Frank Molano
Vocero Nacional del
MODEP, Integrante del Congreso de los Pueblos.
En una de las crónicas del escritor colombiano José
Antonio Osorio Lizarazo, se relata que en tiempos del quinquenio de Rafael
Reyes al comenzar el siglo XX, el mandatario quiso hacer un experimento social,
que consistió en “raptar” cuatro indígenas de comunidades del Putumayo y
llevarlos a Nueva Yor para ver qué ocurría con ellos. Osorio Lizarazo dice que
a los años conoció de un indígena angloparlante que vendía cachivaches en la
población del Líbano-Tolima y que murió durante la insurrección popular que vivió
ese municipio en tiempos de la muerte del caudillo Jorge Eliecer Gaitán, Osorio
no da pistas de nada más… pero lo que hoy podemos suponer es que este
experimento – de haber sido cierto- no hacia parte de una excentricidad del
mandatario, sino que hacia parte y se explicaba por las representaciones que
sobre la sociedad y la cultura imperaban en un tiempo, en el que otros
experimentos similares se hicieron con la pretensión de civilizar a la indiada
que a los ojos de la élite cultural y los ingeniosos empresarios, impedía el
despegue de la sociedad colombiana, por ejemplo cambiar la chicha por la
cerveza, entre otras…
Hoy la gran prensa colombiana celebra el programa del
ministerio de educación “Ser pilo en Colombia si paga” y lo presenta como un
nuevo experimento social que supone que los mejores evaluados de entre los
estudiantes de estratos 1, 2 y 3, van a ser exitosos en ambientes de educación
superior de las IES más exitosas, lo que contribuirá a renovar el sistema
educativo, pues introducirá una sana competencia para atraer el dinero estatal
que el Estado prestará a las familias de los “más pilos”.
(http://www.elespectador.com/noticias/educacion/ser-pilo-paga-un-gran-experimento-articulo-539804).
Entonces vale la pena indagar cómo surge este experimento
y a qué representación de sociedad y de educación responde.
Orígenes del
programa “ser pilo”
La narrativa rosa sobre este programa, es que un
estudiante pilo de la Universidad de Los Andes diseñó un programa, que se lo
presentó a Gina Parodi en 2014 y luego cuando ella llegó al Ministerio a
finales de 2014 lo presentó a Juanma y a este le pareció regio y lo implementó
inmediatamente como una política que además se encuadra dentro del llamado
Acuerdo por lo Superior 2034 y los preparativos para el ingreso de Colombia a
la OCDE.
(http://www.cronicadelquindio.com/noticia-completa-titulo-colombia_se_raja_en_materia_acadmica_segn_la_ocde-seccion-la_general-nota-67578).
No obstante una lectura atenta da otras pistas. En
efecto, Juan Felipe Penagos siendo estudiante del doctorado en ingeniería
industrial de la Universidad de Los Andes, en el marco de una propuesta del
cartel del G10 (Grupo de las 10 universidad que primero obtuvieron acreditación
institucional de alta calidad) realizó una investigación consistente en diseñar
un modelo de simulación sobre financiamiento del sistema de educación superior
y de esta tesis doctoral surgió la idea de los 10 mil créditos condonables.
El G10 está conformado por 6 universidades privadas:
Universidad de los Andes, Pontificia Universidad Javeriana, Universidad del
Norte, Universidad EAFIT, Universidad Pontificia bolivariana, Universidad
Externado y 4 públicas: Universidad Nacional, Universidad del Valle,
Universidad Industrial de Santander, y Universidad de Antioquia. El G10 ha
estado ligado a entidades claramente neoliberales como la OCDE y empresarios
por la educación y ha sido clave en la implementación de las reformas a la
educación superior tanto en los gobiernos de Uribe Vélez, como de Juanma. No
equívocamente el actual rector de la Universidad Nacional Ignacio Mantilla
celebra el programa “ser pilo” y afirma que los recursos estatales son “…
públicos que se están poniendo en universidades privadas, pero para prestar un
servicio público. Uno podría pensarlo al revés, que se está oficializando la
universidad privada porque le estamos poniendo recursos públicos para tener
clases menos favorecidas en universidades que eran de élites. Depende de cómo
se mire”. (http://www.elespectador.com/noticias/educacion/ser-pilo-paga-tambien-universidad-publica-articulo-540144).
Así que la tesis de Penagos no es producto de su
genialidad, sino que se inscribe en un juego de fuerzas e intereses en el que
el G10 busca que el estado acoja su particular concepto de educación superior y
de cómo debe operar su financiamiento. De otra parte es clave conocer que la
tesis del ingeniero Penagos, que dio origen al programa “Ser pilo” estaba
inscrita en el grupo de investigación de Los Andes, Centro de Estudios
Interdisciplinarios Básicos y Aplicados en Complejidad- Ceiba, del cual es
subdirector Roberto Zarama, una de las figuras claves en el diseño de la
política pública de Juanma, que se hace pasar como pluralista y democrática y
que surgió como contrapropuesta al programa de la MANE de Educación Superior
gratuita, para un país en democracia y paz.
(http://noticias.universia.net.co/…/ministra-educacion-recto…).
En los cálculos del modelo de simulación de
Zarama-Penagos se esperaba que los más pilos fueran en un 50% a las privadas y
en un 50% a las públicas, pero la realidad fue diferente, ya que 85% de los más
pilos fueron a parar a las privadas y solo el 15% a las públicas. Sobre esto
valen otros análisis acerca de cómo opera el supuesto libre mercado y los
consumos y expectativas educativas, que por ahora no abordaré. El asunto es más
o menos claro, el G10 busca la manera para beneficiarse de las políticas
educativas y apuntalar el modelo de educación superior en el que cada vez más
se deja de invertir directamente en las IES públicas, permitiendo que sea el
mercado educativo,es decir los más fuertes carteles educativos, los que definan
cómo se orienta el gasto público en educación.
La cosa es chévere: la universidad privada hace
investigaciones sobre cómo debe funcionar el gasto público y en conclusión el
estado invierte en mi idea genial, yo con yo es mejor.
La representación
de la educación y de la sociedad sobre las que se montó el programa “ser pilo”.
No resulta ninguna coincidencia que sean ingenieros
industriales de la Universidad de Los Andes los que diseñan políticas
educativas como estas, y que para nada se tenga en cuenta la opinión y los
resultados de años de trabajo de gran cantidad de investigadores en educación
superior que existen en las facultades de educación. Se trata de un programa
que así suene reiterativo, es de la más rancia estirpe neoliberal, basado en la
vieja cantinela de la antropología del homo economicus, que el neoliberalismo
ha vuelto a poner de moda, no es la teoría educativa o pedagógica la que está
al centro, es la economía neolibral educativa y la tecnocracia la que manda la
parada. Según esta representación social, la sociedad no existe, lo que existen
son individuos en competencia, en donde el mercado libre es el encargado de
traer felicidad, libertad y sobre todo crecimiento económico. En este tipo de
concepción educativa el concepto clave es el de capital humano. Tú vales según
el capital humano (títulos y competencias) que has logrado acumular. La
sociedad de los individuos en competencia sustituye el concepto de ciudadanía y
de estado social de derecho, no existe derecho a la educación, existen premios
ejemplarizantes para los mejores, ya que no hay para todos. De ahí que
entidades como Marca País, encargadas de difundir la ideología del
individualismo y el exitismo neoliberal estén asociadas a este tipo de
programas educativos sobre los que descansa la empresarialidad, el
emprendimiento y los buenos resultados en indicadores de competitividad.
(http://www.cancilleria.gov.co/en/content/en-la-nueva-marca-pa%C3%ADs-la-respuesta-es-colombia).
El programa “ser pilo” también descansa sobre otro
reduccionismo, la impuesta noción de que la calidad de la educación es
equivalente a las mediciones estandarizadas de las evaluaciones. Los Rankin de
los mejores manda la parada, los 100 mejores puntajes, los 100 mejores
colegios, los 100 mejores…. En donde el único criterio de evaluación de calidad
es el resultado de los exámenes. Y no es que los exámenes no sirvan para nada.
Sirven, pero no para medir precisamente la calidad, juiciosas reflexiones nos
dan claridad al respecto.
(http://www.oei.es/evaluacioneducativa/pruebas_estandarizadas_no_miden_calidad_educativa_popham.pdf).
Concepciones educativas neoliberales y mercantilistas y
nociones basadas en fantasías carentes de imaginación (como diría Marx
burlándose de los teóricos del homo economicus) son las que soportan este
experimento, del que se espera que oriente en adelante el financiamiento de la
educación superior.
Es lógico que un modelo de simulación sobre individuos en
competencia, que reciben estímulos y dan respuestas positivas, no pueda
contemplar dimensiones mayores como las culturas institucionales universitarias
a las que llegan los más pilos. Los rectores de las IES privadas que han
recibido a los más pilos, cacarean diciendo que la llegada de estos va a
contribuir a mejorar los ambientes de democratización e inclusión. Ellos creen
que la mano invisible del mercado todo lo soluciona, no obstante han saltado al
lado de la fantasía inclusiva, las posturas antidemocráticas, racistas y
clasistas que expresan grupos de estudiantes de prestigiosas universidades
beneficiarias de este programa,
(http://www.elcolombiano.com/a-los-becados-del-gobierno-les-…). Estos no son
asuntos menores. Se puede ser una universidad del top 10, de pipiripan (diría
Rafael Pombo) pero se pueden encontrar posturas de exclusión y desprecio hacia
los de abajo que hacen parte de comportamientos sociales ampliamente extendidos
en los sectores altos de la sociedad. La gran prensa ha salido a desmentir las
quejas racistas de los estudiantes, el punto es que el perfil de Facebook
“confesiones unisabana” donde aparecían estas manifestaciones se encuentra
suspendido por ahora. Hay episodios recientes en estas universidades del miedo
de ciertos sectores del estudiantado a permitir el libre acceso a los campus
desmontando los torniquetes. Algunos afirman “mi familia paga aquí, para que no
me roben, ni me violen… bajar los torniquetes es garantizarle el libre acceso a
la chusma”… La ideología de la seguridad democrática se instaló férreamente en
estas personas, que no son pocas desafortunadamente y que conforman las
culturas universitarias hegemónicas.
Este debate no expresa solo el punto de vista de unos
pocos, sino los criterios de quienes serán tomadores de decisiones en la
sociedad, y si bien la política “ser pilo” o mejor el experimento social de
mirar a ver qué les pasa a estos diez mil muchachos dejados en ambientes
institucionales de “alta calidad”, puede tener impactos y sensibilizar a las
excluyentes élites señoriales, todo depende de cómo juegue el mercado, piensan
los neoliberales, el asunto de fondo es el modelo de educación superior que se
está imponiendo en el país
1 comentarios:
La antítesis de ese programa se describe en la PROPUESTA DE REFORMA ACADEMICA, contenida en el blog: http://www.losplanosdelapatriaanhelada.org/. Para iniciar un debate, le invito a Ud. apreciad@ lector (a) a visitar dicho blog.
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