Declaración Política XIV Asamblea Proceso Estudiantil Revuelta

Declaración Política XIV Asamblea Proceso Estudiantil Revuelta

“…Me gustan los estudiantes porque levantan el pecho,

cuando les dicen harina sabiéndose que es afrecho;

y no hacen el sordomudo cuando se presenta el hecho…”

Mercedes Sosa

“O inventamos o erramos” dijo Simón Rodríguez, el maestro de Bolívar ya hace más de 200 años y su idea sigue vigente. La realidad histórica, las múltiples caras del hambre, de la pobreza y la desigualdad, llama hoy más que nunca a las juventudes organizadas y no organizadas a hacer uso de su fuerza creativa y su vitalidad para renovar sus formas y espacios de encuentro y decisión, para desatar así una pelea unidos contra aquellos que tienen todos los privilegios y nos tienen jodidxs. Atendiendo a este llamado, estudiantes universitarios/as nos dimos cita los días 27 y 28 de febrero en Bogotá para llevar a cabo la XIV asamblea del proceso Revuelta perteneciente al Proceso Nacional Identidad Estudiantil.

Con las diferentes ideas y discusiones llegamos a  las siguientes conclusiones:

Son los pueblos latinoamericanos quienes deben decidir el rumbo de sus territorios. Como estudiantes insistimos en que un país verdaderamente en paz tiene como condición la participación de todos los sectores de la sociedad para solucionar los profundos problemas que lo aquejan como el hambre, la pobreza, la falta de educación, vivienda y salud. Creemos, por tal razón, que es fundamental llamar a la unidad no sólo de los movimientos sociales sino de todos los colombianos que crean en la importancia de la construcción de una paz con cambios estructurales pues estas transformaciones que queremos no son solo para un grupo organizado sino para toda la sociedad Colombiana.

El nuevo gobierno distrital en cabeza de Enrique Peñalosa representa una amenaza para las universidades públicas de la ciudad, muestra de esto es la iniciativa de privatizar la ETB, una de las principales fuentes   de financiación de la Universidad Distrital; y no solo esto, las pobres políticas encaminadas a garantizar el derecho a la educación para quienes no pueden acceder a esta son limitadas y paliativas, no están abocadas a generar los cambios que una educación para la paz requiere. La realidad de Bogotá hoy está marcada por fuertes políticas de represión y poca inversión social,  nos declaramos en oposición a un gobierno que privilegia el cemento  en detrimento de la naturaleza que debe ser uno de los ejes fundamentales de gobierno. Queremos una Bogotá  con vida digna, donde se priorice el bienestar de la gente y la naturaleza, es por eso que convocamos a movilizarnos por la defensa del medio ambiente, por un sistema de movilidad digno y sostenible, por un trabajo digno y con garantías sociales, y por una Educación para todo aquel que desee estudiar.   Nos sumamos a la iniciativa del gran Paro Cívico Nacional donde como pobladores urbanos exijamos se mejoren las condiciones de vida en una ciudad tan empobrecida como la nuestra.

Entramos en un proceso de transformación construida con todas las manos que estén dispuestas a hacerlo, haciendo de esta organización un instrumento de coordinación al servicio de todo el estudiantado, nuestro objetivo es la DEFENSA DE LA EDUCACIÓN. Conscientes de que ésta requiere la unidad no sólo de las organizaciones estudiantiles sino del estudiantado en general, convocamos e invitamos a los y las estudiantes de las universidades de Bogotá a encontrarnos y juntarnos, visibilizando la  importancia de la defensa de la educación y  aportando desde las diferentes disciplinas y preferencias, reafirmando como estudiantes el compromiso con el país de poner la academia al servicio de las necesidades de las comunidades.

Los cambios que queremos no son para un pequeño grupo organizado sino para esta y todas las generaciones de estudiantes que están por venir, por tanto definimos que nuestra acción política debe ser lo más amplia posible, reconociendo colectivos, grupos de trabajo, individualidades y diferentes formas de agrupación  que le aporten a la defensa de la educación digna y de calidad.

La violencia política de la que es víctima nuestro proceso de ninguna manera representa un motivo de amedrentamiento, por lo contrario, se ha convertido en razón para seguir luchando con más fuerza por la defensa de los derechos sociales del pueblo colombiano; rechazamos rotundamente la persecución al pensamiento crítico y a la acción organizada, consideramos que organizarse no es un crimen, es la manifestación del deseo de los y las jóvenes de lograr realidades en paz, dignas y felices. Casos como los del profesor Miguel Ángel Beltrán,  los compañeros y compañeras de Lebrija, los compañeros de la Mane encarcelados en 2011,  el asesinato del líder social Carlos Pedraza,  el reciente  falso positivo judicial de los 13 estudiantes y profesionales en Bogotá, las incontables amenazas a líderes sociales son muestras contrarias a los anhelos de paz.

Exigimos se respete el derecho a la protesta y a organizar nuestros sueños en proyectos comunes sin que esto nos cueste la vida y la libertad.

Estamos convencidos y convencidas que la construcción de un país diferente y una educación al servicio del pueblo Colombiano sólo es posible al calor de la discusión, movilización, acción y propuesta, es por eso que fortaleceremos nuestro trabajo en las universidades de Bogotá, generando propuestas de participación y empoderamiento estudiantil con formas de trabajo creativo y flexible. Consideramos que el factor comunicativo, artístico y contra-cultural debe ser una apuesta para construir a varias manos la defensa de la educación, de igual forma nuestra vocación por el pensamiento crítico debe fortalecer los procesos investigativos y académicos que desde la universidad surjan para ser poder dentro de ella y llevar la academia por los senderemos de las necesidades sociales.

Bienvenida juventud rebelde de las universidades de Bogotá, bienvenidas las distintas ideas, las distintas realidades, bienvenidas y más que invitadas a comprometernos en el obstinado sueño de hacer de nuestro país uno para la vida digna y la felicidad. Seguiremos en las calles y en las clases dando la pelea.

A ESTUDIAR Y A LUCHAR, POR VIDA DIGNA Y EN PAZ.