivo nacional, terminan siendo modificados a través de
Resoluciones, lo que evidencia inestabilidad jurídica en el sistema educativo
colombiano.
- En relación al Sistema de Calidad de la Educación
Superior y el papel que cumplen el CNA y CONACES, el académico Gómez (2007) ha
identificado la necesidad y urgencia de realizar evaluaciones del sistema,
dadas las coincidencias en principios y funciones de estos organismos, sobre lo
que ha planteado y que compartimos lo siguiente: “Ambos sistemas coexisten
actualmente, basados en los mismos principios, condiciones y requisitos de
funcionamiento de programas. No hay diferencias esenciales entre ambos, son
sistemas centrados en procesos e insumos, y con un fuerte énfasis en la
homogeneización y estandarización de estos, mediante el cumplimiento de
determinadas condiciones y factores comunes a todos los programas e
instituciones. Las diferencias son menores, de índole procedimental, de
intensidad de la función de verificación, y en ninguno de ambos instrumentos es
central la verificación y evaluación de logros o resultados del proceso
educativo” [1].Continua el profesor Gómez indicando: “Después de quince años de
la creación del sistema de acreditación se hace imperativa una evaluación
externa de su racionalidad, logros, metodología, costos y perspectivas futuras.
La legitimidad futura del CNA depende en gran medida de la rendición de cuentas
(accountability) a la comunidad académica, de la que obtiene su razón de ser”.
En este sentido debe resaltarse la importancia de hacer seguimiento a los
procesos internos del CNA y demás entidades asesoras del sistema. Aquí se
encuentran grandes problemáticas, que se pueden profundizar desde el sistema de
aseguramiento de la calidad, a través de trabajos e investigaciones que deben
evaluar en forma integral los diversos aspectos del sistema.
- El SNA y el CNA han sido pionero en evaluación y
acreditación, en virtud de la ley, pero con la discusión de una nueva
legislación se tiene una gran oportunidad por redefinir un nuevo sistema de la
calidad de la ES, que integre normativamente dependencias semejantes en
principios y funciones por la calidad, que propicie una propuesta más
sistémica, integral y operativa, la cual brinde efectivamente nuevas
posibilidades al conjunto de las IES y dé respuestas a los requerimientos de la
sociedad del conocimiento. Las Universidades, que hacen parte del sistema,
gozan del precepto constitucional sobre autonomía universitaria, y el CNA no es
un ente autónomo y hace parte del sistema de aseguramiento de la calidad, como
institución asesora creada por la ley 30 de 1992.
- Una propuesta que debe ser analizada profundamente en
las futuras discusiones sobre educación superior es la relacionada con la
institucionalización en Colombia de Agencias Privadas especializadas en la
compleja tarea del aseguramiento de la calidad y de la acreditación de alta
calidad de programas e Instituciones de Educación Superior, que garanticen que
el trabajo de evaluación sea realizado por Pares Académicos, que han sido
preparados y formados en esta delicadas funciones. En esta materia se deben
revisar las importantes experiencias internacionales en este tipo de Agencias.
Otra propuesta que debe ser evaluada es la relacionada con la creación de una
Agencia de Promoción de la Educación Superior.
- Una decisión prioritaria que debe tomarse con urgencia
en el sistema de educación superior colombiano y su sistema de aseguramiento de
la calidad, es el relacionado con los sistemas de información. El mejor ejemplo
de la escasa racionalidad de los sistemas de información es el relacionado con
el ingreso de hojas de vida, para la escogencia de Pares Académicos. En esta
materia se tienen tres (3) aplicativos tecnológicos diferentes para el ingreso
de los currículos: Colciencias, CONACES y CNA. Se debe garantizar a futuro la
existencia de una sola plataforma que integre la información suministrada y
dote al Sistema Nacional de C&T y al MEN, de un servicio de calidad,
confiable, ágil, eficiente y que se pueda actualizar de manera permanente y en
tiempo real. Los actuales sistemas dispersan la información, y por el
contrario, duplican funciones y dilapidan importantes recursos financieros,
tecnológicos y lo más grave, subutiliza el recurso humano, constituido
principalmente por las comunidades académicas
- El MEN y diferentes instancias y organismos de la
educación superior, han planteado la necesidad de mejorar la interacción entre
dependencias y entidades del sistema de calidad, en especial con la Comisión
Nacional Intersectorial de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior
(CONACES) y el CNA, tanto en temas conceptuales como con el sistema de
información SACES; sin embargo, aunque este aspecto es igualmente uno de los
más relevantes del Sistema de Mejoramiento Continuo planteado por parte del
CNA, conjuntamente con la concertación de mecanismos que permitan el
mejoramiento continuo de sus procesos misionales, sigue siendo un tema que
muestra pocos avances.
- Frente a la problemática planteada en el presente
documento, se establece como una de las más importantes conclusiones, que la
aplicación y los resultados del conjunto de normas sobre aseguramiento de la
calidad de la educación superior resultan insuficientes y frustrantes en el
propósito de procurar un mejoramiento sustancial y definitivo de la calidad;
los desarrollos actuales no permiten integrar las diferentes normas,
dependencias, entidades y procedimientos utilizados en el sector. Son evidentes
las actuales limitaciones que presenta el sistema de educación superior
colombiano, y especialmente su sistema de aseguramiento de la calidad (CNA y
CONACES).
- Existe una fragmentación y aislamiento de las entidades
afines al sector, que no permiten coherencia y definición de unas políticas
estratégicas; igualmente la consolidación del sistema de aseguramiento es
incipiente, no permite ni garantiza el trabajo unificado, colaborativo e
integral de todas las dependencias y entidades que tienen que ver con la
calidad, la cual se debe garantizar por el Estado y debe ser el propósito de
todos los actores de la educación superior, incluyendo sus comunidades
académicas y científicas. El sistema no es integral; no garantiza cobertura,
eficacia y eficiencia en los requerimientos de todas las IES, sin excepción. Se
carece de un diálogo constructivo entre actores del sector que aproveche
experiencias y propicie políticas estratégicas, para garantizar sistemas de
calidad en la educación superior que den adecuadas respuestas a las necesidades
locales, nacionales y globales. Se tiene un sistema disperso, sin diálogo
permanente, que por el contrario, duplica funciones y dilapida importantes
recursos.
- La internacionalización de la educación superior debe
plantearse como un propósito prioritario para todo el sistema de educación
superior colombiano y especialmente, para sus IES y sus comunidades académicas,
compuestas por profesores y estudiantes. Si bien son loables los propósitos del
CNA por la internacionalización del sistema de acreditación, como lo plantea en
su plan de mejoramiento, vale la pena reflexionar que la prioridad de este
organismo debe ser la consolidación de un sistema de aseguramiento de la
calidad en la Educación Superior, que permita integrar y hacer eficiente el
propósito de la calidad y mejoramiento. El sistema de aseguramiento de la
calidad de la educación superior en Colombia, debe propiciar rigurosos
mecanismos que garanticen total transparencia, responsabilidad y seriedad, que
conduzcan a unos procesos que tengan mayor eficiencia y cobertura, con el total
reconocimiento de la sociedad colombiana y las comunidades académicas. Estos
procedimientos deben permitir eliminar toda duda, por actuaciones que se hayan
podido presentar en años anteriores. La participación de las comunidades
académicas y científicas es vital en este propósito, por lo que se debe
propiciar su dignificación, formación y profesionalización como Pares Académicos
e Institucionales.
- Los aspectos relacionados con los Pares Académicos han
sido materia de improvisación permanente de la mayoría de las entidades y
dependencias con responsabilidades en el sector. Unas pocas horas de formación
y capacitación en jornadas anuales o bianuales, son totalmente insuficientes en
los requerimientos exigidos para evaluaciones con las responsabilidades que
conlleva los procesos de acreditación, registros calificados, apertura y
transformación de IES, y aún, evaluación de proyectos de investigación. Los
Talleres de formación de Pares Académicos que se programen deben ser
permanentes y de intensidades horarias adecuadas, con unas metodologías que
faciliten la participación, y en general, propicien el desarrollo de
actividades pedagógicas que confronten los Pares con las realidades concretas a
las que se deben enfrentar, con ejemplos y estudios de casos alrededor de las
evaluaciones de los programas académicos, de las Instituciones y aún, de los
proyectos. Igualmente, los Talleres deben propiciar encuentros por áreas de
especialidad, reuniones de Pares Institucionales, y promover encuentros entre
Pares de los diferentes órganos del sistema de aseguramiento de la calidad.
- La evaluación en los procesos de aseguramiento de la
calidad en la educación superior en Colombia, no se deben fundamentar solo en
la apreciación personal de los Pares Académicos o Institucionales, a partir de
sus experiencias y conocimientos académicos, profesionales y laborales y, en
general, las apreciaciones particulares sobre los programas o instituciones
evaluadas, después de la lectura de los informes elaborados por la IES y de la
observación que se logra en una visita de verificación de dos días a las
Instituciones y Programas. Esta labor exige capacitación, y formación adecuada
y suficiente, para el cumplimiento de unas funciones especializadas tan
importantes para el sistema.
- La autoevaluación debe tener como principal criterio el
cumplimiento de los fines misionales y el compromiso con la transformación de
las condiciones de desigualdad e injusticia social, de tal manera que las IES y
el propio sistema de ES, defina los parámetros para la construcción de la
educación superior que necesitamos, y no el mercado internacional ni el sector
privado, sirviendo así a los intereses nacionales, con un papel respetuoso de
la autonomía responsable de todas las IES, y teniendo en cuenta que el Estado
debe cumplir equilibradamente su función legal de inspección y vigilancia, y de
financiar suficientemente la educación pública para evitar condiciones de
exclusión.
- La evaluación y autoevaluación debe ser democrática y
permanente con la participación de todos los sectores educativos, debe tener en
cuenta el aprendizaje del sujeto y la relación del conocimiento con la sociedad,
por lo tanto estas deben considerar los procesos de construcción del
conocimiento y no solo los resultados. Este proceso debe tener en cuenta la
concepción integral del conocimiento, la proyección social, la relación con
egresados, el mejoramiento de las condiciones pedagógicas y metodológicas, y en
general, de los recursos y de las condiciones materiales y financieras, en
procura de alcanzar su aceptabilidad social.
- En Colombia se requieren Instituciones de Educación
Superior IES, que sean organizaciones inteligentes, abiertas, creativas,
competitivas, participativas y que propugnen por el desarrollo integral del ser
humano, su formación profesional con altos niveles de postgraduación, calidad y
ética, que propicie el bienestar de la comunidad y tengan como prioridad la
equidad y la justicia, que actúen en redes , y sus actividades permitan
integrar la ciencia, tecnología, conocimiento, formación, investigación e
innovación, proyección social y servicios, con respuestas adecuadas a los
requerimientos de la sociedad del conocimiento y de las diferentes comunidades.
Los autores
Darío Antonio Mejía Pardo: magíster en Educación y
Ex-rector de la Universidad de Caldas, actualmente Par Institucional del
Consejo Nacional para el Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior
CONACES
Lina Clemencia Duque Sánchez, abogada, magíster en
Derecho Público(U. Santo Tomas- U. Konstanz, Alemania)
Ambos son integrantes del Grupo de Investigación
“Currículo, Universidad y Empresa”, escalafonado por Colciencias como Grupo
“B”.
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