Universidad Pública Resiste
“…Esa otra sociedad que nos soñamos, que construimos y
por la que luchamos debe estar fundada en otro modelo de educación, uno que
responda a los intereses populares, y esa otra educación la construimos en la
alteridad del sistema educativo, tanto como al interior de este, en una pugna
en la que históricamente hemos logrado grandes triunfos, es por eso que
resistimos y construimos…”
Colectivo Palenque
Recorriendo los
pasillos de una universidad X, en una ciudad X, es común toparnos con pintas
que reclaman como gritos visuales: “educación para el pueblo”, “educación
gratuita”, “universidades públicas”. Estas, con la misma fiereza con que se
adhirió la pintura al muro, penetran en nuestros ojos y buscan llevarnos a un
proceso reflexivo, que tal vez sea similar al proceso de quien las rayó.
Creemos que hay algo
claro, tanto quien las pinta, como quien las lee son conscientes de los
problemas y desigualdades que ocurren en su país X, y de la estrecha relación
que estos guardan con el modelo de educación existente. También, creemos que no
es necesario recurrir a la frivolidad de las cifras (que buscan demostrar lo
mal que se encuentra la educación en nuestro país) para darnos a entender.
Ahora bien, al leer
estas cosas día a día, muro a muro, sería imposible que no nos llevaran a
cuestionarnos la educación que queremos y por la que luchamos, o es que al
salir a marchar nunca te has preguntado ¿qué educación es la que deseas?
Históricamente la
educación ha respondido a los intereses de la clase dominante, hoy día responde
a los intereses del mercado haciendo del proceso educativo algo cada vez más
deshumanizado, que tiene como fin último suplir las necesidades de ese mercado
y reproducir las dinámicas del capital, ampliando cada día la brecha entre las
clases sociales y haciendo de la educación un privilegio de unos cuantos.
Esta es la misma
educación que endiosa la figura del docente y restringe la crítica y el debate,
esa educación que no da más opción al estudiante que beber de la “sabiduría”
del docente sin hacer ningún tipo de cuestionamiento, sin debatir, sin
encontrar en el otro un igual y en el proceso de educación un diálogo de
saberes.
Esa educación que
venimos mencionando no puede ser la misma por la que luchamos día a día, esa
educación al servicio de los intereses del capital no puede ser la misma
educación que exigían esos miles de estudiantes que se volcaron a las calles en
2011 en aquel país X, esa educación que profundiza las desigualdades no es nuestra
apuesta y esperamos no sea la tuya; pero entonces ¿a qué educación le
apostamos?, ¿por qué educación luchamos? Y ¿qué educación construimos?
Le
caminamos a la construcción de una educación que responda a los intereses
populares (desde el pueblo), una educación, que como posiblemente puedas leer
en algún muro en tu universidad, sea para el pueblo, esa misma educación que
tome la estructura vertical docente-alumno y la destruya, para forjar en su
lugar un proceso educativo donde, como diría Paulo Freire, “…los hombres se educan entre sí mediados por el mundo”.
A
demás, una educación que reconozca tanto su capacidad emancipadora y
liberadora, como los saberes ancestrales de los pueblos de este continente X
que por más que intentaron ser silenciados, hoy día permanecen y deben hacer
parte de esa educación.
Este
es nuestro proyecto, el de construir tanto dentro como fuera de la universidad
una educación que entienda la justicia social, la crítica y autocrítica, el
empoderamiento popular, el amor y respeto por la Pachamama, el derecho a habitar nuestros territorios y la vida
digna como principios fundamentales;
para no tardar más, para ser claros y directos, educación popular gritan no
solo los muros, sino nuestras bocas llenas de digna rabia.
Escrito por: Andrés Camilo De La
Ossa (andres-delaossa@hotmail.com)



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