Anónimo
El 30
miércoles de Octubre del 2013, hace dos
años un estruendo nos cambió la vida. Tu
inesperada muerte nos privó de tu compañía, de seguir reflexionando y actuando
juntxs. Lejos de martirizar tu figura, nuestro propósito hoy es recordarte,
continuar nombrándote una y otra vez aquí y en la calle. Hoy como tantos días,
queremos traerte a la memoria como el
amigo y compañero que fuiste, como aquella persona que decidió pasar a la
acción sus reflexiones. Rememorarte con la fuerza de tus búsquedas, con tu
deseo incansable de conocer por diferentes medios, leyendo, viajando o
simplemente conversando con lxs demás.
Juan
Camilo Agudelo fue una persona que como tantas otrxs decidió romper con la
pasividad de quien observa y emprender la ardua tarea de luchar por la
trasformación del estado de las cosas.
Un amigo, un estudiante, un ser de carne y hueso como ustedes y nosotrxs que
cansado de sentir la impotencia entre los dientes quiso hacer de su vida algo
diferente: formarse, desaprender tantos y tantos valores inculcados.
Organizarse con sus afines para construir
en colectivo o de manera individual. Un amante de la idea de politizar
el futbol, un convencido de su potencial de transformación. Con seguridad y sin
ser esta la intención, reconozco que las palabras se quedan cortas para nombrar
la complejidad de lo que puede ser una persona.
Hoy 730
días después de tu partida, decimos que el olvido NO es nuestra opción. Que
seguimos creyendo que sólo se muere cuando se deja de luchar. Que desde aquí y
en otras latitudes continuamos recordándote. Por eso, retomando a algunxs
insurreccionalistas que dicen que las palabras sin acciones que las respalden
son habladuría, dejamos junto a estas sentidas letras una muestra de afecto que
pretende romper con el silencio. Aniquilar el olvido, el frío que nos consume
los huesos en la rutina y los frenéticos ritmos de vida que imponen estas
selvas de cemento que llamamos ciudades.
Juan Camilo Agudelo
presente
Octubre 30 de 2015
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