El
movimiento político y social Marcha Patriótica rechaza rotundamente las
amenazas. Este es un atentado contra la libertad de cátedra y la autonomía
universitaria; son inaceptables la intimidación y el señalamiento en cualquier
ambiente académico
El
pasado 7 de mayo se recibió, en los correos electrónicos de 11 estudiantes de
la Universidad Nacional, una intimidación firmada por el Bloque Capital D.C
Águilas Negras, amenazándolos de muerte o tortura, en el marco de la asamblea
permanente que se adelanta en el campus universitario.
El
movimiento político y social Marcha Patriótica rechaza rotundamente las
amenazas. Este es un atentado contra la libertad de cátedra y la autonomía
universitaria; son inaceptables la intimidación y el señalamiento en cualquier
ambiente académico en el que se privilegian la discusión argumentada y la
diversidad de posiciones, por cuanto también interfieren la tranquilidad de los
estudiantes y en nada contribuyen a la construcción de una sociedad tolerante,
democrática y en paz.
Junto
al Observatorio de Derechos Humanos “Iván David Ortiz” y la Federación de Estudiantes
Universitarios, la Marcha Patriótica denuncia ante la comunidad nacional e
internacional las amenazas de muerte contra los estudiantes Ómar Andrés Gómez
Orduz, Óscar Mauricio Aponte Moreno, Sebastián Reyes Bejarano, Santiago Patiño
Ramírez, Ximena Canal Laiton, Miguel Ángel Pinzón Velásquez, Itayosara Rojas
Herrera, Luis Eduardo Cuervo Lugo, Simón Ladino Cano, Cristian Camilo Cartagena
Ospina y Katherine Alejandra Duque, así como contra los profesores Leopoldo
Múnera, Mario Hernández y la profesora Piedad Ortega de la Universidad
Pedagógica Nacional.
Se
responsabiliza al Gobierno Nacional en cabeza del presidente de la República
Juan Manuel Santos Calderón, y al mayor general Humberto Guatibonza Carreño,
comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, por la garantía de la plena
vigencia y materialización de los derechos constitucionales a la vida, la
seguridad e integridad personal, además de los derechos a la libre asociación,
movilización y expresión fundados sobre principios democráticos.
También
se exige que se activen los mecanismos pertinentes para la protección de los
derechos humanos de estudiantes y docentes, y proceder a la debida
investigación de la situación actual, que compromete la integridad y la vida de
miembros, no solo de la UN sino también de otras universidades.
Testimonio de los estudiantes amenazados
Ómar
Andrés Gómez Orduz, responsable nacional de la Asociación Colombiana de
Estudiantes Universitarios, mostró su preocupación ante los hechos de
persecución que durante varios meses se han presentado.
Comprometidos
con las iniciativas de movilización que se han desarrollado en la UN,
enmarcadas en el rechazo al Plan Nacional de Desarrollo, la política educativa
del Gobierno Nacional y las reformas que son lesivas para la educación, y en
particular al paro de trabajadores por mejoras salariales, por lo cual se llevó
a cabo una asamblea permanente a lo que posteriormente se sumaron estudiantes y
profesores alrededor de un pliego de peticiones de seis puntos que tienen que
ver con la crisis de la universidad y la exigencia de la democratización de la
misma, se realizaron una serie de tomas y campamentos, en diferentes facultades
de la universidad entre esas la del departamento de Sociología.
El
pasado miércoles 6 de mayo, se levantó el paro por parte de los trabajadores, y
los estudiantes decidieron hacer una reunión de coordinación con los diferentes
procesos, para analizar la situación llegaron a la conclusión de continuar con
la asamblea permanente por parte de los estudiantes en tanto que los puntos del
pliego no fueron resueltos por la Administración y que el rector Ignacio
Mantilla se niega a entablar diálogos con los estudiantes.
En este
contexto se presentan las amenazas a los estudiantes en su gran mayoría de sociología,
y a tres profesores.
Pero
éste no es un caso aislado. En el último periodo se han venido presentado
amenazas, persecuciones e intimidaciones a dirigentes y al movimiento
estudiantil en todo Colombia. Por estos motivos los estudiantes han tenido que
irse del país. Así fue el caso de un listado con nombres y precios a las
cabezas de estudiantes de la Universidad Tecnológica de Pereira, o cuando los
medios de comunicación hacen su contribución a la estigmatización, como la
remetida por parte del periódico “El Meridiano”, que realiza señalamientos de
manera irresponsable acusando al reconocido dirigente estudiantil de la
Universidad de Córdoba, Iván Darío Ojeda Castrillón.
“Es
todo un escenario de enrarecimiento que preocupa mucho, porque ahonda la crisis
humanitaria que se vive hoy en las universidades del país, y que no tiene
respuesta del Gobierno Nacional para prestar las garantías suficientes para
ejercer el derecho legítimo a las protestas sociales, y más cuando las universidades
son el mejor espacio para abordar el libre debate a las ideas y el ejercicio
académico”, expresó el estudiante Ómar Andrés Gómez Orduz.
Omar,
que continua con sus actividades académicas a pesar de las amenazas directas en
su contra, explicó que esta vez la intimidación llegó a los correos
institucionales de los estudiantes y también a la dirección de la facultad de
ciencias humanas.
La amenaza: “11 por 11, ojo por ojo”
Se
trata de un panfleto que enviaron vía electrónica, desde un correo a nombre de
“Luis Eduardo Cifuentes Galindo” (capitanvictoria2015@gmail.com) reconocido
como alias ‘El Águila’, quien fue el jefe paramilitar del Bloque Cundinamarca
de las Autodefensas. Además, está firmado como “Águilas Negras” y en el mismo
aluden a los estudiantes de impulsar una serie de acciones subversivas en la
universidad y de estar vinculados con las FARC en específico. ”También se nos
señala por adelantar jornadas de movilización frente a las problemáticas de la
universidad, por impulsar una campaña en favor del pensamiento crítico y en
respaldo al profesor Miguel Ángel Beltrán Villegas, quien ha tenido una
persecución fuerte en los últimos años”, dijo Ómar Gómez.
“11 por
11, ojo por ojo”, dice el conminatorio, haciendo referencia y una analogía a lo
transcurrido semanas atrás en el departamento de Cauca, donde murieron once
militares, vinculando así a estos estudiantes de la Universidad Nacional ”en
una situación de la cual nosotros no tenemos ningún tipo de vinculación o
relación, ni nada parecido”.
Estudiantes se movilizaron contra las
amenazas
Cuando
suceden estos hechos, los estudiantes víctimas de amenazas se dirigen a
distintas instancias, tanto de organizaciones que desarrollan labores alrededor
de violaciones a los derechos humanos, quienes hacen acompañamiento jurídico y
psicológico dada la gravedad del caso; así como también a instancias
institucionales del Gobierno Nacional, como Policía y Fiscalía, desde donde
desafortunadamente no han tenido respuestas efectivas en el sentido de poder proteger
la vida a los miembros de la comunidad universitaria y el derecho a la
organización que toda democracia debe garantizar.
Evidentemente
se enmarca en lo que vive el país, en el profundo conflicto social, político y
armado, una estrategia sistemática de persecución con vínculos con el
paramilitarismo, demostrando así que el movimiento estudiantil hace parte de
las víctimas y que es nefasto que esta problemática no tenga una relevancia
mayor.
La
respuesta hasta el momento es curiosa, porque el Estado colombiano lo que
afirma en las diferentes instancias donde se han instaurado las denuncias, es
que las Águilas Negras no existen. Que es un grupo paramilitar que se
extinguió. Por lo cual no habrá ningún tipo de procedimiento, dado que ellos
suponen que son inventos de la comunidad universitaria. No habrá ninguna
conducta por parte de ellos, bajo ese concepto del Gobierno, un concepto que
esconde la realidad de una reparamilitarización.
A
propósito de esto, el estudiante Ómar Gómez concluyó: “Es raro que las
amenazas, no solamente a dirigentes políticos, sino en conjunto a líderes
estudiantiles, han sido firmadas por las Águilas Negras en todo el país. Lo que
nos demuestra que más allá de que se señale -por parte del Gobierno- que son
bandas criminales, hay todo un ejercicio de reagrupamiento muy fuerte y
preocupante de paramilitarismo en muchas zonas del país, que enrarecen el
ambiente que se viene desarrollando alrededor de los diálogos de paz en La
Habana, y por lo que las garantías son mínimas para ejercer nuestra actividad
estudiantil y política”.
Sobre
la movilización con antorchas y faroles, que realizaron alrededor de 250
estudiantes y profesores de diferentes facultades para rechazar las amenazas,
Leopoldo Múnera, profesor de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y
Sociales de la Universidad Nacional, aseguró que ese acto fue solo una primera
reunión de rechazo a las amenazas e intimidaciones contra académicos del país.
“Esperamos que esto se erradique totalmente de Colombia y que nunca más ninguna
persona sea amenazada por lo que piense, haga o diga”, aseguró el profesor.
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