El
pasado viernes 26 de septiembre se realizó en el Senado de la República la
audiencia pública denominada Crisis de la Educación Superior: verdades del
Acuerdo por lo Superior 2034, convocada por la Mesa Amplia Nacional Estudiantil
-MANE-. Críticas a la política oficial y anuncio de una nueva movilización.
En la
audiencia confluyeron estudiantes de diferentes universidades del país, los
congresistas Alberto Castilla, Jorge Enrique Robledo, Ángela María Robledo,
Víctor Correa y Senén Niño, delegaciones
del Sindicato de Empleados Públicos del Sena –Sindesena- y de la Federación
Colombiana de Educadores –Fecode-. Participó además el rector de la Universidad
de Nariño, Carlos Solarte Portilla, y el decano de la facultad de Ingenierías
de la Universidad de los Andes. Fueron citados la ministra de Educación, Gina
Parody, y el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, pero ninguno de los dos
asistió; sólo se contó con la presencia de Natalia Ariza Ramírez, viceministra
de Educación Superior.
En la
convocatoria, los delegados de la MANE María Alejandra Rojas, Omar Orduz y
Laura Niño, a nombre del movimiento estudiantil, denunciaron la crisis por la
que atraviesa la educación superior en el país, el abandono del Estado, los
graves problemas del estudiantado con los créditos del ICETEX y el déficit de
12.5 billones de pesos que enfrenta la educación superior. De igual manera,
denunciaron que el Acuerdo por lo Superior no debe ser considerado como un
acuerdo, pues "el gobierno solo está acomodando sus políticas educativas a
los dictámenes de Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico, desconociendo el diagnóstico de las universidades".
Por último, recordaron que existe una propuesta de ley alternativa de Educación
Superior, trabajada por y desde la MANE.
Durante
el debate frente al Acuerdo por lo Superior 2034 estuvieron consignadas las
líneas temáticas de lo que se pretende sea el futuro de la educación en el
país, estrechamente ligada a las protestas estudiantiles de los años 2011 y
2012 contra de la ley 30 del 92, que frustraron la reforma que había propuesto
el gobierno nacional para entonces. Allí se criticó el acuerdo: "no cumple
con las expectativas que tiene la comunidad estudiantil de alcanzar una
educación para todos los sectores sociales, gratuita y de calidad",
afirmaron.
Los
parlamentarios presentes coincidieron en que el Acuerdo por lo Superior 2034 no
concreta las verdaderas reformas que requiere la educación en Colombia. Por
ello se planteó la necesidad de continuar la lucha por esta causa, manteniendo
un bloque crítico, activo y unido que garantice su logro para el bien de todos los colombianos. Este acuerdo
careció de la participación de todos los actores comprometidos con la reforma
de la educación, incluyendo a la MANE. Se resaltó que ese documento fue
elaborado por un economista de nacionalidad marroquí, contratado sin la
anuencia de los conocedores de la materia, que impide que se cumpla el
propósito de una "educación gratuita y con calidad desde el preescolar
hasta la universidad".
Sobre
el tema presupuestal, el senador por el Polo Democrático Alternativo -PDA-
Jesús Alberto Castilla, afirmó: “El presupuesto general de la Nación no supera,
como lo afirma el gobierno, lo asignado a la fuerza pública y es inferior al de
muchos otros países de la zona. Por tanto, la justa aspiración de los hombres y
mujeres de este país, es acceder a una
educación gratuita y hasta que esto no se dé, seguirá siendo una frustración
más para quienes abanderamos a la educación como factor fundamental para el
país”.
La
exigencia al gobierno Santos fue subsanar el déficit presupuestal de 12.5
billones de pesos que tiene la universidad pública en el país, atribuyendo este
abandono al “sacrificio de la calidad
por el aumento de la cobertura, estableciendo una relación de modelo educativo
que se concentra en el extractivismo, entregando la soberanía nacional a la
inversión extranjera”.
Frente
a este tema, la vocera estudiantil Laura Niño recalcó: “La solución a dichas
problemáticas no provendrá de aquellos que han originado su crisis y a los
cuales no les afecta, ya que sus familias hacen parte de las minorías
privilegiadas que pueden estudiar en el exterior o acceder a la educación
privada en nuestro país. Surge la necesaria pregunta de cómo puede haber un
acuerdo en materia de educación superior si no hay ni siquiera un acuerdo sobre
el modelo de desarrollo para nuestra nación”.
En cada
una de las intervenciones se resaltó la brecha en la calidad de la educación,
que cada día se amplía más en relación con otros países. Esa brecha, en opinión
de participantes de la audiencia, es responsabilidad exclusiva del gobierno de
Santos por la ejecución de políticas de privatización contrarias a sus promesas
de campaña.
Carlos
Solarte Portilla, rector de la Universidad de Nariño, quien presentó a los
asistentes las experiencias de la universidad pública en la frontera con
el Ecuador, como muestra de esa
desigualdad. Los estudiantes del vecino país pagan por una educación de calidad
tan solo cincuenta dólares al año, explicó Portilla, y puso el caso como
ejemplo de que es posible alcanzar un verdadero acuerdo por lo superior, si se
consultan los actores reales comprometidos en una verdadera reforma a la
educación, lo cual no ocurrió en esta oportunidad.
En
declaración a Colombia Informa, Laura Niño declaró: “Se está planteando una
movilización para mediados de octubre, para decirle al gobierno nacional que no
estamos quietos, que la lucha continúa, por una educación de calidad atendiendo
las consignas de la MANE y los deseos del pueblo colombiano, de educación para
la soberanía, la democracia y la paz”.
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CONVOCATORIA A LA INTELECTUALIDAD COLOMBIANA
Asunto: LA ESTRATEGIA DE LAS LUCIÉRNAGAS Ó LAS LUCES PARA SALVAR A COLOMBIA.
INTRODUCCIÓN:
Según una leyenda china, un súbdito del reino es sentenciado a muerte, el rey, en un acto de “magnificencia” opta por darle una oportunidad al reo, y, en una bolsa opaca, ante todo el mundo, coloca dos esferitas negras y una esferita blanca y le dice: si Ud. saca la blanca, será perdonado, si saca una negra, será condenado. El rey da media vuelta y le cambia la esferita blanca por otra negra (no hay salvación). El reo percibe la perfidia del rey, mete la mano a la bolsa, saca una esferita, se la traga y le dice al rey : “si allá quedaron dos esferitas negras, yo saqué la blanca”………….
Moraleja: En toda causa perdida, siempre hay una estrategia de salvación.
El Libertador Simón Bolívar, en carta al Gran General de Ayacucho Antonio José de Sucre, le decía: “Quiero que Ud. sea el Vicepresidente general de la Gran Colombia. Si Ud. rehúsa, yo también lo haré, y todo perecerá en medio de una confusión espantosa” (1) . A la muerte del Libertador, esta premonición se cumplió al pie de la letra: la Gran Colombia se fragmentó en cinco países, Colombia cayó en manos de una élite gobernante que desde entonces hasta nuestros días, ha utilizado el poder para incrementar y defender a perpetuidad sus privilegios a expensas de la explotación y pauperización del pueblo. Cada familia de esta casta se ha creído digna merecedora del poder, y esta concepción desató en el siglo XIX una serie de guerras civiles (once en total). La última en la que participó directamente la aristocracia criolla, fue en la Guerra de los Mil Días. Los bandos opuestos de esta contienda se dieron cuenta que los intereses y principios eran los mismos y dejaron de pelear entre sí, y en su lugar adiestraron al pueblo en el fanatismo, el sectarismo y la intolerancia, para defender los intereses de sus respectivos bandos .Esta nueva concepción condujo a la violencia más cruel y desalmada que se haya visto en Colombia, con un saldo de 30.000 muertos anuales en promedio (desde 1.947 hasta nuestros días). La violencia estatal constituye una de las constantes de nuestra historia de vida republicana.
La premonición del Libertador no se queda ahí, porque: no tener un lugar en el mundo donde vivir con dignidad es estar propenso a desaparecer en medio de la confusión espantosa; y, esta tragedia es la historia de 32 millones de colombianos, de los cuales, 6 millones de desplazados, fueron desterrados de sus tierras y condenados a vivir en condiciones infrahumanas en los tugurios de las ciudades; 4 millones de exiliados en el exterior en busca de medios para subsistir; los 22 millones de personas restantes no poseen los recursos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas (alimento, educación, salud y vivienda).
1 : I. Liévano, Ed. Grijalbo, p. 568, 2.010.
¿Qué será de los 18 millones de colombianos restantes (la clase media) y de Colombia, cuando los E.E.U.U. decidan ejecutarnos por la deuda externa, si nos quitaron a Panamá cuando no se les debía un solo peso; qué no nos quitarán ahora que la deuda externa asciende a 90 mil millones de dólares?, ¿Será que se transan por nuestra Costa Atlántica, por nuestra Costa Pacífica, por la Amazonía, o se llevarán todas ellas a la vez?
Para ver más:
http://www.monografias.com/trabajos101/convocatoria-intelectualidad-colombiana/convocatoria-intelectualidad-colombiana.shtml
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