martes, 27 de octubre de 2015

De jardines y administraciones

El 12 de Octubre el portal de noticias las2Orillas.com, público en su sección de “Notas Ciudadanas” una reflexión sobre la crítica situación de la Universidad Nacional de Colombia, fundamentalmente en la Sede Bogotá. En esa publicación se presentaba algunas preocupaciones sobre la realidad que vive la Universidad, de la forma como de manera inestable se mantiene un equilibrio falso entre reconocimiento y sostenimiento, pues aunque la Nacho siga siendo reconocida como de las mejores del país, la capacidad de administración y gestión se ve reducida, cada vez más, por los constantes ataques del Ministerio de Educación que apuntan de forma invariable y sutil a la privatización de espacios, programas y acciones misionales de la Universidad de forma paulatina y casi silenciosa (Solo basta preguntarse sobre la administración de escenarios culturales como el León de Greiff, el comodato de las canchas deportivas de la Universidad y la extensión de cursos que funciona bajo la modalidad de arrendamiento en lugares diferentes a las instalaciones de la Universidad), uno de las manifestaciones más claras sobre esta situación es lo sucedido con el precio de las matriculas este semestre, que sobrepasando todas las posibilidades de autoritarismo y cinismo, afecto a gran parte de los y las estudiantes de la Universidad, como parte de las estrategias angustiosas que la administración Mantilla-Hernández intenta ejecutar para no dejar aumentas los números negativos en los estados financieros de la universidad.
Pero los elementos para analizar el contexto no se reducen a lo anterior, aunque el panorama general de la universidad, en relación a las capacidades administrativas, ligadas a la gestión y a la capacidad financiera de esta, es oscuro y desalentador, los escenarios de convivencia en el campus no son lo contrario, pues agudizando la situación general de la Nacho, la administración Mantilla-Hernández desde su primer día de gobierno ha hecho gala de la más patética forma de poder, la de la arrogancia, el autismo y la soberbia, que ha sido demostrada en un ya número incontable de acciones despóticas sobre el campus; el cierre de la Universidad como respuesta a los cambios de ánimo de Hernández, la prohibición de escenarios culturales, académicos, sociales, políticos o deportivos los viernes, como una forma absurda e ingenua de resolver los asuntos relacionados con el consumo en el campus, solo han desembocado en escenarios de ingobernabilidad que han trascendido las rejas del búho.
Ahora bien, lo anterior parece ya cuento viejo, muchos y muchas han dicho lo mismo en distintos escenarios y al parecer la situación se agudiza cada día, pero volviendo a la columna de opinión publicada por las2Orillas.com y a la cual se hacía referencia anteriormente. En la Nacho algunos hombres y mujeres inquietas por la situación y el gris cotidiano de la actualidad, han articulado algunas alternativas como forma de generar apropiación de espacios y lugares para cambiar la imagen de escenarios abandonados por la universidad, “llenemos de vida la nacho”, “hagamos realidad los jardines”, “la huerta Lola Cendales”, “El jardín de Antropología, Artes y Sociología” se constituyeron desde hace algún tiempo como lugares de encuentro para la construcción de ideas, el compartir de iniciativas y la constitución de lazos comunes entre los habitantes del territorio universitario con el objetivo de apropiarse de la universidad cómo lugar de encuentro y debate.
Sin pensarlo dos veces, estas acciones cambiaron el panorama de los lugares de la universidad dónde se estaban aplicando, los cambios notables que trajo consigo el jardín central agradaron a todos y todas las visitantes y transeúntes cotidianos, en el lugar de los escombros empezaron a surgir Quinuas, Amarantos, Caléndulas, Aromáticas de distintos tipos, la diversidad, los insectos, los pajaritos y otras especies, empezaron apropiarse el lugar que había sido dispuesto para los escombros. Contra todo pronóstico, otros ambientes rondando la universidad y estas iniciativas que parecían inofensivas, que de forma incluyente empezaron a socializar debates sobre el campus, empezaron a incomodar; hasta que hace unas semanas trabajadores y funcionarios de la Universidad enviados por el Ingeniero PEDRO LUIS JIMENEZ POVEDA, ingeniero catastral graduado de la Universidad Nacional en 1990 y con una “pomposa” especialización en Ingeniería de Caminos de Montaña en la Universidad Nacional de San Juan, Argentina, que ostenta el cargo de Director Ordenamiento y Desarrollo Físico de la Universidad Nacional, derrumbaron, como parte de una declaración de guerra o amenaza de muerte a los demás escenarios de encuentro-huertas de la Universidad, la Huerta de Estudiantes de Artes ubicada al respaldo del emblemático León de Greiif.
Dicha acción que fue denunciada por distintos espacios virtuales de la universidad a través de un video, muestra la forma como sin mediar, negociar o dialogar y en una posición bastante violeta destrozan toda la diversidad y la vida allí cultivada, cabe aclarar que este proyecto tenía reconocimiento de Bienestar Universitario. Ahora bien, de lo que se conoce hasta ahora, es que posterior a este lamentable hecho, los representantes de los distintos procesos de Huertas de la Universidad se reunieron con representantes de Bienestar Universitario y enviados de la Dirección de Ordenamiento y Desarrollo Físico, para tratar dicho problema. En esta reunión y haciendo alarde de la posición conciliadora de la universidad (sarcasmo) “los profesionales”, “funcionarios” o “contratistas” de la Dirección de Ordenamiento, manifestaron que esos jardines no estaban contemplados en el Plan de Ordenamiento interno de la Universidad (dicho plan no se conoce y aunque en esa reunión, por comentario de uno de los representantes de las Huertas, se solicitó, no se obtuvo respuesta alguna), porque no eran escenarios armoniosos, estéticos o acordes a la imagen de ciudad blanca de esta, disque, “universidad de talla mundial”.
Como desarrollo de este contexto, el día de hoy 26 de octubre de 2015 la Universidad amaneció con una triste y lamentable noticia, el domingo 25 de octubre, mientras la ciudad estaba conmocionada por las maravillas del juego electoral y como parte de un aviso premonitorio de lo que sucederá en la ciudad durante los siguiente cuatro años, los mismos personajes responsables de destrozar la Huerta de Artes, arrasaron todas las Huertas existentes en la Universidad Nacional de Colombia –Sede Bogotá, una acción que desconoció el dialogo, la concertación, el debate, la posición contraria y que mostro un acto al mejor estilo de la motosierra borrando la diversidad de los jardines de la universidad.
Ante esta situación podríamos sugerir algunos elementos para el debate:
1. La Administración es incapaz de gobernar la universidad, las acciones que ha venido demostrando durante todo su funcionamiento, solo versan en el autoritarismo y la soberbia.
2. Que aunque son miles los problemas en los que la administración debería estar generando acciones de “gestión eficiente” para resolver problemas estructurales de financiamiento y funcionamiento, ha preferido atacar las expresiones diversas que dentro de la universidad tratan de surgir.
3. Las iniciativas estudiantiles, sean del talante que sean, son iniciativas incomodas que siempre entorpecerán los proyectos de la administración y por ende serán perseguidas, cuestionadas y maltratadas.
4. Preocupa la forma tardía como la representación estudiantil se entiende en los contextos y preocupa aún su falta de voz ante la comunidad universitaria.
5. Hay que seguir haciendo, sembrando, forjando y soñando con nuevas formas de habitar la universidad, desde hoy 26 de Octubre, se han convocado jornadas intensivas de trabajo para desarrollar nuevas Huertas y porque no… multiplicarlas.


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