martes, 10 de mayo de 2016

Lanzas y Letras: continuidad de un punto de encuentro para la batalla de ideas

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Por Pablo Solana*.
Uverney Quimbayo Cabrera, creador y director de la revista Lanzas y Letras por más de dos décadas, hubiera cumplido 50 años el pasado jueves 5 de mayo. Sus colegas de la Universidad Surcolombiana, sus amigos y compañeros de militancia realizaron un homenaje que excedió la nostalgia para proyectar su legado.
En la Universidad que lo agasajó, Uverney vivenció su militancia estudiantil, como joven rebelde, perseguido y encarcelado; allí cursó sus licenciatura en Lingüística y Literatura y su maestría en Conflicto, Territorio y Cultura; allí sembró su obra como intelectual reconocido pero, sobre todo, como militante del Congreso de los Pueblos, como buen compañero de profesores y alumnos por igual.
Hace 50 años y un poquito más doña Enelia Cabrera llevaba con orgullo su embarazo junto a su marido, don Manuel Quimbayo. Vivían sus días sencillos como parte de una vida esforzada pero feliz de trabajadores, gente humilde de pueblo en el municipio de Suaza, Huila. Era el mes de febrero de 1966 cuando doña Enelia, con sus seis meses de embarazo, se enteró —al igual que todos en Colombia— de la muerte del sacerdote Camilo Torres, abatido en una ofensiva del Ejército contra el ELN en Santander. La tristeza por la noticia debe haber afectado de tal manera a la mujer —como a millones de mujeres humildes de Colombia— que Uverney, el retoño que florecería poco después fruto de su vientre, nacería marcado por el ejemplo de aquel hombre que con su muerte impactó a su madre, que había predicado con su vida su compromiso de lucha contra las injusticias.
Al igual que Camilo, Uverney quiso ser seminarista y abrazó la Teología de la Liberación, aún antes de licenciarse en la Universidad. Que la última revista que él mismo dirigió “en un 70%” como afirman sus colaboradores, aún cuando la enfermedad lo consumía, lleve en su tapa el rostro de Camilo y su propio rostro con la leyenda “Ejemplo vivo de Unidad y Amor Eficaz” no tiene nada de casualidad.
“Uverney estuvo siempre vinculado a la formación del ser humano, en el humanismo libertario”, explicó Martha Lucía, su compañera desde los tiempos más difíciles de cárcel y persecución. Ella, compañera de vida, también puso imágenes a la revista desde su obra como artista plástica e ilustradora (http://lanzasyletras.org/index.php/85-imagenes/94-las-laminas-de-martha-lucia). Ella es quien, después de sostener con hidalguía y fortaleza únicas los meses más difíciles de su enfermedad, hoy sostiene la convicción de que la obra de Uverney, su proyecto cultural y político, debe continuar.
Claro que en este desafío no está sola: son decenas quienes la rodean y apuestan a lo mismo, como quedó expresado en el homenaje en la Surcolombiana, pero también en el que se realizó días atrás en Bogotá, o los próximos que se están organizando en Cali o Bucaramanga. Las colaboraciones cuentan con notorios exponentes como el profesor Luis Ernesto Lasso Alarcón, quien emocionó al auditorio con sus palabras, o el politólogo y profesor del programa de Ciencia Política de la Universidad del Cauca, Carlos González, responsable junto a Alexander Baca de la edición número 30 de la revista de reciente aparición. Apoyan además Francisco Javier Serrano Hurtado, compañero de tesis de Uverney; Amparito Andrade, quien volvió a emocionar a los presentes con la lectura de poemas cargados de vida y esperanza; Adelaida Cuenca Wilson, Rolando Centeno, Yolanda García: amigas, amigos que estuvieron siempre presentes, que acompañaron a Uverney hasta el último aliento rodeándolo de vida y esperanza.
La ceremonia contó con la música caribeña y el son cubano del grupo Mayarí, de la Universidad, y con una coordinación especial de la encargada de Extensión Cultural, Cristina Repizo: con calidez y afecto guió las intervenciones de los presentes, amenizó el homenaje y dio su toque de dulzura y emotividad a toda la jornada.
“Fue un evento sencillo y emotivo, como era Uverney”, sintetizó Martha Lucía, quien reafirmó su compromiso con la continuidad de la revista y con el ideario camilista.
* Pablo Solana es corresponsal de Resumen Latinoamericano y editor de La Fogata Editorial - Colombia.


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