Gustavo Bríñez Villa, es un maestro e investigador
nacido en Giradot (Cundinamarca), hace 35 años se enamoró del Huila, cuando
llegó como docente a la Universidad Surcolombiana. En 1990 el “Profe Bríñez”,
como cariñosamente le dicen sus estudiantes, recibió la Medalla Nacional Simón
Bolívar del Ministerio de Educación Nacional por el desarrollo de proyectos de
educación popular de jóvenes y adultos del Huila y Caquetá. Colombia Informa dialogó con él sobre la crisis de las
universidades, el papel de las mismas en un eventual escenario de
post-conflicto.
Bríñez
Villa estudió en la Universidad Nacional Licenciatura en filología e Idiomas,
sus estudios de posgrados han sido en: Literatura Hispanomericana, Lingüística
Aplicada y Educación y Desarrollo Comunitario. Ha sido profesor de la
Universidad Nacional, igualmente en el Colegio Mayor de Cundinamarca. Dirigió
uno de los proyectos de proyección social más grandes de la Universidad
Surcolombiana, al iniciar un proyecto de alfabetización en las comunidades
campesinas de El Pato – Caquetá, logrando articular a diferentes programas de
la Universidad.
Ha
publicado cinco libros cientificos en torno al lenguaje y la escritura, también
es el autor de “Chimbilá”, novela de ficción basada en la vida del expresidente
Uribe, en la actualidad está preparando una segunda novela que gira en torno a
la huelga de mujeres que hubo en el país el 12 de febrero de 1920 en la Fabrica
de Tejidos en Bello Antioquía.
Actualmente
a logrado unir a diferentes expresiones organizativas, culturales,
estudiantiles y sindicales alrededor de la Universidad Creativa e Identitaria,
con la que es aspirante a la rectoría de la Surcolombiana. Colombia Informa lo
entrevistó acerca de las problematicas de la Universidad en general, de la
Surcolombiana y su opinión del Proceso de Paz
Colombia
Informa: ¿Cuál
es la crisis de la Universidad Pública?
Gustavo
Bríñez: La
crisis de la universidad pública es enorme, nos hemos puesto en la tarea de
estudiar la historia de la universidad Publica en Colombia, desde el año de
1825, cuando el general Santander fundó la primera universidad pública de
Colombia, la Universidad Central, con sede principal en Bogotá y seccionales en
Popayán y en Quito. Hacemos toda esa historia hasta llegar a la actualidad y
tambien hacemos una historia especifica referida a la Universidad
Surcolombiana, porque las dos cosas van empatadas, la conclusión que se deriva,
de ese estudio se puede resumir de la siguiente manera, la universidad pública
colombiana siempre se ha debatido entre una crisis presupuestal que la mantiene
constantemente al borde del desplome y por otra parte dentro de un proceso que
no ha definido claramente el Estado acerca de si autonomía plena o autonomía
restringida, esto tendrá que cambiar cuando se logre el éxito en las
conversaciones de la Habana.
Pues la
última explosión que se dio sobre el lastimoso estado actual de la universidad
pública fue la huelga de hace dos años, en el 2012, en la cual participamos
nosotros muy activamente, como ponentes públicos acá en Neiva, dentro de la
Universidad y fuera de ella, a raíz de la propuesta de reforma universitaria,
tendiente a privatizar la universidad pública en el país, ya todos sabemos el
resto de la historia, el señor presidente y su ministra tuvieron que retirar
esa propuesta y la Mesa Amplia Nacional Estudiantil se comprometió a la
elaboración de otra alternativa. Quiero resaltar un aspecto de eso, los
estudiantes de la MANE probaron a través de documentos y con ponencias propias
que toda la crisis presupuestal de la universidad colombiana en general se
podria solucionar con el solo monto de esas suvenciones y exenciones que le
está dando el Estado colombiano a las trasnacionales.
C.I: Hablenos de la
Universidad Surcolombiana
G.B: Historicamente
el Huila ha sido un departamento premoderno, lo sigue siendo, pues quienes
primero empezaron a expresar un pensamiento de corte moderno fueron los
liberales radicales en el siglo XIX, ellos fueron eliminados fisicamente en el
contexto de la guerra de los mil días y luego vino la republica liberal que fue
de 1903 a 1930, el departamento del Huila estuvo prácticamente gobernado por el
obispo Esteban Rojas Tovar, obispo de Neiva, de mentalidad absolutamente
feudal, una persona intolerante y que por otra parte predicaba que el mayor
error de Colombia era haberse independizado de España, que lo mejor era volver
a ser colonia española; eso les da a ustedes una idea del asunto.
El
grito de modernidad fue retomado en 1920, por Reinaldo Matiz, el lider liberal
natural de Villavieja, quien expresó ese deseo de modernidad a través de la
política, el impulso a la creación de instituciones educativas, para que las
clases populares de Neiva pudieran tener acceso a la educación y a la cultura,
terminar su bachillerato, pensar en alguna estrategia de tipo técnico porque
aún no existía la universidad. Fue asesinado, como ya se sabe en todo el
departamento del Huila por orden de una terrateniente.
Además,
el otro grito de deseo de modernidad fue dado por José Eustasio Rivera en la
Voragine, publicada en 1924 en la cual siendo un adelantado, un visionario,
habló de la defensa del territorio que resulta tan actual hoy, desde los
derechos humanos.
La USCO
fue creada en los setenta y fue un grito tardío de modernidad, del deseo de
relacionarse los intelectuales progresistas de la región con el pensamiento más
avanzado a nivel nacional e internacional. Hoy ese empuje inicial practicamente
ha quedado en el olvido porque vuelve a predominar al interior de la
universidad y en el departamento del Huila en general, un pensamiento de tipo
premoderno, por eso nosotros hablamos de dar el paso a la modernidad pero no
simplemente la modenidad burguesa sino a la manera como lo plantea Habermas en
“La Crítica a la Filosofía de la Modernidad”.
C.I: ¿Y por qué en
la Universidad Surcolombiana existe una crisis democratica por la elección del
Rector?
G.I: En el Estatuto
General de la Universidad se incluyeronn algunos articulos que hacían posible
que la USCO pudiera entrar en el proceso de judicialización (para la elección
de rector). Uno de los abogados más ilustres de aquí de la región, doctor
Anibal Charry Silva, advirtió en su momento sobre eso porque fue uno de los
redactores y no le hicieron caso, y contaba hace poco por la radio como hace
muchos años un rector de la época le dijo “usted tenía razón doctor Anibal, eso
fue entregarles la autonomía Universitaria para uso y abuso de politiqueros de
la región” y fue así como en cinco años tuvimos siete rectores y no se define
la situación. Ese articulo debe ser reformado porque es generador de
inestabilidad, tensiones y conflictos al interior de la Universidad.
C.I: ¿Cuál es la
propuesta de la Universidad Creativa e Identitaria?
G.B: Se puede
sintetizar de la siguiente manera, sumar pensamiento Crítico más Sensibilidad
más Imaginación que nos lleva al plano de la Creatividad, para llegar al plano
de la Identidad, de ahí el nombre de la propuesta Creativa e Identitaria, y
esto en el contexto de crear región alternativa como ya lo hemos hablado con la
Universidad del Tolima, que descubrieron y descubrimos que su sueño de
universidad coincide plenamente con el sueño de nosotros de Universidad
Surcolombiana, con la pespectiva de entrar en ese mismo tipo de acuerdos o
alianzas con la Universidad del Amazonia, con la Universidad del Cauca y con la
Universidad de Nariño, porque eso está en la misión de la USCO que dice “La
Universidad Surcolombiana será factor de desarrollo equitativo y sostenible de
la región Surcolombiana”, no solamente del Huila, ésta idea se expresará en la
creación de región alternativa, entendida desde el punto de vista economica, no
en alianza con el frío capitalismo financiero del mundo neoliberal, sino
apoyandonos fundamentalmente en la economía solidaria y para ese proposito
hemos hablado con el movimiento cooperativo del Huila, con ASOCOOP, que une a
todas las Cooperativas del Departamento y tenemos todo el apoyo y tambien de la
mano de todas las formas, grupos, organizaciones políticas de corte
democratico, tambien con la educación popular y con todos los grupos culturales
que desde el punto de vista de la sensibilidad y la imaginación tambien estén
de acuerdo con esta propuesta.
C.I: ¿Cuál es su
opinión del proceso de paz y el papel que debe jugar la Universidad?
G.B: Es algo que
espero con mucha emoción, con mucha expectativa, porque realmente pueda que
pueda cambiar al país si se le puede dar una orientación de tipo democrático a
ese así llamado “post-conflicto”. La labor de las universidades públicas
tendría que reorientarse plenamente, la universidad tendría que estar en las
fabricas con los obreros, en las barriadas con el sector popular, en las
veredas, en el campo, conformando líderes populares, contribuyendo a solucionar
problemas sentidos por las comunidades y también haciendo investigaciones
teóricas sobre aspectos culturales que definan, por decirlo de alguna manera,
el carácter, el espíritu de esas comunidades que le dan ese sello cultural, esa
impronta, esa huella fundamental, dentro de un mundo globalizado que quiere
absolutamente ignorarlas e imponer una cultura única y un pensamiento único.
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