Por: Universidad Pública Resiste
“El futbol es el reino de la lealtad al aire
libre”
Antonio Gramsci
Aclaración Previa: este texto no
pretender ofrecer soluciones al problema, pues es demasiado amplio e involucra
a muchos actores y factores como para poder afirmar que un solo sujeto puede
pensárselo en su totalidad. Es un llamado a abrir la discusión y a revisar
nuestros comportamientos dentro y fuera del estadio y en relación con otros
hinchas y los actores que se mueven en torno al fútbol.
Pese a
que fue ya hace algunos meses, continua siendo preocupante el hecho de que se
intente quemar un bus, con 30 personas adentro, sin mayor motivo que la
ubicación de un “enemigo” por una camiseta diferente. Más preocupante todavía
es que se trate de justificar diciendo que se creía que el bus sea
perteneciente a hinchas de un equipo, cuando en realidad eran hinchas de otro.
Caso tal, no justifica el acto, así fuera del uno o el otro.
Triste
también, es que los afectados solo vean la solución como “cárcel”, cuando es
claro que los centros de reclusión en el contexto colombiano no han funcionado
para procesos de resocialización, pues no cuentan con las condiciones
necesarias para llevar este tipo de procesos.
Cuando
este tipo de cosas sucede, nadie pide pedagogía, nadie se pregunta en que
estamos fallando, para que después de tantos encarcelados por el mismo motivo,
se sigan presentando este tipo de actos reprochables.
Aquí lo
que se ha visto, es que todos tratan de echarse el agua sucia y mirar quien
tiene más muertos en su contra para poder justificar los actos injustificables.
Recordamos a este, recordamos al otro, pero en la memoria de todos ellos, de
quienes fueron nuestros compañeros alentando, viajando, gritando, llorando,
cometemos las mismas barbaridades y no nos tiembla la voz para justificarlas.
Nadie reconoce las muertes causadas por los hinchas de sus mismos equipos, y
todos se tiran la pelota de la negación de un lado al otro.
Esto ha
causado que entremos un círculo vicioso de violencia injustificada que ha
terminado por alejar a la gente del estadio, a las familias, a los viejos que
nos llevaron de la mano al estadio cuando apenas lográbamos sostenernos en pie
y que nos enseñaron a amar a unos colores y no a asesinar al que tuviera un
gusto diferente.
Y más
allá de toda esta triste historia, ¿qué justificación tiene la violencia en
contra de alguien que tiene más en común de lo que creemos? En realidad, si nos
diferencia el color de una camiseta, nos une que nuestros padres se tienen que
partir el lomo todo el día para llevarnos algo de comer; que hemos sido
criminalizados por ser jóvenes, hinchas, que sufrimos la persecución de la
policía por tener una camiseta de un equipo de fútbol o por no querer
prestarnos para la guerra; que nos han negado posibilidades de estudio, de
trabajo; que sufrimos el control de los barrios por grupos ilegales que no
permiten que pasemos tranquilamente de un lugar a otro, entre muchos otros
factores que son cotidianidad del grueso de los miembros de las barras.
Hasta
ahí los hinchas ¿Y el papel de la policía y del “comité de convivencia”? Pues
su negligencia es evidente y descarada. Múltiples y diversos son los ejemplos
de esta actitud por parte de la autoridad, siendo una constante que después de
abiertas las fronteras a hinchadas visitantes, no se ha garantizado en lo más
mínimo el desplazamiento seguro de estas por las carreteras del departamento.
Sumándole que las sanciones emitidas por el Comité nunca van a la raíz del
problema, quedándose cortas ante su gravedad.
Es hora
de abrir entonces la discusión, de ir más allá de lo que se discute en los
Comités, de abrir espacios amplios, públicos, donde no se maneje un doble
discurso y donde se tenga la capacidad de establecer reglas claras de juego. Se
hace urgente, que los actores involucrados discutan, con la madurez que la
situación amerita y que se puedan llegar a unos mínimos de respeto, donde nos
vayamos encontrando en el camino, para el día de mañana, no solo tener
incidencia en la fiesta del fútbol, sino también en los factores que antes se
mencionaban y que tocan a todos sin importar color de camiseta.
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1. Texto completo en: http://upublicaresiste.blogspot.com/2014/07/violencia-entre-barras-es-hora-de-abrir.html
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