Las
estudiantes de la carrera de Historia de la Universidad Nacional de Colombia
sede Bogotá, reunidos en Asamblea convocada por la Representación Estudiantil
del Pregrado y el Consejo Estudiantil de la carrera, el pasado viernes 17 de
abril desde las 10 am hasta la 1 pm en la Sala Jaime Jaramillo de nuestro
departamento, con el fin de discutir sobre la actual situación universitaria,
declaramos lo siguiente:
Apoyamos
el actual movimiento de protesta laboral emprendido por los trabajadores de
planta de la universidad y los docentes del Colegio IPARM, que organizados en
el Comité Pro Mejora Salarial se declararon en cese parcial de actividades y
Asamblea Permanente desde el pasado lunes 13 de abril, luchando por mejoras
salariales y estabilidad laboral. Los trabajadores son el sector de la
comunidad universitaria que vive como ninguna otro las condiciones de
precariedad y exclusión que se agravan con la crisis de la universidad pública
colombiana. Nos solidarizamos con sus actividades al mismo tiempo que
defendemos el programa de pase a planta permanente de todos los trabajadores de
la universidad y llamamos a incluir como protagonistas directos a estos
servidores del saber en todos los espacios de deliberación y decisión
universitaria de los que se han visto injustamente marginados.
Expresamos
nuestro descontento con la actual situación que padecen los 10 estudiantes
becarios del Departamento de Historia, quienes desde hace más de dos meses
laboran en diferentes servicios y dependencias vitales de la carrera sin
salario ni resolución oficial de nombramiento por parte de las directivas
universitarias. Exigimos la inmediata solución de su situación y defendemos la
necesidad de cambiar las formas actuales de contratación de la universidad con
sus estudiantes, signadas hasta hoy por el despelote burocrático y el siempre
injustificado retraso en los pagos.
Realizamos
una crítica metodológica constructiva, a la pasada Asamblea Triestamentaria de
la sede Bogotá celebrada en la mañana del pasado jueves 16 de abril, que
resumimos en tres sentido: Primero. Consideramos que en este escenario no se
dio un trámite adecuado a la diversidad de propuestas planteadas en la ronda de
intervenciones, pues con buenas intenciones pero malos resultados, la
moderación siguiendo las costumbres de asambleas anteriores, selecciono
artificialmente algunas propuestas dejando de lado otras, sin consultar con el
plenario. En busca de los consensos, no puede obviarse que cuando existen
proposiciones distintas, la plenaria debe decidir cuál de ellas acoge. Segundo.
Entendemos la Asamblea como un espacio de debate y deliberación apasionado y
polémico. Sin embargo por su propia naturaleza política, las personas que
asistimos a la Asamblea Triestamentaria debemos también guardar compostura y
evitar el frenetismo de consignas, aplausos y abucheos permanentes, que
desgastan un espacio de decisión que finalmente se da entre compañeros de una
misma comunidad universitaria. Las asambleas deben perder parte de su tono
retórico y espectacular y ganar en argumentos y claridades, las voces
minoritarias deben ser escuchadas con respeto, las personas que desean
intervenir deben ser conscientes de las limitaciones objetivas que tiene el
espacio en términos de tiempo y las participantes deben escoger entre
propuestas de acción según su utilidad táctica y no el oscilante nivel de
radicalidad del auditorio. Tercero. Vemos la Asamblea Triestamentaria como el
punto de llegada de un proceso anterior de deliberación de los diferentes
sectores de la comunidad universitaria. Especialmente en lo referido a los
estudiantes, las grandes decisiones relativas a temas como medidas de lucha y
paros, deben tomarse a partir de los procesos de discusión y decisión
democrática previa de las carreras y Facultades reunidas en asamblea, tal y como
sucede en los movimientos estudiantiles de la mayor parte del mundo. En la
práctica la Asamblea de Estudiantes de Historia sigue demostrando que con
voluntad política, esta forma de funcionamiento y toma de decisiones es
posible, deseable y aplicable en lo inmediato.
Nos
sumamos a la propuesta de paro estudiantil de 48 horas a realizarse los
próximas días miércoles 22 y jueves 23 de abril del presente año, con cese
total de actividades académicas, en razón de exigir el cumplimiento del pliego
de exigencias acordado en la pasada Asamblea Triestamentaria de la sede Bogotá:
Apoyo a la lucha de los trabajadores, mesa de diálogo directo con los mismos,
rendición de cuentas de las directivas universitarias, vigilancia
triestamentaria de los recursos económicos de la universidad y garantías de
participación en la construcción de la reforma democrática de la misma,
enmarcada en la propuesta de Congreso Universitario. Nos comprometemos en la
realización de múltiples actividades de reflexión, discusión, integración y
movilización estos mismos días con la idea de mantener la universidad abierta,
activa y movilizada. Nos adherimos a la convocatoria nacional de movilización
planteada en el marco del Paro Nacional del Magisterio y los trabajadores
estatales, la huelga de los trabajadores de Cerromatoso y los conflictos
laborales en la industria petrolera.
Construyendo
democracia universitaria
Consejo
Estudiantil de Historia
Asamblea
de Estudiantes de Historia
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