Durante
los 50 años de su historia, el Politécnico Jaime Isaza Cadavid ha venido
afrontando múltiples problemáticas en términos de los recursos económicos que
le sostienen, lo que deriva en una crisis presupuestal que hoy 2015 tiene su
máximo punto.
El Poli
se convirtió en el fortín de los “partidos políticos tradicionales” de la
región y por consiguiente, en el espacio para los intereses políticos, que por
medio del clientelismo han suplido a medias la financiación de la institución;
de allí que todos los puestos administrativos que dirigen el poli se rijan por
esas lógicas y se determinen por la corriente política a la que pertenezcan,
entonces si no son de la bancada mayoritaria de la asamblea departamental y del
gobernador de turno, la institución recibe una mínima financiación. Y es que no
es un secreto que para los políticos de turno la educación no es una prioridad;
basta recordar como el gobernador Sergio Fajardo aducía no confiar en el
proceder del antiguo rector del poli (Gilberto) y su administración, para no
financiar en su totalidad el funcionamiento institucional.
Esto es
un llamado a la reflexión y al análisis del estudiantado sobre la problemática
de nuestra institución ya que estamos llegando a un punto crítico y sin retorno
tanto en la situación financiera como en el que hacer del poli, ya que con el
nefasto acuerdo 2034 donde se habla sobre las modalidades de educación
tercerizada, la integración de la financiación público-privada en la educación,
los créditos condonables mal llamados becas con programas como “ser pilo paga“,
que a lo largo solo buscan desligar al estado de sus responsabilidades y
negarle al pueblo sus derechos, nos encontramos con un nuevo rector en la institución
que pretende convertir al poli en una ”escuela politécnica”, este modelo es una
copia del modelo finlandés, (donde la Universidad gradúa médic@s y la Escuela politécnica,
enfermer@s) que en nuestra realidad de país está lejos de ser en alguna medida
similar y no promueve soluciones a las características de nuestro contexto.
Es
necesario que el movimiento estudiantil se piense en aras de una VERDADERA
TRANSFORMACIÓN no sólo una reivindicación temporal que se desvanece semestre
tras semestre. La movilización debe repensarse y formular nuevas propuestas
para socializar nuestras posturas críticas sobre una situación coyuntural en el
Poli y en la sociedad. Buscaremos que esto sea efectivo y pondremos nuestros
mejores esfuerzos en ello, sin embargo, es importante que los y las estudiantes
de la institución promuevan un movimiento con ARGUMENTO porque no se trata de
la movilización por la movilización, la asamblea por la asamblea o el paro por
el paro, se trata de que la población académica tenga claridad sobre los
sucesos que promueve el movimiento y que cada persona legitime una decisión de
gran envergadura que se pueda tomar en un espacio asambleario.
Es por
esto que hacemos la reflexión de cuáles pueden ser las posibles soluciones para
que el poli no siga siendo utilizado como un instrumento de la politiquería y
los intereses partidistas de la región:
1. Que
no se promueva una educación enfocada para crear solo una mano de obra
calificada, por el contrario exigir una universidad de carácter estatal con una
financiación por parte del ministerio de educación y por el gobierno nacional,
además que la educación sea para fortalecer el desarrollo de la comunidad.
Es de
aclarar que la ORGANIZACIÓN ESTUDIANTIL se une a las actividades del movimiento
porque somos estudiantes y nos importa la institución, sin embargo, esta
movilización no es CONVOCADA NI ORGANIZADA POR NUESTRO PROCESO, lo que no
quiere decir que nos apartemos del escenario.
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