sábado, 3 de noviembre de 2012

Negligencia hospitalaria asesina a Jaime Acevedo, 5 años de su muerte


 
 

Jaime Alberto Acevedo, estudiante UIS fallece el 3 de noviembre de 2007 por negligencia hospitalaria luego de haber resultado herido durante una protesta estudiantil que derivó en enfrentamientos entre estudiantes y policía en la Universidad Industrial de Santander por la no privatización del Hospital Ramón González Valencia. Conozca la historia.

El jueves 1 de noviembre de 2007, alrededor de las 11:00 a.m. ingresa al Hospital Ramón González Valencia (ahora HUS) el joven de 20 años de edad, Jaime Alberto Acevedo Ramírez, estudiante de Licenciatura en Matemáticas en la UIS, con una herida en el muslo izquierdo ocasionada por el estallido de una 'papa-bomba' durante protesta estudiantil ocurrida ese mismo día en la UIS por la no privatización de este mismo Hospital.

Dado el contexto de la herida y mediante radiografías practicadas al estudiante, se confirma la presencia de una arandela, estas imágenes radiológicas se pierden 'misteriosamente' y el joven no puede ser valorado por ortopedia ese mismo día.

Al día siguiente (viernes 2 de noviembre) cerca de las 11:00 a.m. se le toman nuevamente las radiografías (24 horas después de haber ingresado al Hospital). En la tarde es valorado por ortopedia ante la presión e insistencia de las personas que lo acompañan. Después de esta valoración se le programa cirugía para las 6:00 p.m. con el objetivo de extraer la arandela de la pierna de Acevedo.

El Hospital se niega a realizar el procedimiento argumentado que la aseguradora Mapfre, con la cual el estudiante tenía una póliza vigente a través de Bienestar Universitario, se niega a cubrir los gastos por tratarse de herida producto de disturbios. Por lo cual se procede a solicitar el cubrimiento de los gastos clínicos a través de Bienestar Universitario, pago que demora 3 horas (de 2:00 a 5:00 p.m.), a pesar que la cirugía se requería con urgencia. Los papeles se llevan a esa hora para que se realicen los trámites de la cobertura de la cirugía. Se le realiza la cirugía y Acevedo sale estable, por lo que es trasladado a un cuarto donde pasará esa noche en observación. A sus familiares y amigos se les niega el permiso de acompañamiento por no tratarse de un paciente grave.

El sábado a las 4:00 a.m. (aproximadamente 8 horas después de la cirugía) Jaime manifiesta haber orinado sangre y haber caído de la camilla. Acevedo solicita atención médica y recibe respuesta peyorativa por parte del personal de enfermería, por lo que tuvo que soportar durante cuatro horas más, hasta que estudiantes de Medicina de la UIS acuden a evaluar cómo sigue; percatándose del grave estado de salud en el que se encuentra, solicitan de manera alarmada atención inmediata para Acevedo.

La valoración hecha a esa hora arroja como resultado que el delicado estado de salud del estudiante se debe a un proceso séptico sistemático (infección que afecta los sistemas del cuerpo progresivamente), razón por la cual requiere procedimientos médicos especiales y de atención en la Unidad de Cuidados Intensivos – UCI. En ese momento el Hospital no cuenta con disponibilidad y se procede a buscar en otras instituciones hospitalarias.

Aproximadamente a las 11:20 a.m. se consigue espacio en la UCI de la clínica cañaveral FINSEMA, el traslado se demora porque son necesarios unos documentos y la epicrisis, paralelamente como condición para que el paciente pueda abandonar el Hospital se realizan los trámites de pago y de paz y salvo, los cuales demoran dos horas a pesar que la gravedad de la situación requiere atención inmediata.

Aproximadamente a la 1:20 p.m. se consiguen los documentos para obtener el paz y salvo, acto seguido se procede a la gestión de la ambulancia para que sea trasladado, finalmente y luego de aproximadamente 30 minutos llega, en ese momento se plantea que la UCI está ocupada y que no puede ser trasladado. Inmediatamente se sabe esto, las personas que acompañaban a Acevedo realizan llamadas en un afán infructuoso por conseguir una UCI; debido a que los encargados de estos trámites en el Hospital responden que “después de todas las pérdidas causadas a la Universidad, cómo se atreven a pedir dinero para la atención del joven”, y que “el Hospital no se va a preocupar”, actitud avalada por las directivas de la UIS, quienes se mostraron apáticas con la urgente atención del estudiante.

A medida que pasan la horas, su estado de salud se agrava y presenta un patrón de dificultad respiratoria, por esta razón es necesario intubarlo y se busca un ventilador mecánico que le ayudaría a respirar ante el riesgo de presentar un paro respiratorio... Que efectivamente ocurrió antes de poder ser conectado, luego es trasladado nuevamente a cirugía para realizarle un lavado (11 horas y media después de haberla necesitado para salvar su vida) durante el trayecto y en el quirófano se le realizan las maniobras de reanimación sin que estas surtan efecto, siendo dictaminada la muerte de Jaime Acevedo alrededor de las 6:00 p.m.

Al día siguiente del fallecimiento de Jaime Alberto Acevedo, estudiantes de la UIS se movilizan por las principales calles de Bucaramanga con el objetivo de finalizar en el Hospital con una sola consigna que reflejaba el 'sin-sabor' y malestar colectivo entre los estudiantes ante la negligencia hospitalaria: “¡Hospital te cuidamos y nos mataste a un hermano!”, proclamaron ese día los estudiantes.
 

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