Hoy
miércoles 12 de marzo del 2014 mientras transcurrían en aparente normalidad las
actividades académicas y sociales dentro de la Universidad Nacional de
Colombia, en medio de un aguacero terrible un hecho lamentable rompió esa
cotidianidad: la presencia de alrededor de 6 hombres con pasamontañanas armados
que intimidaban a la comunidad universitaria. Portaban como uniforme botas
militares, impermeable negro y pasamontañas negro ó verde, además, varios de
ellos llevaban de forma amenazante armas largas, con las cuales intimidaron a
varios miembros de la Universidad, como lo informaron varios estudiantes a la
dirección de Bienestar de la Facultad de Ciencias Humanas.
Recorrieron
el campus con aparente tranquilidad, haciendo paradas en cinco puntos de la
universidad repartidos entre Sociología, Ciencia y Tecnología, la plaza Che y
La perola. Con sus armas intimidaron a varios estudiantes, los requisaron
contra la pared y además los hicieron desocupar sus maletas. Varios estudiantes
que presenciaron esta situación, comentaron que los hombres no se
identificaron, pero dijeron que “iban a limpiar la universidad, aquí no se
viene a fumar”, aludiendo al consumo de drogas, a que no permitirían su venta,
además de mencionar que no querían la presencia de "mamertos" y que
seguirían pendientes rondando la universidad. A pesar de esta situación, la
División de Vigilancia y Seguridad de la Universidad no fue alertada a tiempo,
y la vigilancia privada no informo a la Universidad de forma inmediata de lo
ocurrido. Alrededor de 30 minutos después, llegaron miembros de bienestar para
recolectar la información necesaria de quienes fueron amenazados o intimidados
por estos hombres.
Lo sucedido
el día de hoy encaja en el uso de medidas violentas que generan terror en la
comunidad, tristemente se asemeja a prácticas históricas de aniquilamiento del
opositor o de lo que comúnmente se ha llamado “la limpieza social”, situaciones
todas llevadas a cabo por las Fuerzas Armadas o los grupos paramilitares. Nos
sumamos a todas las voces que se levantan hoy, desde la diversidad que compone
la UN, para que estas lógicas no se repitan en nuestra querida universidad.
Toda la
situación genera desconcierto e incertidumbre, pues lo profundo de los hechos
esta por averiguarse, de lo que estamos seguros es que el aire hoy en la Che
estaba cargado de tristeza por una situación como esta. Para superar esta
situación y reapropiarnos de nuestro campus con los colores y la alegría que lo
caracterizan nos sumamos al llamado colectivo por desarrollar acciones de
rechazo a este tipo de intimidaciones, empezando el día de mañana con diversas
actividades culturales en las facultades de rechazo a la militarización y de
convocatoria a la Cumbre Agraria. Actividades que buscan culminar con un
concierto y una actividad de antorchas y velas por nuestra universidad.
Para
nosotros y nosotras, la Universidad debe ser un lugar de la lucha de ideas, de
cara a las necesidades de la nación y no un botín de guerra o un escenario de
ella misma. Sin embargo, es necesario que en nuestro territorio no ingresen
aquellos que quieren con temor, atacar un supuesto problema que ha sido
generado por la misma situación nacional. Es el momento de que la comunidad
decida sobre la universidad, sobre como atacar el inminente problema de la
jibarización, no obstante, esto debe ser a partir de un debate abierto y
concertado entre quienes vivimos los problemas, la comunidad, y no de actores
violentos que no perciben el problema más allá de “sacar a los fumones” de la
U. Esta situación exige, entre muchas otras, que la comunidad este más unida
que nunca pues en la Nacho están pasando cosas cada vez más graves, y solo
juntos en medio de nuestras diferencias podemos retomar el rumbo de una
universidad que se ve cada vez más consumida por su propia crisis.
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