“No
están solos, su dolor es nuestro dolor y su rabia es nuestra digna rabia” Sub-Comandante
Insurgente Moisés1
Expresamos
nuestras palabras de solidaridad con la familia, amigas y compañeras de Carlos
Alberto Pedraza, persona que entregó su vida para forjar el cambio y la unidad
revolucionaria. Inesperadamente ha dejado este mundo –forzosamente-, pero sus
palabras serán visibles en las ideas y caminos por la construcción de un mundo
nuevo, un mundo lleno de ilusión, esperanza y amor, aquel mundo nuevo que
llevamos dentro de nuestros corazones.2 Parte un compañero para vivir, vivir
eternamente en los corazones e ideas, pero también quedan las huellas y pasos
hechos por la dignidad y la solidaridad, en esta construcción donde nos encontramos
día a día, codo a codo.
Carlos
Alberto Pedraza Salcedo, quien era licenciado de la Universidad Pedagógica
Nacional, desapareció el lunes 19 de enero, mientras se dirigía de su domicilio
a una reunión en el centro de la capital. Su cuerpo fue encontrado a los pocos
días a 60 km de la ciudad, en el municipio de Gachanzipa, careciendo de
explicación alguna para justificar su presencia allí. Lo anterior, sumado a las
amenazas que han sido dirigidas al movimiento Congreso de los Pueblos en el que
militaba Carlos, además de la causa de muerte que fue determinada como un
disparo a la nuca desde atrás, demuestran que el crimen fue perpetrado por la
fuerza paramilitar, que ha actuado históricamente con la complicidad adrede del
Estado y las fuerzas armadas militares. Este crimen de Estado, que no es
aislado, sucede en medio de un panorama de recrudecimiento contra la
organización y movilización social en el país, que se ha saldado con un gran
número de personas amenazadas, encarceladas bajo falsos positivos judiciales,
desaparecidas y asesinadas durante los últimos meses.
En ese
sentido, los estudiantes de la UPN y el movimiento social se vuelven a vestir
de negro. Nuevamente, las armas homicidas y oscuras del Estado colombiano
arremeten contra el pensamiento alternativo y disidente. El crimen de este
compañero de lucha constituye un traspié en la pax oligárquica3 que se está
promoviendo entre la insurgencia de las FARC y el gobierno en la Habana.
Queremos
recalcar que el acto en sí mismo, dirigido contra un activista tan comprometido
con las luchas populares, es un mensaje del gobierno y sus diferentes
expresiones guerreristas que pretende darle a quienes luchan: “A cualquiera que
se mueva se le puede tocar”; por lo cual otra forma de rendir memoria a Carlos
es no dejarnos ganar por el miedo, multiplicando las intencionalidades de acción
a lo largo y ancho del país.
Estas
palabras que escribimos son un llamado al movimiento social a no caer en el
reformismo y no creer que la firma de paz detendrá la persecución a quienes
critican el orden establecido. Más aún, el asesinato de este maestro y luchador
social refleja el fortalecimiento de la derecha fascistoide y su herramienta
paramilitar, que en su afán de beneficiar al capital nacional y transnacional
sigue cometiendo crímenes horrendos en contra de aquellas organizaciones que
desean cambiar el modelo social, económico y político que impera en la
actualidad.
Sin
embargo, los asesinos de Carlos Pedraza olvidaron que solo cortaron una de las
tantas rosas que siguen floreciendo en la eterna primavera de la revolución
social, pues el silenciamiento de una voz rebelde no detendrá el avance de las
diferentes expresiones en resistencia de los movimientos sociales que seguirán
combatiendo al poder político en defensa de la vida, la dignidad y la rebeldía.
A pesar
de la tristeza y el dolor que invaden nuestros corazones libertarios, hacemos
una invitación fraternal a no renunciar al arduo trabajo de seguir construyendo
espacios autónomos de resistencia en las universidades, los barrios, las
veredas y las calles. La mejor manera de recordar a Carlos Alberto es seguir
construyendo un movimiento estudiantil y social fuerte y desde abajo, es seguir
defendiendo la labor docente y es seguir caminando por los senderos de la
liberación junto a campesinas, indígenas, obreras y todas aquellas que se
encuentran en el lado de las desposeídas.
También
invitamos a rendir un homenaje al compañero con expresiones de solidaridad
efectiva, reclamando a partir de la presión de la movilización social el pronto
esclarecimiento de los hechos que dieron lugar a su muerte, así como una
protección para sus allegadas. De igual forma llamamos a realizar un ejercicio
de memoria para que este caso no quede en la impunidad ni el olvido.
Por
cada herida, por cada muerte, seguiremos avanzando, gritando, pisando fuerte y
con el puño en alto. Y parafraseando una canción que hoy nos llega a la
memoria, no nos queda más que decirle a Carlos Pedraza: “Aquí nadie muere,
compañero, Aquí nadie cesa de luchar, Aquí nada termina compañero ¡Seguimos por
los caminos del pueblo! Aquí cada día es continuar ¡Hasta la Victoria Final!”
Desde
la fraternidad de la lucha revolucionaria, todo nuestro apoyo y las respectivas
condolencias que este doloroso suceso trae consigo.
Grupo
Estudiantil Anarquista
Enero
de 2015
*
Utilizamos el femenino, haciendo alusión al concepto de “persona” en vez de
referirnos en masculino, construcción histórica que simboliza el patriarcado y
la generalización de lo masculino.
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1 Comunicado de la comandancia general del
Ejercito Zapatista de Liberación Nacional sobre los 43 estudiantes
desaparecidos en Atyotzinapa. 15 de Noviembre de 2014.
2 Decía Buenaventura Durruti al corresponsal
del Montreal Star, por allá cuando avanzaba la “columna Durruti” contra el
fascismo en la Revolución del 36: “Hemos vivido siempre en míseros barrios, y
si destruimos, también somos capaces de construir. Fuimos nosotros quienes
construimos en España, en América y en todas partes, palacios y ciudades.
Nosotros los trabajadores podemos construir ciudades mejores todavía; no nos
asustan las ruinas. Vamos a convertirnos en los herederos de la tierra. La
burguesía puede hacer saltar por los aires y arruinar su mundo antes de
abandonar el escenario de la Historia. Pero nosotros llevamos un mundo nuevo en
nuestros corazones” Montreal, 30 de Octubre de 1936.
3 Categoría conceptual utilizada por Horacio
Duque Giraldo para definir un tipo de paz al servicio de las clases dominantes
y el imperialismo.
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