lunes, 23 de julio de 2012

El malestar que genera bienestar



Al parecer había pedido una cita para consulta psicológica unos días antes, se la habían dado para el 23 de julio, buscó además en la oficina de bienestar de su facultad, ese día era el compensatorio de los encargados de dicha oficina, saludó a las secretarias y fue al bloque 12. Acabó con su vida.

En desdeel12 nos dimos a la tarea de indagar. Más que una historia triste como muchas otras, pudimos esbozar una seria deficiencia en la Universidad. Los de bienestar no son negligentes ni desean que se ande muriendo gente por todas partes sin la debida ayuda. El problema es que no hay con qué. Los recursos son limitados para todo lo que hay que hacer. Una vez más, es un problema estructural, de fondo y no de forma, Bienestar Universitario no tiene cómo responder a las necesidades de la comunidad universitaria si no cuenta con los fondos suficientes.

Ejemplo de esto es que haya solamente doce psicólogos para toda la población universitaria, tienen la responsabilidad de estar en las inducciones de todos los pregrados, en las ferias de bienestar y en los talleres psicopedagógicos que se realizan dentro de la institución, además de esto deben hacer consulta para los estudiantes vulnerables. Doce, tan solo doce profesionales en psicología para ayudar a solucionar los problemas de miles.

La ley 30 de 1992 que rige la educación superior dice lo siguiente sobre el bienestar universitario “Cada institución de Educación Superior destinará por lo menos el dos por ciento (2%) de su presupuesto de funcionamiento para atender adecuadamente su propio bienestar universitario”, probablemente este porcentaje sí se cumpla, pero entonces no está siendo utilizado como es debido. O no alcanza, porque lo que es seguro es que algo pasa, cada vez reducen el presupuesto para el bienestar en las facultades, les dan un dinero anual que es insuficiente para cubrir costos de viajes de los estudiantes, el complemento alimenticio no alcanza ni a las mil personas. ¡En una comunidad de más de 30 mil!

Mientras todo esto sucede, la Universidad se jacta de tener un muy buen servicio de bienestar, de cumplir a cabalidad con las leyes de formar integralmente a los miembros de la comunidad. “La Dirección de Bienestar Universitario con miras al mejoramiento continuo, se compromete a ofrecer servicios con calidad y cobertura a la comunidad universitaria, orientados a su formación integral, que le brinden satisfacción y referidos en tres dimensiones: sentido de comunidad, formación ciudadana y calidad de vida”. Ya vimos que  lo de cobertura en realidad no es que se cumpla, y lo de la calidad está en duda. Muchos pueden decir que tenemos el mejor Bienestar Universitario del país, aún así, esto no quiere decir que estemos bien, quiere decir que los otros están peor. Sería algo como “mal de muchos, consuelo de tontos”.

¿La solución? Exigencia al Estado, que responda por lo que debe. En una oficina de bienestar de una facultad nos dijeron que los planes a futuro para prevenir que sucedieran muertes en la Universidad era informar a los estudiantes que pueden ir a las EPS de las que hacen parte a pedir consulta psicológica, pero esto es librarse del papel formador del que tiene obligación la universidad pública. Es entregarle a la empresa privada las funciones de un Estado que no está funcionando, de nuevo sale a relucir el problema estructural, de fondo y no de forma. ¿Y si alguien no tiene EPS? Bueno, pues le daremos la cita para el 23 de julio porque hoy, no hay forma.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More

 
Powered by Blogger