Ante la
crisis que vive actualmente la Universidad, y en particular ante la situación
generada en torno al movimiento de los trabajadores, una de cuyas últimas
manifestaciones ha sido el cuestionamiento a la representación profesoral en cabeza del profesor Mario
Hernández, Representante ante el Consejo Superior, las profesoras y profesores
del Seminario Permanente por la Universidad, así como otros colegas de la Sede
que han decidido firmar esta carta abierta, hacemos la siguiente reflexión
dirigida a toda la comunidad universitaria.
Los
representantes profesorales, en conjunto con los representantes a los Consejos
Superior, Académico y de Sede, han propiciado la participación de los
profesores tanto en las unidades básicas como en foros, reuniones y asambleas
que han contado con la asistencia de un buen número de profesores, en las
cuales se ha dado lugar a la expresión de las distintas posiciones. En ese
sentido, con sus limitaciones obvias, ha habido consulta permanente al
profesorado. En la última asamblea, el martes 26, los profesores nos
pronunciamos mayoritariamente en favor de exigir al Rector celeridad y eficacia
en la negociación con los trabajadores y en contra del uso de medidas de fuerza
para impedir los bloqueos, como la minoría sugería en aras de “garantizar la
gobernabilidad de la universidad”.
Así las
cosas, nos resulta más lamentable aún que ciertos profesores respondan a la
provocación del Rector en el sentido de exigirle la renuncia al profesor
Hernández, desconociendo su investidura de representante elegido por mayoría y,
peor aún, desconociendo la función de la representación profesoral, que
consiste en hacer valer, en las instancias superiores, las posiciones de los
profesores.
Esta
actitud de ciertos profesores es un ataque no solo al profesor Hernández, sino
a la representación profesoral misma, que es uno de los pilares en los que se
sostiene la gobernabilidad en la
Universidad Nacional, uno de cuyos principios,
consagrados en el Estatuto General, es la participación.
Llama
la atención que la única preocupación del sector de profesores que se pronuncia
contra el representante profesoral sea la de su oposición a la exigencia de
cese a los bloqueos de los trabajadores, dejando de lado los asuntos centrales
para juzgar el estado actual de cosas en la Universidad, que han sido
mayoritariamente planteados y respaldados en las reuniones y asambleas de
profesores y sobre los que hay acuerdo: la crisis financiera por la que
atraviesa la Universidad, en cuyo contexto se sitúa el deterioro de las
condiciones laborales de trabajadores y de profesores; el preocupante estado de
la infraestructura del Campus; el peligro que se cierne sobre Unisalud…, todos
ellos a la espera de una gestión eficiente de la rectoría, que no se ve por
ningún lado. Sin embargo, con todo y que tenemos razones suficientes, no hemos
optado por la vía provocadora de exigir la renuncia del Rector…
El
sector de profesores que pide la renuncia de Mario Hernández desconoce de
manera interesada que el paro de los trabajadores fue anunciado desde el mes de
Enero y que Mantilla no actúo en consecuencia con lo que estaba dispuesto sobre
la mesa: un conflicto laboral legítimo y legal
(el Ministerio de Trabajo no lo declaró ilegal cuando el Rector mismo
pidió la visita de verificación) que él tendría que haber regulado mediante la
presentación de los requerimientos presupuestales ante las instancias
ministeriales correspondientes. Tampoco cumplió con el compromiso de presentar
un análisis de la planta administrativa, según lo acordado desde noviembre del
año pasado.
Ahora,
sobre la protesta social en marcha, acude a legitimar su función deslegitimando
la del representante profesoral. Desconoce el Rector Mantilla que la protesta
social tiene una lógica propia de desarrollo y que el uso de acciones de hecho
es una alternativa cuando se han agotado completamente otras vías. Pero es que en manos de la
rectoría estaba la posibilidad de mantener abiertas las vías de la negociación
desde el año pasado. La exigencia de levantamiento de los bloqueos sin una
acción previa contundente que señale el compromiso de la universidad en la
solución real de los motivos que generaron esta situación, además de ser una
postura ingenua, es algo que no tiene efecto real en un proceso de organización
y de movilización en curso.
Ahora
bien, los profesores también hemos cuestionado formas excesivas de bloqueos por
parte del movimiento de los trabajadores, en la medida en que afectan la marcha
de proyectos de investigación, la atención continuada que exige el material de
laboratorios, la prestación de servicios
en Unisalud, en el Iparm… Pero que nos hayamos pronunciado en contra, no
significa adherir a la lógica de rectoría. Así pues, no estamos de acuerdo en
que la condición de la negociación sea la calma del campus, desconociendo que
los trabajadores llevan meses buscando negociación sin ser atendidos.
La
salida no puede ser la confrontación con los trabajadores, que es a lo que le
apunta el Rector, y que también buscan los profesores que están de acuerdo con la
imposición de medidas de fuerza para
garantizar la “gobernabilidad”. Sería verdaderamente deplorable para la
Universidad que se realice la confrontación a la que ya algunos están
convocando.
Las
profesoras y profesores que nos hemos hecho presentes en los espacios de
discusión convocados por la representación profesoral le hemos solicitado a la
representación expresar nuestras preocupaciones frente a las directivas
universitarias. En ese sentido, la posición adoptada por el profesor Mario
Hernández, es la nuestra, la de la mayoría presente en dichos espacios de
discusión. Es realmente lamentable que en la crítica situación por la que pasa
la Universidad Nacional se busque como chivo expiatorio al representante
profesoral al CSU, cuando la responsabilidad de lo que ocurre es de la
rectoría.
Ciudad
universitaria, febrero 28 de 2013
Mauricio
Archila
Mario
Figueroa
Sylvia
De Castro
Patricia
Sierra
Marta
Bello
Yolanda
López
Martha
Zambrano
Mara
Viveros
Myriam
Susana Barrera
Patricia
Rodríguez
María
Cristina Torrado
Carlos
Miñana
Patricia
Jaramillo
José
Gregorio Rodríguez
Belén
del Rocío Moreno
Alvaro
Reyes
Claudia
Patricia Mosquera
Edgar
Malagón
Eucaris
Olaya
Maira
Contreras
Gloria
Leal
Olga
Vásquez
Luz
Marina Donato
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