“Ser maestro y no
luchar es una contradicción pedagógica”
La
coyuntura nacional educativa protagonizada por el magisterio durante las
últimas tres semanas, en las que FECODE llevó a cabo un paro con el fin de
garantizar el cumplimiento de sus reivindicaciones laborales consignadas en un
pliego de peticiones; haciendo de este un escenario fuerte de movilización y
protesta que contó con una amplia participación y apoyo por parte de la
sociedad colombiana. Lo que nos pone a pensar como estudiantes de la
Universidad Pedagógica Nacional y futuras educadoras, en eso que llaman “la
cuestión docente”, la situación de la educación y de los y las educadoras en el
país, entendiéndonos y asumiéndonos como parte de esta.
En
primera medida es importante señalar las condiciones en las que se encuentra la
educación en el país, y es allí
donde se refleja que “el modelo de educación responde al
modelo de país”. A pesar de ser la educación uno de los pilares de desarrollo y
progreso del país según el PND del
gobierno de Santos, este modelo educativo responde a las exigencias de órganos
internacionales como la OCDE, el FMI y el BM, para quienes la educación es un
ámbito más para el fortalecimiento de la economía capitalista; en resumidas
cuentas la educación es una mercancía más en la que se fabrica fuerza de
trabajo. En esta misma idea, los
postulados neoliberales han transformado los fines, los medios y la estructura
de la educación, así como las condiciones laborales de quienes allí se
desempeñan, como lo afirma el profesor Renán Vega “la flexibilización laboral
llego al sector docente generando un proceso de proletarización del profesorado
que se expresa en el desmejoramiento en sus condiciones laborales y vitales”.
Desde
el 2013, para no irnos tan lejos, el magisterio encabezado por FECODE ha
manifestado su inconformidad con el gobierno en cuanto a la existencia de dos
estatutos docentes el 2277 y el
1278, los bajos salarios, la evaluación docente, la cuestión
de salud ocupacional y los procesos de privatización de la educación, tomado
como medida entrar a cese de actividades laborales, hasta que se llegaran a
acuerdos con el MEN y el gobierno, que
año tras año han venido
incumpliendo. En el presente año, el 22
de Abril FECODE decide entrar en un paro que dura alrededor de tres semanas,
llegando a su levantamiento el 7 de mayo. El acuerdo entre el gobierno y la
junta directiva de FECODE se realizó en base al
pliego de peticiones con cinco puntos:
1)
Nivelación salarial: referida al cumplimiento de acuerdo que con anterioridad
se había llegado con el presidente Santos de un proceso de nivelación en los
salarios para que el magisterio quede en el mismo nivel que todos los demás
empleados del sector público. Se empezó exigiendo el 28% para por ultimo acordarse el aumento de
salario de 12% en cuatro años. Con los paros anteriores FECODE había logrado
negociar 2 puntos porcentuales en el 2014 y 2015, así que los próximos cuatro
años ese aumento será nada más del 10 % en donde en el 2016 y 2017 se recibirán 2% anuales y
en el 2018 y 2019 el 3% anual. Este
punto representa la debilidad de la junta directiva de FECODE a la hora que sustentar sus exigencias con
decisión, pues el paro contaba con la fuerza suficiente para que el aumento
fuese mayor, lo que sucede por falta de una lectura clara frente a los alcances
de la movilización.
2)
Carrera docent: la existencia de dos estatutos, dos normas jurídicas que
regulan la función del maestro y su quehacer profesional, ha generado una gran
fragmentación dentro del gremio magisterial. Por un lado se encuentra el
Estatuto Docente 2277 de 1979 que se logró gracias a la lucha conjunta del
magisterio durante la presidencia de Julio Cesar Turbay. En este estatuto el
escalafón se contempla en una escala del 1 al 14 siendo el 14 el nivel más alto
y en donde se llega a obtener un sueldo de no más de $2.700.000. La primera
exigencia en este punto es una bonificación por títulos y tiempo a los docentes
que se encuentra en el escalafón 14, lo acordado es un aumento del 10% del
salario para el 2016 que equivaldría a
un aumento de $270.000 y del 15% para el 2017 que sería de $405.000, lo que no es mucho, si tenemos en cuenta que
estamos hablando de maestros y maestras que llevan 36 años al servicio de la
educación, y que han tenido que sacar de su bolsillo para poder acceder a mas
niveles educativos en su deber de mantenerse actualizado y en constante
formación, lo que en Colombia no es nada barato.
Por
otra parte encontramos el Estatuto de Profesionalización Docente 1278 de 2002
instaurado bajo en gobierno de Uribe. Entre sus cambios más significativos se
resalta el escalafón docente y la evaluación como requisito para el ascenso. A
diferencia del anterior estatuto, el escalafón
se compone de tres grados correspondientes al título, siendo el primero
de normalistas y tecnólogos, el segundo de licenciados y profesionales, y el
tercero de licenciados y profesionales con maestría, al interior de cada uno de
esos tres grados se encuentran 4 niveles que responden a la asignación
salarial. Para lograr ascender en esta escala ya sea de nivel o de grado era
necesario presentar la evaluación de competencias docente, aprobando 80 puntos
de 100, lo difícil de esta prueba es que está diseñada para que de la totalidad
de personas que lo presenten tan solo el 20% puedan aprobarlo. Aquí la
exigencia de FECODE era la creación de un nuevo sistema de ascenso y
reubicación del nivel salarial. Lo que
se logra en el acuerdo es que el MEN tendrá 10 días desde la fecha pactada para
presentar un proyecto de decreto que devele el mecanismo jurídico para lograr
el ascenso y reubicación que docentes que no han logrado superar la evaluación
por competencias; ojo con eso lo hará el MEN no FECODE quien se supone debería
tener ya una propuesta frente a como seria este nuevo sistema. Este decreto
deberá contemplar tres criterios claves: i) Se basara en una evaluación
diagnostico formativa hecha por pares, que se realizara a partir de la
observación de vídeos que entregaran los profesores y profesoras candidatas –
¿Serán los vídeos el más idóneo método de evaluación? -, para definir los
criterios se conformara una comisión con el MEN, FECODE y facultades de
educación de reconocida idoneidad – ¿Será la Universidad Pedagógica Nacional
parte de esta comisión? -. ii) Quienes no aprueben esta evaluación tomaran
cursos de capacitación para el mejoramiento de sus falencias, estos cursos
serán diseñados por las facultades de educación y aprobados por el MEN. iii) Se
aplicara primordialmente a quienes no aprobaron con anterioridad, se llevara a
cabo la primera evaluación diagnostico formativa en septiembre del presente
año.
Es
claro que la política nacional en materia de educación ha convertido la
evaluación en un instrumento de gestión, preocupado por mejorar los índices de
rendimiento expresados en cifras, teniendo un efecto negativo en el fin y la
pertinencia de la educación ¿Qué garantiza que este nuevo modelo de evaluación
no siga con esta misma lógica? Ha nuestro modo de ver la evaluación por videos
no demuestra ningún avance significativo, pues ahora además de niñeras –
actrices. En los videos no se
evidenciaría los aspectos importantes para reflexionar frente al rol docente,
no se resaltaría su relación con la comunidad, su desempeño, ni su compromiso. Representaría
eso si varios riesgos: la entrada de sistemas de vigilancia y camas por salón
en las instituciones educativas, la manipulación y alteración de los videos, la
libertad de cátedra, la pérdida de autonomía en el aula etc. La evaluación en
el ejercicio pedagógico tiene como objetivo identificar las fortalezas y
debilidades del acto educativo para reflexionar sobre este y tomar medidas en
la práctica, construyendo la praxis del maestro comprometido con el
mejoramiento de las condiciones de la sociedad, por lo tanto pensar en la
evaluación como estímulo para el ascenso y la remuneración salarial va en
contravía con el objetivo de mejorar la calidad, que como sabemos no está
relacionada con los resultados de las pruebas PISA. La Universidad Pedagógica
Nacional debe jugar un papel protagónico
en la elaboración de la evaluación docente, pues su condición de formadora de
formadores y profesionales en la educación tiene la idoneidad y el conocimiento
para la elaboración de estas evaluaciones, así como para la participación en la
construcción de políticas públicas en educación, y para que esto pase la
comunidad de la UPN debe juntar esfuerzos y exigir al MEN el papel que nos
corresponde dentro del ámbito educativo.
3)
Política Educativa: vista desde la implementación de la jornada única que para
FECODE debe hacerse según la Ley General de Educación 115 del 94, en el que se
contemple la infraestructura y la dotación de las instituciones educativas, las
relaciones técnicas de estudiantes por grupo, el número de estudiantes por docentes, que como
sabemos en la educación pública, en el afán de cobertura, se ha sometido a un hacinamiento que afecta la labor
docente; además de pedir la
implementación de mínimo tres grados de preescolar. Una jornada única en la que
se desmonte la modalidad de titulares del SENA, Bienestar Familiar y entidades
privadas; que no promueva la tercerización en el trabajo docente y genere
garantías laborales. Exigen también el incremento porcentual del 7.5% del PIB para la educación. Siendo este un punto importante en el acta de los acuerdos no hay ningún ítem
que haga referencia a este, pues no se discutió.
Es
necesario resaltar nuevamente la relevancia de este punto que logra
transcender de las reivindicaciones
propias del magisterio y pensarse un sistema educativo colombiano que responda
a las necesidades de la sociedad, pero aun así muy limitado puesto que no tiene
en cuenta aspectos como la educación superior que también atraviesa por una
gran crisis y procesos de privatización aún más profundos. Esto muestra la
falta de dialogo y desarticulación del sector educativo para construir exigencias conjuntas y fortalecer la base, y
su incapacidad de generar espacios de interlocución y encuentro,
ocasionando que las luchas se den de
manera fragmentada, basta con preguntarnos ¿Cuál fue el papel de los docentes
universitarios al interior del paro? ¿Acaso ellos y ellas no se enfrentan a una
situación similar? ¿El papel de los estudiantes, de los docentes en formación,
de los padres de familia qué? ¿Solo era brindar apoyo? Todo eso para que lo
llevemos a la reflexión.
4)
Salud: Un sistema de salud digno para los y las educadoras del país que
garantice vigencia, permanencia y un sistema de calidad. Para esto, en los
acuerdos se plantea la creación de una figura de defensoría del usuario para
los maestros, integrada por una comisión técnica de expertos encargados en
realizar un manual de seguimiento y evaluación permanente de la oportunidad y
calidad de servicio de salud para adjuntarlo en los contratos que se realizaran
con entidades idóneas para prestar el servicio de salud.
La
lucha por la salud digna como derecho es tarea de la sociedad en su conjunto,
tenemos muy claro que con figuras burócratas no se soluciona el problema de
salud ocupacional, que no solo tiene que ver con el acceso, sino que está
relacionado con los causas, o es que ¿acaso no
será causante de locura tener 40 estudiantes en un solo salón?
5)
Bienestar: FECODE exigía en este punto recursos para la construcción de la sede
de la federación, continuidad a los juegos del magisterio, cultura y folclore,
y garantías sindicales. El MEN se
comprometió a darle un monto para la realización de los juegos y el encuentro
cultural. Este, a nuestro parecer, es un punto que se quedó muy corto ya que no contempla el bienestar en su
complejidad, como por ejemplo la exigencia de vacaciones remuneradas, de
garantías laborales, subsidios de alimentos y transporte, planes recreativos y
de aprovechamiento del libre, exigir garantías de participación política y el
derecho a la libre expresión y al
desarrollo del pensamiento crítico, siendo el magisterio uno de los gremios con
el mayor número de víctimas de la violencia política y terrorismo de estado. Por
ultimo creemos podrán darse todas las garantías sindicales que quieran, pero
mientras no asumamos un pensamiento histórico y no corrijamos la prácticas
burócratas y el direccionamiento del
sindicato este alejado del sentir
de las bases, no se puede garantizar una organización compacta que incida en
las decisiones y rumbos del trabajo en Colombia y se verá limitado su accionar
político.
2Y ante
este panorama compañeros y compañeras educadoras lo que nos queda es unidad,
organización y lucha. La invitación es a la comunidad de la UPN a pelear en el
presente por nuestro futuro y el de la educación. Si bien por una parte en
preciso apoyar las justas luchas del magisterio, de las cuales nos apropiamos
y las sentimos nuestras, porque somos
conscientes que será nuestro futuro más próximo; a la par es necesario que nos
pensemos en nuestra realidad más inmediata como estudiantes de la Universidad
Pedagógica Nacional y trabajemos en pro de construir nuestras banderas de lucha
locales que de ninguna manera se desligan de la situación nacional de la
educación, y empezar a fortalecer los escenarios de discusión y movilización
que nos permita preparar nuestro propio paro. La terea es ahora engendrar los
consejos estudiantiles como propuesta de organización estudiantil y
empoderarnos de nuestra universidad como territorio de lucha. Porque una
educación para la paz con justicia social ¡SI ES POSIBLE!
¡A estudiar y a
luchar por la liberación nacional!
“Estudiantes, somos
pueblo construyendo alternativas de poder popular”
PROYECTO
DIGNIDAD DOCENTE- RED ESTUDIANTIL DISTRITAL REVUELTA
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