Durante
la alteración de las actividades académicas a raíz del movimiento de los(as)
trabajadores(as) de comienzos del presente año, los(as) profesores(as)
reconocimos el carácter estructural de la crisis institucional que se expresaba
en el malestar laboral, pero también en el deterioro de la infraestructura, la
pésima dotación, la insuficiencia del bienestar universitario, entre muchos
otros síntomas, como resultado del déficit acumulado del financiamiento de la
educación superior pública y el esfuerzo adaptativo de hacer más con lo mismo
que ya llegó a su límite. Éste es tal vez el punto de acuerdo en el que nos
encontramos todos los miembros de la comunidad universitaria, en el espectro
ideológico, político y académico que se expresa en múltiples formas.
En días pasados fuimos
testigos de dos episodios más que reiteran la crisis con expresiones muy
diferentes: de un lado, el anuncio de una nueva fase de anormalidad académica
por parte del Comité Pro Mejora Salarial, a raíz del incumplimiento parcial del
acuerdo firmado con la administración universitaria el 18 de marzo pasado. Del
otro, el rechazo de un grupo de profesores y estudiantes en el parqueadero del
Departamento de Matemáticas a las medidas de fuerza que pretendía realizar un
grupo de encapuchados autodenominado Movimiento Bolivariano. Se trata de dos
manifestaciones muy diferentes de las visiones opuestas que existen entre la
comunidad universitaria sobre qué es, qué debería ser y cómo defender y
fortalecer una universidad de carácter nacional, estatal y pública, con sedes
en varias regiones del país, que pretende ser reconocida por la sociedad entera
como patrimonio de la Nación colombiana.
Las confrontaciones entre
visiones opuestas pueden seguir escalando hasta un nivel inmanejable, con
consecuencias impredecibles. Tampoco se trata de creer que "los buenos
somos más" y que debe imponerse de facto la mayoría. Se trata de construir
colectivamente una ruta institucional que permita acordar los fines y los
medios para defender y fortalecer la Universidad que todos queremos, desde el
reconocimiento de las diferencias sobre los métodos y la eficacia de las
alternativas. En síntesis, se trata de construir Universidad desde las
diferencias con plena legitimidad.
En este sentido, el
Comité de Representantes Profesorales de la Sede Bogotá presenta a la comunidad
universitaria la siguiente propuesta, centrada en la construcción colectiva de
un plan institucional de largo plazo que recoja las diferentes visiones que
existen en su interior, para construir una agenda mínima común para su
proyección y fortalecimiento. Los ejes de la propuesta son los siguientes:
1.
Asumir formalmente la decisión aplazada en el Consejo Superior Universitario
(CSU) de realizar un ejercicio participativo de planeación a largo plazo,
decisión adoptada durante la aprobación del plan global de desarrollo vigente,
en diciembre de 2012.
2.
Acordar una metodología participativa de trabajo, con material preparatorio
amplio y suficiente, delegaciones legítimas de unidades académicas y grupos de
todo tipo, para recoger el conjunto de visiones sobre la Universidad y las
propuestas de superación de la crisis estructural en la que se encuentra, por
parte de estudiantes, personal académico y administrativo, en el marco de la
política nacional y del sistema de educación superior actual y futuro. Estas
visiones no deberían excluir ninguna expresión o grupo, aunque usen capuchas.
3.
Recoger con toda precisión los acuerdos mínimos logrados y los desacuerdos que
deberán seguir discutiéndose a futuro, en el marco de reglas explícitas de
ejecución y seguimiento que deberán incorporarse a la estructura institucional.
4.
Con base en los acuerdos, poner en marcha las líneas estratégicas de largo
plazo, con acciones específicas que dialoguen y armonicen la visión de largo
plazo con el actual Plan Global de Desarrollo y el corto plazo.
La confrontación interna
nos debilita frente a un contexto desfavorable. Construir unidad en medio de la
diferencia implica respeto mutuo y ejemplo de democracia académica.
Construyamos Universidad Nacional.
Bogotá, abril 22 de 2013
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