Bogotá
D. C., mar. 01 de 2013 - Agencia de Noticias UN- Facultades, institutos y
unidades académicas de la UN rechazan paro de actividades y solicitan
fortalecer las conversaciones en curso y estudiar la posibilidad de desbloquear
los edificios.
La
manifestación en contra del cese de actividades académicas por causa del paro
de trabajadores que afecta desde hace nueve días a la Institución, se ha dado
en distintos escenarios de la Universidad.
La
Facultad de Medicina, cuyas directivas realizan sus labores en la Clínica Santa
Rosa desde que los bloqueos iniciaron, emitió un comunicado el 21 de febrero en
el cual sostiene que reconoce “el reclamo laboral del personal administrativo y
el propósito justo de solicitar las reivindicaciones salariales, pero invita a
analizar las repercusiones de los bloqueos en los laboratorios y facultades, ya
que estos afectan el cumplimiento de las obligaciones con pacientes comunidades
e instituciones, pero también deteriora la credibilidad de la Universidad”.
En
consecuencia, la Facultad solicitó a los representantes del movimiento de los
trabajadores, “favorecer el funcionamiento de las áreas donde se desarrollan
proceso críticos” (en referencia a laboratorios, trámites académicos
administrativos, y trámites urgentes de proyectos de investigación y
extensión).
El
Consejo de la Facultad de Ingeniería, por su parte, en el Comunicado número 01
del 28 de febrero, rechaza enfáticamente todas las prácticas de hecho que
vulneran derechos fundamentales, tales como el bloqueo a edificaciones de la
Facultad, a las instalaciones del IPARM, el Jardín Infantil y Unisalud, los
daños a la infraestructura y las agresiones a miembros de la comunidad
académica.
También
hace un vehemente llamado a las partes involucradas directamente en el
conflicto para que se acelere la búsqueda de puntos en acercamiento que
contribuyan a restablecer la normalidad académica lo más pronto posible. En
este sentido, respalda las acciones de la Rectoría tendientes a buscar
soluciones efectivas al conflicto.
Por su
parte, el Consejo Superior Universitario (CSU), reunido el 26 de febrero,
aseguró en el Comunicado número 1 que, estando enterado de las problemáticas
internas relacionadas con las reclamaciones laborales de los trabajadores y del
proceso de diálogo que se ha gestionado en relación con el tema, “manifiesta su
rechazo a las prácticas de hecho que restringen las actividades académicas”.
Los
miembros del CSU, exceptuando la representación profesoral y estudiantil,
recomiendan a las directivas continuar con los procesos de acercamiento sobre
la base del restablecimiento de la normalidad académica.
En este
mismo sentido se manifestó la Facultad de Artes, en una comunicación el 26 de
febrero, en la que hace un llamado a los funcionarios participantes del paro
que –tras su retiro temporal– han generado retrasos en las tareas regulares de
la Facultad.
El
comunicado invita a fortalecer el “diálogo” que logre una solución justa para
todos. Asimismo, sugiere la necesidad de proponer caminos alternos al bloqueo
de los edificios y que no se impidan las actividades académicas, investigativas
y de extensión, así como las discusiones.
El
colegio de la UN y Unisalud
Asimismo
el rector del Instituto Pedagógico Arturo Ramírez Montúfar (IPARM), Jesús Antonio
Arana, pidió en un comunicado emitido el 27 de febrero que los trabajadores
evalúen la posición de mantener cerrado el colegio en vista de que los
estudiantes han perdido seis días de clases.
El
Rector sostiene que es importante no desescolarizar a los alumnos y que la
Institución podría no cumplir las semanas de trabajo académico establecidas por
las autoridades educativas. Entre tanto, la mejor manera de dejarlos por fuera
del conflicto es permitirles que vuelvan a las aulas de clase.
El
profesor Arana concluyó que la institución no tiene las condiciones para asumir
la responsabilidad de brindar educación virtual y también invita al diálogo,
que permita soluciones positivas para toda la comunidad.
En la
misma línea, Unisalud (entidad de salud que asiste a 11.652 personas de la UN
en Bogotá y a 1.053 en Palmira) presentó dos comunicados en relación con la
continuidad de los servicios. El primero –emitido por la directora de la Sede
Bogotá, Silvia Cristina Peña, el 13 de febrero– solicita que los trabajadores
estudien la posibilidad de no realizar bloqueos teniendo en cuenta que la
inasistencia de pacientes de consulta externa no programada pone en riesgo la
integridad y la vida de los usuarios.
En el
segundo, del 25 de febrero, cuando ya existían bloqueos en la unidad, la
gerente nacional María Antonieta Solórzano, afirmó que “la salud es un servicio
público de carácter esencial” y que gran parte de la población atendida está
compuesta por adultos mayores con enfermedades crónicas que requieren atención
médica programada”. De nuevo, se trata de un llamado por mantener servicios
públicos para preservar la vida.
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