Carta
dirigida a Diego Hernández, vicerrector de la Sede Bogotá de la Universidad
Nacional de Colombia por parte de la representación estudiantil de pre y
posgrado ante el Consejo de Sede
Bogotá,
12 de abril de 2013
Profesor:
Diego
Fernando Hernández Lozada
Vicerrector
Sede Bogotá
Universidad
Nacional de Colombia
Profesor
Hernández:
Con
profunda preocupación e incertidumbre recibimos la noticia de su nombramiento
como vicerrector de la sede por lo que fue su labor al frente de la decanatura
de la Facultad de Ingeniería durante 6 años, por su cercanía a quienes hoy
pretenden expropiar a la Universidad Nacional de varios de sus predios y por la
falta de claridad sobre las razones de salida de la ex-vicerrectora, la profesora
María Clemencia Vargas.
Nos
preocupa desde las mismas palabras del rector Ignacio Mantilla en el acto de su
posesión, en el que afirmaba que “la sede Bogotá necesita en este momento una
persona con el perfil ejecutivo del profesor Hernández...” puesto que lo que
realmente se requiere, como en todos los cargos administrativos de la
Universidad, por encima de un perfil ejecutivo, es un perfil académico que
comprenda el papel de la Institución ella solución de los problemas del país.
Así, creemos que ese mismo perfil “ejecutivo” es el apto para quienes están al
frente del plan de renovación urbana del Centro Administrativo Nacional, con el
que no se tienen claridades frente a la situación de las edificaciones de la
Universidad que ahí se ven comprometidas, el Hospital Universitario, la unidad
Camilo Torres y el edificio Uriel Gutiérrez.
Sin
haber sido la administración pasada de la vicerrectoría la más favorable para
la institución, rescatamos de la profesora María Clemencia Vargas su decisión
de defender los predios de la Universidad por medio del llamado a la
movilización de la comunidad universitaria pero que, creemos, fue desautorizada
en su intención por el rector Mantilla, por el desconocimiento existente frente
a las razones de su renuncia, y constituye una razón determinante para su
salida del cargo y siendo reemplazada por alguien con un “perfil ejecutivo”.
Nuestras
preocupaciones se basan en el precedente que deja el hecho que la empresa de
Renovación Urbana Virgilio Barco S.A., a cargo del proyecto del CAN, tiene como
inversionista principal a Luis Carlos Sarmiento Angulo, amigo suyo, quien dio
dinero para la construcción de Edificio de Ciencia y Tecnología Jaime Garzón,
éste presupuesto ni fue gratis, ni el total invertido en la construcción, invisivilizando
que el capital inicial lo donó el profesorado dela Facultad de Ingeniería,
puesto que 8 mil millones de pesos los puso la Universidad y que la
construcción le generó disminución de impuestos para el banquero, además que se
le puso el nombre de él a la edificación con el agravante que luego usted lo
postuló a la distinción de doctor honoris causa que afortunadamente el Consejo
Superior Universitario no aprobó.
Es por
eso que pedimos a usted exponga pública y claramente su posición frente al plan
de renovación urbana, específicamente sobre los predios de la UN y le hacemos
un llamado para que defienda la Universidad de la voracidad del capital que
pretende expropiar terrenos para ser usados con otros fines, no claros aun.
Otro
aspecto que genera inquietudes es el manejo que su administración le puede dar
a situaciones de conflicto en el campus, pues demostró, el pasado miércoles 10
de abril su desconocimiento de la realidad de la sede al ordenar, sin
justificación, el desalojo de la Universidad desde tempranas horas, según su
comunicado para "evitar alteraciones del orden público dentro del campus y
sus alrededores" (...) "ante la presencia de un número amplio de
personas ajenas a la institución, quienes activaron algunos artefactos
explosivos a primeras horas de la mañana" aunque los que desarrollaron la
actividad no tenían intención de provocar enfrentamientos y por las
reivindicaciones, los discursos y la actividad desarrollada en sí, evidenciaban
que eran estudiantes y que conocían la realidad de la UN, siendo además,
ratificado por el manejo que le dio la Dirección de Bienestar de la sede a los
hechos presentados que terminaron en un foro en el que se explicó y se debatió
sobre la actual crisis de la institución y la administración de Mantilla.
Esperamos
que las situaciones de conflicto internas en la Universidad no sean tratadas
como problemas de orden público, que no permita el ingreso de la policía,
fuerza sí ajena a la institución, y que más bien se prioricen las soluciones
concertadas, dialogadas y democráticas.
Lo
invitamos además a construir la Universidad con el conjunto de sus miembros,
abriendo espacios democráticos y no al revés, como lo hizo siendo decano de la
facultad de Ingeniería, cerrando unilateralmente la oficina de estudiantes e
incumpliendo su palabra al no brindar un nuevo espacio para los estudiantes,
aun cuando le fueron realizadas varias propuestas y la permanente actitud de
diálogo sostenida por el estudiantado de dicha facultad.
Le
pedimos además y como ya hemos expresado anteriormente, enmarcándonos en el
profundo respeto que este espacio y lo que representa nos merece, que asuma su
cargo de vicerrector de la sede con el espíritu académico que el mismo amerita
y no lo use como plataforma de sus posiciones políticas expresadas en su
simpatía con el partido “Puro Centro Democrático”, pues tenemos el antecedente
de la forma en la que usó la Cátedra Colombia, que está a su cargo, como
tribuna proselitista de Oscar Iván Zuluaga, actual precandidato presidencial
por dicho partido y quien ha tenido investigaciones por paramilitarismo como
presunto miembro de las Autodefensas del Magdalena Medio.
También
recordamos que usó su puesto como decano de Ingeniería para, en el marco de los
150 años de la facultad, al utilizar los recursos para que logrados fueran
fuera del campus, sin consultarle a los directamente afectados, para que Juan
Manuel Santos hiciera presencia y así ganar su visto bueno en su aspiración a
la rectoría de la Universidad mientras que el gobierno presenta bala ley de
reforma a la educación superior que la comunidad universitaria del país logró
derrotar por la movilización.
En contraposición,
lo invitamos a no entorpecer algunos de los aportes más importantes y
trascendentales que la Universidad, como centro de pensamiento y discusión de
la situación del país ha venido desarrollando, y que acaba de reafirmar con el
comunicado conjunto emitido con las Naciones Unidas, en los que se comprometen
a preparar el siguiente foro que emitirá las propuestas desde la sociedad
colombiana sobre el segundo punto establecido entre las FARC - EP y el gobierno
nacional en el “Acuerdo general para la terminación del conflicto y la
construcción de una paz estable y duradera”, es decir, la participación
política.
Lo
anterior, lo hacemos explícito pues nos preocupa profundamente el peso que
puede acarrear su posición personal, al asumir este cargo, en el cumplimiento
de sus fines misionales, posición que, nos permitimos citar: “Vulnera la
independencia y la credibilidad institucional, andar organizando ella #una
cuanto foro se les ocurra desde la Habana a las FARC”. La academia debe formar
para la paz y aportar a ella.
Lo
invitamos, profesor Hernández, a estar del lado de la comunidad universitaria y
no al lado de quienes pretenden destruirla y que hoy tienen a la universidad
pública colombiana en una profunda crisis presupuestal, de derechos humanos y de
autonomía. Si su decisión es seguir profundizando el modelo neoliberal en
aspectos como la autofinanciación en vez de exigir al gobierno lo que le
corresponde, nosotros desde la representación estudiantil, tomaremos el camino
de la oposición a su administración.
REPRESENTACIÓN
ESTUDIANTIL DE PREGRADO Y POSGRADO ANTE EL CONSEJO DE SEDE - SEDE BOGOTÁ
C.C.
Consejo
de Sede
Comunidad
de la sede Bogotá, Universidad Nacional de Colombia.
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