POR LA DEFENSA DE LA
AUTONOMÍA, LA AUTOREGULACIÓN Y LA VIDA DE LAS RESIDENCIAS UNIVERSITARIAS
Carta
abierta de los Residentes de la Universidad de Caldas
En el
ámbito de la diaria convivencia entre cientos de estudiantes con diversas
procedencias, historias de vida y aspiraciones, la autoregulación y la
autonomía se constituyen en elementos vitales para el desarrollo de las
Residencias Universitarias y se convierten en principios que deben ser
entendidos en un sentido amplio. Las particularidades de las Residencias
generan la existencia de canales y órganos propios, creados para mantener
relaciones de respeto, apoyo y corresponsabilidad entre todos sus miembros y
para garantizar la conservación y mejoramiento de un programa que ha
contribuido desde hace casi 60 años con el mejoramiento de las condiciones de
vida de miles de jóvenes de todo el país.
Es por
ello que la discusión y resolución de las situaciones que se presentan al
interior de residencias requieren tener como primera instancia a los residentes
y sus organizaciones, en este caso a la Federación de Residentes, organismo que
ha cumplido este papel desde hace por lo menos 16 años. Es ilógico, desde el
punto de vista práctico y de principios, que los asuntos que tienen que ver con
la coexistencia cotidiana de los residentes, que sin mayores inconvenientes han
sido resueltos internamente, tengan que ser examinados y solucionados por
agentes u órganos externos como el Comité de Administración y Adjudicación de
Residencias, que por demás, ha tenido serios inconvenientes para reunirse y
tomar decisiones cuando se le ha requerido.
Por
estas razones, encontramos absolutamente lesiva la decisión de las mayorías del
Consejo Superior de la Universidad de Caldas de derogar la resolución 002 de
1997, en la que se le reconocía a la Federación de Residentes las funciones de
velar por el normal funcionamiento, mantener el control interno y ejercer la
facultad disciplinaria como primera instancia en las Residencias
Universitarias; con esta apresurada e insensata definición, la Federación de
Residentes hoy no posee ninguna de estas funciones. La remoción de estas
funciones implica que la labor de autoregulación, tan importante en la
formación de los residentes como ciudadanos y protectores de lo público, le ha
sido arrebatada a estos para cedérsela al Comité de Administración y
Adjudicación donde la administración es mayoría. Con esta derogatoria, también
se modificó la conformación de este comité, suprimiendo a dos residentes,
situación que no consulta la realidad de las Residencias, ya que con la
presencia de otros 2 residentes con voz y sin voto desde 1.997, se le había
otorgado participación a la responsable de la casa de Residencias Femeninas
(existen dos: una en el barrio Belén y otra en el barrio Fátima) que no hubiera
sido escogida como Presidente de la Federación de Residencias Femeninas y se
había realizado una labor de veeduría y acompañamiento constante por parte del
otro residente masculino que asistía a este comité.
Los
argumentos contenidos en esta carta los señalamos insistentemente en 3
reuniones del Comité de Administración y Adjudicación llevadas a cabo los días
21 y 27 de febrero y 5 de marzo, citadas para discutir una propuesta de
modificación integral al reglamento interno de Residencias. En dichas
reuniones, al igual que en la sesión del 7 de marzo del Consejo Superior por medio
del representante estudiantil, así como en carta radicada el lunes 11 de marzo
en secretaría del Consejo Superior y en correo enviado al presidente y los
miembros de esta corporación el martes 12 de marzo, los residentes hemos
solicitado infructuosamente que las funciones de autoregulación y autonomía, y
la conformación anterior del Comité de Administración y Adjudicación, sean
restablecidas, como condición básica para iniciar una discusión amplia e
integral sobre un nuevo reglamento interno. Hasta este punto la respuesta a
nuestras peticiones ha sido nula y la administración y las mayorías del Consejo
Superior ni siquiera se han tomado el tiempo de leer nuestra propuesta,
empeñándose en discutir un proyecto de modificación al reglamento interno, que
no se ha empezado a discutir por esta misma razón.
Por
estas razones, los Residentes de la Universidad de Caldas determinamos bloquear
el edificio administrativo desde el día 14 de marzo, como única opción posible
ante la lesiva y poco constructiva actitud de la administración de la
Universidad de Caldas y de las mayorías del Consejo Superior frente a este
neurálgico tema. Exigimos que se apruebe la propuesta de reforma parcial al
acuerdo 026 de 1986 para retornarle las funciones a la federación y recomponer la
conformación del Comité de Administración y Adjudicación y que se conforme una
mesa paritaria entre Administración, Consejo Superior y Federación de
Residencias Universitarias para discutir de manera amplia, integral y sin
afanes una propuesta de modificación al reglamento interno.
Asamblea
General de Residentes Universidad de Caldas
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