Estudiantes
de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca -UCMC- se enfrentan a sus
directivas por la afectación que generará, para la comunidad educativa, la
aplicación de una sentencia que incluye la adquisición de un nuevo predio para
la institución educativa. La Facultad de Derecho se encuentra en asamblea
permanente exigiendo la renuncia del decano.
La UCMC y la sentencia
Esta
universidad, pocas veces mencionada, es también pública de régimen especial y
responde a las leyes constitucionales y al Ministerio de Educación. Fue fundada
en 1945 con el nombre de Colegio Mayor de Cultura Femenina, cambió de nombre en
1993 y fue reconocida como universidad en 1995. Sus principales programas son
Administración de Empresas Comerciales, Derecho, Administración y Construcción
Arquitectónica, así como Bacteriología y otros programas nocturnos que se han
abierto en el trascurso de su historia.
Hoy
esta institución tiene que disputarse el terreno de su sede, en pleno corazón
de Bogotá, con el Museo Nacional. Por si fuera poco, debe asumir la misma
problemática con la emblemática institución distrital Policarpa Salavarrieta.
Esto
gracias a la sentencia del 29 de mayo de 2014 del Ministerio de Educación que
ordena la reubicación del plantel y la adquisición de un nuevo predio en un plazo
no superior a cinco años.
La organización de los estudiantes
Para
nadie es un secreto que mantenerse estudiando necesita de unos mínimos
(fotocopias, transporte, entre otros), pero también sabemos de sobra que, ni es
fácil conseguir trabajo ni todas las familias alcanzan a cubrir enteramente
estos gastos. No contentos con esto, muchos deciden financiarse la vida
“mientras tanto” vendiendo dulces o minutos a celular, lo cual la seguridad
privada que cubre la universidad no permite. Y esa es la realidad que tienen
que vivir muchas universidades, en donde además de haber necesidad de recursos
para estudiar de una forma óptima y rebuscarse la forma para no desertar,
también se esconden negocios de drogas y por consiguiente de violencia, como
los casos conocidos de algunos planteles de educación pública.
El
pasado 29 de septiembre, grupos de estudiantes empezaron a gestar la Mesa de
Participación Estudiantil 12 de octubre, con el fin de tener un espacio de
deliberación y organización de las actividades en torno a las protestas
presentes y venideras, creando esta iniciativa con el objetivo de ahondar en el
grueso de las problemáticas estudiantiles e institucionales.
Problemas estructurales
Los
estudiantes movilizados de la UCMC denuncian también aspectos de tipo
presupuestal, pedagógico y de coerción a su libertad de expresión. Por ejemplo,
plantean que no hay certeza de la forma en que se asumirá la inversión para la
construcción de la nueva edificación, pues algunos asumen que resultará siendo
la universidad (y a su vez los estudiantes) y no el gobierno quien financie la
gestión, según denuncia pública de los manifestantes.
A su
vez visibilizan una mala administración de la universidad, pues su rector y
representante legal Carlos Corrales Medina no estaría ejecutando el total del
presupuesto que otorga el Estado que es del 48%. El porcentaje restante es
financiado con el costo de las matrículas de los estudiantes que oscilan entre
1 y 2.5 salarios mínimos.
A pesar
de haberse realizado una rendición de cuentas, que sirvió para exponer la
gestión del rector con sus respectivas cifras, no sirvió para la legitimidad de
gestión frente a los educandos, pues existen demandas de tipo pedagógico y
administrativo que traspasan los números de las directivas.
Frente
a lo anterior se encuentran diversas contraposiciones. Por ejemplo, la Facultad
de Derecho, que oferta 100 cupos cada semestre, validando solo 80 y para el
segundo semestre continúan 50
aproximadamente, ya que la deserción es la decisión más habitual frente a estas
condiciones de desorden y falta de garantías para una educación de altura. La
UCMC es la única universidad colombiana que cuenta con programas nocturnos de
12 semestres de duración y que no ha sido capaz de flexibilizar los horarios.
Asamblea permanente en Derecho y denuncias
públicas
El
pasado 15 de octubre en asamblea se reunió una parte importante de la universidad,
en la que estudiantes de derecho fueron incisivos en pedir la renuncia de
Ricardo Martínez, decano de la Facultad de Derecho. En esta reunión se declara
el cese de actividades y la asamblea permanente que hasta hoy continúa.
Diversos
grupos de estudiantes se encuentran acampando dentro de sus facultades, no
obstante, llegó un comunicado de la Vicerrectoría Académica de la universidad
que deslegitima estas acciones y advierten el cierre de estos espacios. De la
misma forma se ha ordenado reforzar la seguridad y no permitir la entrada de
carpas, cobijas y otros elementos necesarios para permanecer dentro de la
institución.
Se han
visto grafitis en el parqueadero contiguo a Derecho que busca ampliar las
denuncias y atacar a Martínez, denuncian estigmatización a su forma de
expresión ya que dos estudiantes de segundo semestre fueron citados a su
oficina para “rendir declaratoria juramentada” antes de comenzar un proceso
disciplinario. Cabe señalar que uno de estos representantes estudiantiles es menor
de edad, por lo que los estudiantes se preguntan: ¿el decano tiene la
competencia para llevar a cabo el procedimiento de esta forma.
El 21
de octubre en la sede la Carrera Séptima con Calle 34 se realizó un plantón de
solidaridad con la asamblea permanente, se generaron algunos bloqueos
intermitentes y actividades de propaganda informativa. En la actividad
participaron algunas entidades del distrito en materia de garantías para la
protesta y la infaltable presencia de policías antidisturbios. Las directivas
volvieron a llamar al diálogo para solucionar la crisis. A los campamentos se
sumaron estudiantes de Trabajo Social y Economía.
Seguramente
este sea el comienzo de una pelea larga anunciada, ya en 2013 en el marco de
una mesa de trabajo se había consolidado un pliego de peticiones que fue
ignorado, igual que los derechos de petición y propuestas de pensum desde los
estudiantes. Los más afectados hicieron un llamado a la solidaridad y a la
pronta amplitud al diálogo y a las soluciones. Por ahora los problemas siguen y
los bloqueos también.
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