Comunicado
público sobre las amenazas en la UPTC, Rebelde Boyacá
Nos
pronunciamos para REPUDIAR las voces del autoritarismo y DEFENDER las Posturas
del PENSAMIENTO CRITICO en la uptc. Esta vez el autoritarismo se expresa desde
una carta amenazante expedida por el Consejo de Facultad de Derecho (Decano,
Dir. Centro de Investigaciones y Dir. De Derecho) contra la Maestría en
derechos Humanos, a la que le pide “Reconceptualizar su modelo de Pensamiento
Crítico”, modificar el currículo y vincular a todos los profesores de derecho,
aparte de otras consideraciones como evitar graduar magísteres o poner bajo su
lente sus publicaciones. La carta del Consejo de Facultad de derecho,
representa oficialmente al actual grupo directivo, pero no así a la Facultad
que es de Derecho y Ciencias sociales también. Los Directivos dejan claro su
planeado y estratégico intento por deslegitimar la autonomía de los programas
ajenos a sus intereses y amenazan con eliminar a la maestría porque les resulta
incontrolable. En la carta prevalece un total desconocimiento de la naturaleza
disciplinar, de la academia, de la ciencia misma y en particular de lo que son
los derechos humanos a los que reducen a normas.
En la
carta se arremete contra los pilares que otorgan la garantía académica de la
maestría, todo lo anterior en aras de lanzar un supuesto “plan de
mejoramiento”, a todas las luces externo y desarticulado de ella; y de
desestabilizar la actual dirección académico-administrativa del programa,
dejando entrever que su intención es que “cualquiera puede ser Docente y
Directivo de ella”. La carta es irrespetuosa, no habla de academia si no de
obligaciones de sus súbditos. No hay respeto siquiera por un equipo docente de
meritoria trayectoria académica y social, que le sirve a la universidad y pone
en alto su nombre, son docentes con títulos en los más altos niveles de
formación postgraduada, pero además con evidente trayectoria profesional,
docente, investigativa y con reconocimiento por su compromiso social, en
general los directivos no concuerdan con el significado de una universidad y de
un programa de calidad.
La
calidad de la Maestría en derechos humanos es conducida por el pensamiento
crítico sostenido por su colectivo docente, a través de sus análisis de la
realidad y sus propuestas de cambio, que constituyen la garantía para estudiar
el tema de los derechos humanos como parte de la cultura, de la humanidad, de
eso depende la acogida que ha tenido la Maestría en la ciudadanía desde su
inicio como primer programa de este nivel y tema en Colombia y primero propio
de la UPTC en Bogotá. Así mismo esta acogida es muestra de reconocimiento del
cual se sienten parte y orgullosos sus, sus profesores, sus egresados y los
conocedores de la maestría y de sus docentes y por eso hay que destacar un poco
de lo que se conoce:
• El
programa de maestría en derechos humanos (Tunja, Bogotá) utiliza como
estrategia de convocatoria y permanencia, el diseño y desarrollo de una
estructura y práctica docente y curricular sólida, dinámica y en constante
movimiento, sin verdades reveladas, ni dogmatismos invencibles.
• Para
entrar a ser estudiante, hay que ganarse el cupo con estudio, con rigor
académico y reunir los exigentes requisitos que este postgrado demanda para su
aplicación. A todas luces no es el negocio que algunos quisieran aprovechándose
de la importancia del tema, sin embargo le ha reportado a la facultad cerca de
200 millones.
• Su
rigor y planeación hace que sea de los pocos programas académicos que tiene
asegurada su continuidad en razón a esa misma exigencia, que se refleja en el
desarrollo de sus procesos de investigación.
• El
modelo de trabajo de investigación es un asunto de resaltar, hay acompañamiento
desde el inicio como garantía de un proceso, que implica compromisos
compartidos.
• Es
una Maestría que tiene su propio ambiente investigativo porque todos sus
docentes investigan y publican y ejercen públicamente sus opiniones casi a
diario sobre lo que ocurre en el país y en el mundo en el ámbito de los
derechos humanos. Sus docentes participan en la construcción del seminario de
investigación permanente y en la elaboración de estrategias que implementan
para lograr la discusión crítica y teórica de temas de actualidad.
•Anualmente
son convocados congresos, seminarios, foros y eventos públicos para toda la
universidad y sociedad y publican sin falta, los resultados de estas estrategias
de cohesión curricular.
•
Forman a los estudiantes en la necesidad de escribir, de ser rigurosos y de
poner en discusión y publicar sus ensayos teóricos y ofrecen editorialmente
esas garantías.
• Desde
la etapa de convocatoria, interponen la ética y difunden todo el planeamiento
conceptual y disciplinar del programa, junto a las responsabilidades
individuales y colectivas que tendrá todo el cuerpo profesoral, durante la
programación semestral y anual. Aspecto que se ratifica el primer día de clase,
en la tradicional Conferencia Inaugural. Estas programaciones son sinónimo de
organización, de planeación de una maestría que se piensa a sí misma y respeta
a sus estudiantes y otros auditorios, hace públicos sus planes.
• La
práctica pedagógica que caracteriza los procesos de aprendizaje en las teorías
de derechos humanos, entronca epistemológicamente y a cabalidad con el
Pensamiento Crítico, y con las teorías críticas, con las cuales se agencia la
enseñanza y aprendizaje de este pensamiento, que tal vez es lo que mayor molestia
presenta a las directivas.
• Los
docentes que componen el grupo de profesores, son estables, trabajan como
escuela de pensamiento, a pesar del tipo de contrato como externos, pero que
dedican muchas horas y esfuerzos colectivos a mantener el programa, no son
invitados a “tocar un tema” y como grupo de investigación están articulados y
se les reconoce por sus posiciones éticas y sus modos de entender la política
más allá de gobernantes y subalternos.
• Los
desempeños profesionales de los docentes son públicos, actuales y vigentes;
trabajan en ONG, en Organizaciones sociales, en el Congreso de pueblos, en la
Red de universidades por la paz, en la mesa nacional de educación en derechos
humanos, escriben en periódicos de reconocido prestigio, hacen parte de mesas
de trabajo por la paz, hacen columnas editoriales, se sientan en las cortes
internacionales de justicia, denuncian arbitrariedades, defienden presos
políticos, presentan conferencias en prestigiosas universidades y no
representan a partidos políticos, ni aceptan padrinazgos. Esa independencia y
esa forma de decir la verdad es la que no les gusta.
•
Curricularmente conocemos y sabemos de sus periódicas reuniones académicas,
para discutir temas propios de la actualidad en la materia y las líneas
editoriales que manejaran sus publicaciones. A partir de ello, es que han
configurado con sus Publicaciones, un sistema de divulgación de Escuela de
pensamiento, que envidiarían muchas maestrías en la UPTC y en otras
universidades, en 4 años han publicado 4 libros colectivos de profesores y 8
libros colectivos de estudiantes en los que presentan a la sociedad las cuentas
de su trabajo riguroso en el ámbito académico de los derechos humanos.
Por lo
expuesto, es que nos produce RECHAZO, casi asco, y una sensación de
oportunismo, de maldad y de instinto perverso y destructor la carta de quienes
OFICIALMENTE AMENAZAN lo que está bien hecho y a los que lo hacen bien, a los
que reportan beneficios verificables a una universidad que justo requiere ese
tipo de ejemplos de trabajo. La dignidad de este profesorado, de sus
estudiantes, egresados y conocedores de lo que ocurre en la maestría no puede
ser pisoteada por directivas descontroladas y enfermas en sus luchas mezquinas
de poder, de mostrarse no en la ciencia, si no en la vulgaridad de sus
actuaciones.
Exigimos
de las Directivas de la Universidad un Pronunciamiento Inmediato en Defensa del
Pensamiento Crítico
Cordialmente
Estudiantes,
Egresados, Profesores, Ciudadanía en defensa del pensamiento crítico en la
uptc. Abril de 2013.
0 comentarios:
Publicar un comentario