El
Cabildo Indígena Universitario (CIU) de la Universidad del Valle denuncia los
graves atropellos cometidos por el
ESMAD, el Ejército y La Policía Nacional en contra de los hermanos
indígenas Nasas que se encuentran desde el pasado 14 de diciembre del año 2014
en el ejercicio de la Liberación de la Madre Tierra, en las fincas Quebrada
Seca, Miraflores, Granadita y García, ubicadas en la zona plana del Resguardo
Páez de Corinto – Plan de Vida Cxha’Cxha Wala, además del Plan de Vida Yu’
Luucx y de Plan de Vida Sa’th Fxinxi
Kiwe, situados en la vía Panamericana exigiendo al gobierno los acuerdos
incumplidos. A esta lucha se ha sumado la comunidad del resguardo de
Huellas-Caloto ubicados en la Finca la Emperatriz, Liberando la Madre Tierra.
En la
actualidad, las comunidades continúan exigiendo la reparación por la masacre
del Nilo-Caloto llevada a cabo el 16 de diciembre de 1991, en donde 21
comuneros indígenas Nasas fueron ejecutados por la Policía Nacional, hechos que
fueron comprobados dando claridad acerca de su participación en la masacre, por
lo cual se responsabilizó y condenó al Estado a pagar una serie de
indemnizaciones a los familiares y a la restitución de 16.663 hectáreas de
tierra para el pueblo. En el 2001 las masacres se repiten, dejando 100 comuneros
indígenas Nasas del Naya cruelmente asesinados. En el mismo año, 13 indígenas
Nasas son masacrados en la vereda Gualanday- Corinto por parte de paramilitares
y 7 indígenas Nasas masacrados en la vereda San Pedro en Santander de
Quilichao. Ya son 24 años de impunidad desde la masacre del Nilo sin que se
haya cumplido en su mayor parte el acuerdo, hoy en día en el territorio se
siguen presentando muertes, desapariciones, desplazamientos forzados y
enfrentamientos entre la fuerza pública y los grupos al margen de la ley.
Por
ello, la comunidad Nasa del Norte del Cauca en el ejercicio de asamblea, han
mandatado el accionar para la Liberación de la Madre Tierra en las haciendas
antes mencionadas. En este ejercicio, se ha evidenciado el abuso excesivo de la
fuerza Pública y el incumplimiento de acuerdos por parte del Estado. Los medios
de comunicación propios y los comuneros del CIU que se han desplazado hasta la
zona, reportan hasta la fecha:
75 indígenas heridos, producto de agresiones
directas de la Fuerza Pública y por disparos con armas de fuego de forma
directa.
La comunidad denuncia el permanente
sobrevuelo de helicópteros en la zona.
Hay
presencia de Ejército, Policía y ESMAD. Especialmente en zonas conocidas como
Miraflores, Granadita, Quebrada Seca y García Arriba.
El uso de armas no convencionales (papa
bombas, recalzados, machetes, armas de fuego, armas blancas, granadas
aturdidoras y gases lacrimógenos) por
parte de la Fuerza Pública y la alta militarización con presencia de tanquetas.
La comunidad denuncia la circulación de
panfletos emitidos por grupos paramilitares – Rastrojos y Águilas Negras –
anunciando limpieza social y amenazando de manera directa a organizaciones y
dirigentes. Quienes tildan a la comunidad y sus dirigentes de “Roba tierras”.
La
retención de cuatro guardias indígenas por parte de la policía, sin conocer
hasta el momento su situación jurídica.
En aras de apoyar el ejercicio de la
Liberación de la Madre Tierra, el Cabildo Indígena Universitario de la
Universidad del Valle exige:
1. Dar fin a estos tipos de represión por
parte de la fuerza pública hacia nuestras comunidades indígenas.
2. La no violación de los derechos humanos.
3. Acudimos al dialogo y a la concertación
para el respectivo cumplimiento de los pactos realizados con el gobierno
nacional.
Finalmente Llamamos a la reflexión desde el
pensar y sentir indígena, que La Madre Tierra es para nosotros la vida y el
espacio que nos fortalece; nuestros usos y costumbres nos permiten buscar la
pronta liberación del territorio que nos pertenece. Defenderlo no es solamente
un deber indígena, es un mandato ancestral de todos los pueblos, de hombres y
mujeres que caminamos la palabra para defender nuestra vida y nuestra
existencia.
Nuestra Madre Tierra, es la raíz de nuestra
esencia física, y su energía es la esencia de nuestra alma.
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