jueves, 17 de mayo de 2012

¿Cuál es la universidad que tenemos?': estudiantes


Dicen que falta financiación desde el Estado y que 'La U' Pública está perdiendo su razón de ser.

Diagnosticar los problemas, reconocer las fortalezas y compartirlas para crear propuestas que podrían incluirse en la reforma a la Educación Superior es la tarea que adelanta por estos días la Mesa Amplia Regional Estudiantil de Antioquia (Marea), quienes el 18 y 19 de mayo compartirán en la Facultad de Medicina de la U. de A. los diagnósticos que realizaron de sus centros de educación superior.
Problemas de desigualdad en el acceso a la universidad pública, disminución en las garantías del bienestar universitario, altos índices de deserción y falta de infraestructura física que soporte la demanda son algunos de los hallazgos que serán puestos en común este viernes.
Según Víctor Correa, vocero de la Marea y estudiante de medicina en la U. de A., la falta de recursos, la desfinanciación y los filtros de ingresos han producido la elitización de esta alma máter. Es decir, que a ella no acceden las personas de bajos recursos económicos sino quienes por su formación de educación media están mejor preparados.
"La universidad por las mismas dinámicas de permanencia terminó marginando estos sectores porque tenían ventaja para ingresar aquellos que podían pagar una educación privada de calidad. Además, hay deserción en programas cercana al 70 por ciento", precisó Correa.
Por su parte, en la Universidad Nacional, sede Medellín, según Amaury Núñez, vocero nacional de la Mane y estudiante de ciencias políticas, hay un problema de gobierno universitario. Muestra de ello es que la votación de los estudiantes y profesores para elegir al nuevo rector no fue tenida en cuenta por el Consejo Superior Universitario.
"Bienestar solo tiene un cubrimiento del 13 por ciento de los estudiantes cuando el 80 por ciento son de estratos 1,2 y 3", aclaró Núñez. Además de la falta de cobertura, según este líder, existe un desmonte gradual de las residencias estudiantiles que pasaron de 150 cupos en el 2011 a menos de 90 este año y el cobro por citas médicas, antes gratuitas.
En el Instituto Técnológico Metropolitano (ITM) la falta de recursos para investigación es el problema estructurales identificado.
"No hay desfinanciación general pero la falta de recursos desde el Gobierno central hace que sea corto el presupuesto en términos de investigación y que no puedan adelantarse proyectos grandes", aseguró Jhon Zuluaga, estudiante del ITM.
"Esto obliga a que se asocie con universidades que se quedan con gran cantidad de los resultados", lamentó.

Eafit también se sumó
A la discusión por la Educación Superior se sumó el grupo de Eafitenses por la educación. En su diagnóstico encontraron fortalezas como un programa con más de 1.300 estudiantes que tienen algún subsidio en la matrícula, la posibilidad de elegir democráticamente a sus representantes y el apoyo de Bienestar Universitario en las discusiones que desde octubre adelantan sobre la Educación Superior.
Según Ana María Gómez, estudiante de Eafit, si bien la matrícula es alta lo justifica la calidad docente y la acreditación institucional.
"Sin embargo creemos que las universidades privadas deberían tener un tope porcentual establecido para subir las matrículas pues muchas veces aumentan drásticamente por encima del IPC", concluyó Gómez quien resaltó la importancia de que los privados le apuesten a la calidad y a la responsabilidad social. 

Carlos Mario Cano R
Redactor EL TIEMPO 

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