Por: Simón Ladino, Estudiante de Sociología
El paramilitarismo volvió a lanzar amenazas contra los y
las estudiantes universitarios en Colombia, en esta oportunidad, contra
estudiantes del Departamento de Sociología, de la Facultad de Ciencias Humanas
de la Universidad Nacional de Colombia.
Esta amenaza, sin embargo, presenta algunos patrones
diferentes a los que acostumbran utilizar las denominadas "Águilas
Negras". A pesar de mantener como modus operandi la utilización de cuentas
de correo electrónico para realizar las amenazas (como señaló el informe de
Somos Defensores para el 2014), en esta oportunidad el panfleto amenazante no
presenta errores de ortografía o redacción. Por el contrario, evidencia el
conocimiento de la vida de la comunidad universitaria, y un reconocimiento de
figuras académicas emblemáticas para el alma mater, y para la vida política del
país.
El panfleto menciona, por ejemplo, el papel de Gerardo
Molina como ex-rector de la Universidad, el paso de Camilo Torres como uno de
los fundadores del Departamento de Sociología, e incluso el paso por sus aulas
de Guillermo León Saenz antes de convertirse en el líder guerrillero Alfonso
Cano.
Hace alusión a la reciente candidatura del profesor Mario
Hernández para ser rector de la institución, del también candidato Leopoldo
Múnera, y del destituido profesor de Sociología, Miguel Ángel Beltrán. El
panfleto configura, por lo tanto, una suerte de amenaza contra el que hacer de
la universidad, y de los académicos que en ella realizan un trabajo
comprometido con las realidades del país.
Para Simón Ladino, estudiante de sexto semestre de
Sociología, es precisamente por este motivo que las amenazas de las Águilas
Negras no son únicamente contra los y las 11 estudiantes que se mencionan
puntualmente en el documento, sino también contra la Universidad.
"Concierne a la ética misma de la universidad, porque compromete sus fines
misionales, y por lo tanto es una amenaza contra la universidad", indicó
el estudiante.
También lo consideró así el Consejo Académico de la
Universidad, que reunido en viernes 8 de mayo emitió un comunicado en el que
rechazan las amenazas, y e invitan a la comunidad universitaria (por primera
vez en muchos años) a solidarizarse y movilizarse en defensa de la Universidad,
convocando a una marcha de antorcha que se realizó el mismo viernes en horas de
la noche.
"Consideramos que en un contexto de construcción de
paz este tipo de prácticas se constituyen en claros impedimentos para terminar
con el conflicto y son atropellos a la integralidad de la Universidad Nacional
de Colombia, por tanto deben ser rechazadas por el conjunto de la sociedad
colombiana" reza el comunicado. ( Comunicado No. 001 de 2015 del Consejo
Académico )
En el año 2008, el colectivo de Derechos Humanos Jaime
Pardo Leal presentó un informe sobre las amenazas, asesinatos y violaciones en
general a los Derechos Humanos del movimiento estudiantil colombiano,
evidenciando que este tipo de violaciones se presentan como respuesta al
fortalecimiento de la organización del estudiantado, con la pretensión de
asustar y desarticular la movilización que pueda estarse desarrollando.
El panfleto de las Aguilas Negras sería una muestra más
de este modus operandi. Según señala Simón Ladino, "Para nosotros es muy
importante remarcar que estas amenazas se presentan en un momento en que la
movilización universitaria viene en asenso". En el Departamento de
Sociología "hace 6 meses empezamos a movilizarnos en defensa de la
libertad de cátedra y de la autonomía universitaria con el caso del profesor
Miguel Ángel Beltrán; a principio de este semestre nos movilizamos en defensa
de las ciencias sociales y humanas debido a la crisis financiera y presupuestal
de la Facultad; posteriormente estuvimos denunciando la anti-democracia
universitaria por la imposición nuevamente del rector Ignacio Mantilla; y ahora
hemos inspirado -si se quiere- algunas de las formas de movilización que se han
desarrollado en esta coyuntura, con el tema de las 'tomas de edificios',"
indicó.
4 días han pasado desde que llegaron los correos
electrónicos, y a la fecha, las autoridades competentes no se han puesto en
contacto con los y las estudiantes para iniciar un proceso de investigación por
los hechos presentados.
Sin embargo, esto no intimida a la comunidad
universitaria. "El compromiso que hemos asumido colectivamente es
continuar con este proceso de movilización -afirma Simón-. Continuar
profundizando esta pelea por el pliego de exigencias al interior de la UN, y no
caer en la trampa de quienes amenazan a la universidad pública, y es que
dejemos de movilizarnos. Lo que vamos a seguir haciendo es continuar tratando
de acercar a mas personas a este movimiento universitario en defensa de la
Universidad Nacional, para que en ultimas podamos construir una universidad del
tamaño de nuestros sueños."
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