El 12
de Octubre el portal de noticias las2Orillas.com, público en su sección de
“Notas Ciudadanas” una reflexión sobre la crítica situación de la Universidad
Nacional de Colombia, fundamentalmente en la Sede Bogotá. En esa publicación se
presentaba algunas preocupaciones sobre la realidad que vive la Universidad, de
la forma como de manera inestable se mantiene un equilibrio falso entre
reconocimiento y sostenimiento, pues aunque la Nacho siga siendo reconocida
como de las mejores del país, la capacidad de administración y gestión se ve
reducida, cada vez más, por los constantes ataques del Ministerio de Educación
que apuntan de forma invariable y sutil a la privatización de espacios,
programas y acciones misionales de la Universidad de forma paulatina y casi
silenciosa (Solo basta preguntarse sobre la administración de escenarios
culturales como el León de Greiff, el comodato de las canchas deportivas de la
Universidad y la extensión de cursos que funciona bajo la modalidad de
arrendamiento en lugares diferentes a las instalaciones de la Universidad), uno
de las manifestaciones más claras sobre esta situación es lo sucedido con el
precio de las matriculas este semestre, que sobrepasando todas las
posibilidades de autoritarismo y cinismo, afecto a gran parte de los y las
estudiantes de la Universidad, como parte de las estrategias angustiosas que la
administración Mantilla-Hernández intenta ejecutar para no dejar aumentas los
números negativos en los estados financieros de la universidad.
Pero
los elementos para analizar el contexto no se reducen a lo anterior, aunque el
panorama general de la universidad, en relación a las capacidades
administrativas, ligadas a la gestión y a la capacidad financiera de esta, es
oscuro y desalentador, los escenarios de convivencia en el campus no son lo
contrario, pues agudizando la situación general de la Nacho, la administración
Mantilla-Hernández desde su primer día de gobierno ha hecho gala de la más
patética forma de poder, la de la arrogancia, el autismo y la soberbia, que ha
sido demostrada en un ya número incontable de acciones despóticas sobre el
campus; el cierre de la Universidad como respuesta a los cambios de ánimo de
Hernández, la prohibición de escenarios culturales, académicos, sociales,
políticos o deportivos los viernes, como una forma absurda e ingenua de
resolver los asuntos relacionados con el consumo en el campus, solo han
desembocado en escenarios de ingobernabilidad que han trascendido las rejas del
búho.
Ahora
bien, lo anterior parece ya cuento viejo, muchos y muchas han dicho lo mismo en
distintos escenarios y al parecer la situación se agudiza cada día, pero
volviendo a la columna de opinión publicada por las2Orillas.com y a la cual se
hacía referencia anteriormente. En la Nacho algunos hombres y mujeres inquietas
por la situación y el gris cotidiano de la actualidad, han articulado algunas
alternativas como forma de generar apropiación de espacios y lugares para
cambiar la imagen de escenarios abandonados por la universidad, “llenemos de
vida la nacho”, “hagamos realidad los jardines”, “la huerta Lola Cendales”, “El
jardín de Antropología, Artes y Sociología” se constituyeron desde hace algún
tiempo como lugares de encuentro para la construcción de ideas, el compartir de
iniciativas y la constitución de lazos comunes entre los habitantes del
territorio universitario con el objetivo de apropiarse de la universidad cómo
lugar de encuentro y debate.
Sin
pensarlo dos veces, estas acciones cambiaron el panorama de los lugares de la
universidad dónde se estaban aplicando, los cambios notables que trajo consigo
el jardín central agradaron a todos y todas las visitantes y transeúntes
cotidianos, en el lugar de los escombros empezaron a surgir Quinuas, Amarantos,
Caléndulas, Aromáticas de distintos tipos, la diversidad, los insectos, los
pajaritos y otras especies, empezaron apropiarse el lugar que había sido
dispuesto para los escombros. Contra todo pronóstico, otros ambientes rondando
la universidad y estas iniciativas que parecían inofensivas, que de forma incluyente
empezaron a socializar debates sobre el campus, empezaron a incomodar; hasta
que hace unas semanas trabajadores y funcionarios de la Universidad enviados
por el Ingeniero PEDRO LUIS JIMENEZ POVEDA, ingeniero catastral graduado de la
Universidad Nacional en 1990 y con una “pomposa” especialización en Ingeniería
de Caminos de Montaña en la Universidad Nacional de San Juan, Argentina, que
ostenta el cargo de Director Ordenamiento y Desarrollo Físico de la Universidad
Nacional, derrumbaron, como parte de una declaración de guerra o amenaza de
muerte a los demás escenarios de encuentro-huertas de la Universidad, la Huerta
de Estudiantes de Artes ubicada al respaldo del emblemático León de Greiif.
Dicha
acción que fue denunciada por distintos espacios virtuales de la universidad a
través de un video, muestra la forma como sin mediar, negociar o dialogar y en
una posición bastante violeta destrozan toda la diversidad y la vida allí
cultivada, cabe aclarar que este proyecto tenía reconocimiento de Bienestar
Universitario. Ahora bien, de lo que se conoce hasta ahora, es que posterior a
este lamentable hecho, los representantes de los distintos procesos de Huertas
de la Universidad se reunieron con representantes de Bienestar Universitario y
enviados de la Dirección de Ordenamiento y Desarrollo Físico, para tratar dicho
problema. En esta reunión y haciendo alarde de la posición conciliadora de la
universidad (sarcasmo) “los profesionales”, “funcionarios” o “contratistas” de
la Dirección de Ordenamiento, manifestaron que esos jardines no estaban
contemplados en el Plan de Ordenamiento interno de la Universidad (dicho plan
no se conoce y aunque en esa reunión, por comentario de uno de los
representantes de las Huertas, se solicitó, no se obtuvo respuesta alguna),
porque no eran escenarios armoniosos, estéticos o acordes a la imagen de ciudad
blanca de esta, disque, “universidad de talla mundial”.
Como
desarrollo de este contexto, el día de hoy 26 de octubre de 2015 la Universidad
amaneció con una triste y lamentable noticia, el domingo 25 de octubre,
mientras la ciudad estaba conmocionada por las maravillas del juego electoral y
como parte de un aviso premonitorio de lo que sucederá en la ciudad durante los
siguiente cuatro años, los mismos personajes responsables de destrozar la
Huerta de Artes, arrasaron todas las Huertas existentes en la Universidad
Nacional de Colombia –Sede Bogotá, una acción que desconoció el dialogo, la
concertación, el debate, la posición contraria y que mostro un acto al mejor
estilo de la motosierra borrando la diversidad de los jardines de la
universidad.
Ante esta situación podríamos sugerir algunos
elementos para el debate:
1. La
Administración es incapaz de gobernar la universidad, las acciones que ha
venido demostrando durante todo su funcionamiento, solo versan en el
autoritarismo y la soberbia.
2. Que
aunque son miles los problemas en los que la administración debería estar
generando acciones de “gestión eficiente” para resolver problemas estructurales
de financiamiento y funcionamiento, ha preferido atacar las expresiones
diversas que dentro de la universidad tratan de surgir.
3. Las
iniciativas estudiantiles, sean del talante que sean, son iniciativas incomodas
que siempre entorpecerán los proyectos de la administración y por ende serán
perseguidas, cuestionadas y maltratadas.
4.
Preocupa la forma tardía como la representación estudiantil se entiende en los
contextos y preocupa aún su falta de voz ante la comunidad universitaria.
5. Hay
que seguir haciendo, sembrando, forjando y soñando con nuevas formas de habitar
la universidad, desde hoy 26 de Octubre, se han convocado jornadas intensivas
de trabajo para desarrollar nuevas Huertas y porque no… multiplicarlas.
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